Capítulo 91: "Encerrada otra vez"

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Aunque lo odiaba con todas mis fuerzas, supe que no me estaba mintiendo. Era verdad, teníamos un trato y eso fue lo que le dije a Rick, que jamás intenten buscarme ni buscaran nada acerca de Woodbury.

- _____: ¿Dónde estoy?

- Philip: Estás en mi pueblo, en Woodbury.

- _____: ¡Quiero salir!

- Philip: Mañana conocerás el lugar. Pero ahora, tiene que descansar. Puedes comer algo, bañarte, cambiarte de ropa y si necesitas algo, solo tocas la puerta y alguno de mis hombres te atenderá. Buenas noches hija, no sabes la alegría que me hace el saber que volviste.

Él se dio media vuelta, sacó sus llaves y abrió la puerta, supe que me dejaría encerrada, fui corriendo hacia él – No puedes volverme a encerrar, déjame salir – le dije, – No puedo, poco a poco tendrás libertad, pero nada me asegura que no harás alguna locura y no puedo arriesgar a mi pueblo – me dijo y salió. Cerró la puerta, intenté abrirla pero le había echado llave. Golpeé varias veces hasta que me doliera la mano, pero él se había ido.

Caí de rodillas y me senté en el suelo apoyada en la puerta, varias lágrimas cayeron de mis ojos. Observé el lugar donde estaba, tenía todas las comodidades, un baño, una cocina, una sala, una cama, pero nada de eso me importaba. Sentía que todas esas comodidades eran insignificantes y caí en la conclusión que este lugar no me pertenecía, jamás podría pertenecer al pueblo de Woodbury. Extrañaba la prisión, mi pequeña celda, extrañaba a Rick, a Carl, a Beth, a la destructora...

Recordé a Hershel, recordé cada una de sus palabras cuando lo conocí, cuando le salvé la vida, cuando él salvo la mía, los momentos que reímos, los momentos que pasamos compartiendo alegrías con la bebé Judith... La escena de su muerte invadió mi mente, la imagen de Beth y Maggie llorando y el rostro de cada uno del grupo me hizo llorar más amargamente.

¿Por qué lo hiciste? – le pregunté, – Quería que te odien, ahora ya lo conseguí. Si volteas, podrás ver odio en la mirada de todos. Ellos ya no son tu familia – Philip me respondió. Recordé la conversación con Philip, solo había asesinado a Hershel para incentivar el odio del grupo hacia mí. – Ahora Rick y los demás deben odiarme, pero quizá es lo mejor, así no me buscarán y Philip no les hará daño – dije.

Me puse en un rincón, me tiré al suelo y me quede mirando a la nada, recordé algo y metí mi mano a mi bolsillo, sentía algo suave y lo saqué, al abrir la mano vi que era una de las rosas que Daryl me había dado pero la había guardado en mi bolsillo cuando llegó Philip. Recordé el momento con Daryl en mi celda antes de que llegara Andrea, – Daryl y yo nos íbamos a besar – dije mientras miraba la flor. Esa escena del acercamiento que tuve con Daryl poco a poco se fue desvaneciendo y ahora aparecía en mi mente cada una de las palabras que él me dijo, las cuales eran ciertas, había mentido, y ahora pagaba mi error con el encierro. Al ver la flor, las lágrimas no dejaban de caer de mis ojos, había perdido todo y me sentía fatal. Lentamente me quedé dormida.

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Hola lectoras :D

Es más de medianoche, así que ya es miércoles, por lo tanto les dejo el capítulo del día. Esta semana no he tenido mucha tarea, me la he pasado viendo TWD y escribiendo como loca varios capítulos.

Mil gracias por sus lecturas, votos y comentarios.

Son las mejores lectoras. ♥ ♥ ♥

The Walking Dead Serie - Novela Daryl Dixon (Norman Reedus) y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora