Capítulo 5: "Primer encuentro"

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Rick y el grupo comenzaron a revisar el lugar. De pronto Abraham fue sorprendido por un caminante y disparó, el sonido atrajo a más caminantes y comenzó un tiroteo. El grupo se dispersó por todo el supermercado.

Glenn se encontró con varios caminantes que lo acorralaron, él disparo varias veces pero se dio cuenta que no tenía municiones. Sin balas y un caminante arrastrándose hacia él, Glenn vio un palo y logró atravesárselo en la cabeza, sintió un alivio pero otro caminante lo sorprendió por atrás tirándolo a suelo y comenzó a luchar por su vida. Intentaba alejarlo de él, mientras buscaba con su mano algo con que golpearlo pero no tenía nada a su alrededor.

Observó como un caminante más venía hacia él, arrastrándose lentamente ya que no tenía piernas, dispuesto a comérselo. Glenn sintió que iba a morir, recordó como Maggie se había despedido de él diciéndole que tenga mucho cuidado y de cuento lo amaba. Golpeó al caminante en un último intento de soltarse de este, pero no logro hacerle daño; el otro caminante ya estaba muy cerca – Lo siento Maggie, te amo – dijo en voz alta y cerró los ojos.

De pronto escuchó un sonido seco, al abrir los ojos vi al caminante con un machete atravesado en la cabeza. Quien sujetaba el machete eras tú, habías ido a la puerta de la salida para cerrarla y encargarte de los caminantes que había en el interior. Mirabas fijamente a Glenn, de pronto notaste a otro caminante que se arrastraba, sacaste el otro machete de tu espalda y le cortaste la cabeza.

- ________: ¿Te mordieron?

- Glenn: No.

- ________: (poniendo los machetes delante de él) ¿Qué buscas aquí?

- Glenn: Tranquila. Solo buscó comida.

Te acercaste a él, pero sentiste a alguien detrás de ti y una voz ronca que te dice – Baja las armas –, giras para verlo y viste a un hombre alto, de cabello negro que le caía sobre la cara y unos ojos azules que te miraban fijamente a través del visor de una ballesta que te apuntaba directamente a la cabeza.

- Glenn: (poniéndose de pie) Tranquilo Daryl, ella me salvó la vida.

- _______: (poniéndome en frente del hombre con la ballesta) Te recomiendo que gastes tus flechas matando caminantes.

Observaste como bajaba su ballesta, y miraba a todas partes – ¿Dónde está Rick? – le preguntó al chico asiático, – No lo sé – respondió. Se escucharon ruidos y vimos que venían tres caminantes, cogiste tus armas y subiste a uno de los estantes, quitaste una de las tablas de la ventana, haciendo que se desplomara parte de esta y entrara algo de luz, aunque faltaba poco para que oscurezca.

Desde la altura del andamio viste con más claridad a los caminantes, eran 15 y al verte arriba se habían dado cuenta de tu presencia. Bajaste del estante y corriste directamente hacia los caminantes, mataste a dos cortándoles el cuello y a otro le diste un machetazo en la cabeza. Te diste cuenta que el hombre de la ballesta y el chico asiático también se encargaban de los caminantes.

Sabías manejar bien las armas que tenías y rápidamente terminaste con los caminantes que te rodearon. Dos hombres aparecieron, uno tenía el cabello pelirrojo y el otro tenía barba, se encontraron con el hombre de la ballesta y el asiático, ellos se pusieron frente a ti, pero vieron que a tus espaldas se acercaban los últimos cinco caminantes. Se prepararon para disparar pero se dieron cuenta que atrás de los caminantes estaba la puerta del supermercado y era de vidrio, un solo balazo la puerta se haría trizas y entrarían los demás caminantes. Volteaste a ver a los caminantes, levantaste los machetes que tenias en cada mano hacia arriba y como su fueran cuchillos los lanzaste hacia los caminantes de los extremos. Estos recibieron el impacto directo en la cabeza y cayeron, ahora sí, muertos. Quedaban tres, así que cogiste una cadena que viste en el suelo y de un solo tirón la cadena cayo directamente a sus cuellos decapitándolos al instante; sus cuerpos inertes quedaron en el suelo formando un charco de sangre.

Te quedaste inmóvil, había sido fácil esta vez, pero no podías arriesgarte. Volteaste para ver a los 4 hombres que te miraban asombrados, la luz que entraba iluminaba el rostro de cada uno y también el tuyo.

- Rick: ¿Quién eres?

- _______: Creo que debo preguntar lo mismo...

- Glenn: Chicos tranquilos, ella me salvó la vida.

Les di la espalda a los cuatro, fui hacia los caminantes que había matado y saqué de la cabeza de uno de ellos uno de mis machetes, con este le corté un poco de su ropa y con el pedazo limpié mi arma. A diferencia de otras armas y machetes, los míos eran más largos y más filosos, dispuestos a cortar lo que sea; estos me habían salvado la vida varias veces.

– No busco problemas – le dije mientras limpiaba uno y lo guardaba en mi espalda, saqué el otro machete del otro cuerpo e hice lo mismo – ¿Qué están buscando? – les dije y guardé mi otra arma – Buscamos comida – dijo el que tenía barba. Caminé hacia el lugar donde me había ocultado – Aquí no encontrarán comida, vaciaron el lugar mucho antes de que yo llegara – le dije y cogí mi mochila, caminé hacia ellos de nuevo – Bueno, un gusto platicar, suerte en búsqueda – empecé a caminar cuando escuché a alguien que decía – Quizá nos puedas ayudar – y noté como miraban mi mochila – Olvídenlo – les contesté y sentí como el hombre de la ballesta me apuntaba.


The Walking Dead Serie - Novela Daryl Dixon (Norman Reedus) y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora