The Walking Dead Serie - Novela Daryl Dixon (Norman Reedus) y tú

Capítulo 212: "Accidente fatal"

Continúa narrando Daryl

No dejé de pensar en el beso en toda la noche. Ahora, recién estaba amaneciendo y estaba esperándote en mi motocicleta para ir a reclutar juntos. Comía algunas frutas que me había dado Carol, de pronto te vi venir pero no estabas sola, venías con Tom...

- Rachel: Buenos días Daryl.

- Daryl: Buenos días Rachel.

- Rachel: Sabes, Tom quiere decirte algo, ¿verdad? (miraste a Tom, él no dejaba de mirarme) ¿Tom?

- Tom: Admito ayer tuve una grosera actitud contigo... (bajó la mirada, vi que cerró los puños)

- Rachel: ¿Y?

- Tom: Y... por eso quería disculparme contigo... (extendió su mano) No te pido que seamos amigos, pero sí que me disculpes por lo ocurrido ayer.

Te miré, estabas sonriéndome y esperabas que estrechara su mano. Me comí la última fruta del tazón que tenía, chupe cada uno de mis dedos y estreché mi mano con de Tom. Puede ver como su rostro hizo una mueca de disgusto pero luego intentó sonreír. Solté su mano, me miró fijamente, podía ver en sus ojos que ese "arrepentimiento" había desparecido. Él se acercó a ti...

- Tom: ¿Ahora si me perdonas?

- Rachel: Sí, estás perdonado.

- Tom: Te quiero preciosa

Sentí que me miraste, luego volviste a mirar a Tom y le sonreíste. Él intento acercarse para darte un beso, pero tú te alejaste y le dijiste que se hacía tarde. Subí a la motocicleta, – Nos vemos Tom – le dijiste y te subiste detrás de mí, él se acercó – Cuídate preciosa... Sabes deberías usar un casco o algo así – te dijo Tom, – No es necesario, no es la primera vez que viajo en la motocicleta de Daryl – le dijiste, – Tranquilo, ella está muy segura conmigo – le dije, le di el tazón de fruta y le sonreí.

Arranqué y salimos de Alexandría, sentí que me abrazaste ante el impulso y no dejaba de sonreír recordando el rostro de Tom. No sé cuánto habíamos recorrido por la carretera pero me dijiste que me detuviera, lo hice y te pregunté qué sucedía, – Acabo de ver una cabaña entre los arbustos – me dijiste, – ¿Qué? ¿Dónde? – te pregunté, – Hace uno metros atrás... Quizá al volver podemos revisarla – me dijiste, asentí y continuamos la marcha.

Íbamos a un edificio abandonado que estaba a unos 35 kilómetros. En el recorrido recordé cuando nos besamos, el sentir tus labios de nuevo era increíble y la forma en como me habías correspondido me hacía saber que no te era indiferente. Llegamos al lugar y dejé la motocicleta. Bajaste, hice lo mismo y observé el edificio, tenía alrededor de 6 pisos pero más que alto era muy ancho y tenías varias ventanas, algunas de ellas rotas, – Ojalá no nos tomé demasiado tiempo revisarlo – te dije, – Será mejor que nos separemos, así terminaremos más rápido – me dijiste sin mirarme. Caminaste hacia la puerta, pero te tomé del brazo...

- Daryl: Rachel...

- Rachel: Daryl, como te dije será mejor que olvidemos lo que paso.

Te tomé de la cintura y te atraje hacía mí, pusiste tus manos en mi pecho, – Daryl... – me dijiste mirándome a los ojos, luego bajaste la mirada, – Eres tan hermosa Rachel... Y sé que te pongo nerviosa – intentaste soltarte – No te soy indiferente y sé que recuerdas el beso tanto como yo – te dije y te toqué el rostro con mi otra mano, me miraste, – Déjame besarte otra vez, déjame sentirte otra vez – te dije y me acerqué. Podía sentir tu respiración y como cerrabas los ojos, hice lo mismo y sentí tus labios rozar los míos, pero de pronto escuchamos un ruido y te separaste de mí.