Capítulo 134: "Confianza" - Maratón

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La luz del sol me iluminó directamente el rostro, abrí poco a poco los ojos y me di cuenta que estaba en la cama, – Daryl... – dije entre dientes, supuse que él me había cargado hasta aquí. Me levanté, vi por la ventana que todo estaba tan tranquilo, salí de la habitación y busqué a Daryl en la sala, no lo vi, – ¿Daryl? – dije pero nadie me respondió. Entré al cuarto donde estaba el pequeño escritorio pero tampoco estaba, miré a todas parte y me di cuenta que la puerta de salida estaba abierta. Salí y miré hacia las escaleras, – ¿Daryl? – grité, – Estoy aquí – escuché su voz, – Estoy revisando la puerta y los pisos, ahora subo – me dijo, – ¿Necesitas ayuda? – le dije, pero me contestó que no.

Volví a entrar al departamento, observé el lugar y noté que estaba desordenado, así que comencé a ordenar algunas cosas. Acomodé algunos cuadros, apile las cajas y arrime la ropa en un armario que estaba a un lado. Tendí la cama que había desordenado y coloqué las mantas con que nos habíamos abrigado ayer. Vi el piso de la sala, había vidrios rotos por todas partes, así que me arrodille y comencé a colocar los pedazos en una caja. Escuché a Daryl subir por las escaleras y lo vi entrar con una caja con varias cosas...

- ____: ¿Qué es eso?

- Daryl: Encontré varias cosas en los pisos de abajo, hasta un pequeño botiquín. (él puso la caja sobre la mesa) Veo que todo está más ordenado...

- ____: Sí, pensé que cuando encontremos al grupo podríamos traerlos aquí, tenemos comida y es seguro. Claro, sería por un tiempo, hasta que encontremos otro lugar, ¿te parece?

- Daryl: Sí, es una buena idea.

Sonreí y volví a recoger los vidrios, pero a intentar coger uno, me resbalé y uno de los trozos se incrustó en mi mano derecha, di un pequeño gritó, Daryl lo escuchó y se acercó corriendo hacia mí, – ¿Qué te sucede? – me preguntó, – Nada, solo me corté – le respondí y me levanté, iba a irme a un lado pero Daryl me detuvo y me tomó del brazo, hice una mueca de dolor, – Enséñame – me dijo y extendí la mano, era la derecha. Tenía un pedazo de vidrio incrustado, – Lo tengo que sacar, se infectará si no lo hago – me dijo y asentí, él de un tirón lo saco y grité, la sangre comenzó a salir, – Lo vendaré – me dijo y fue hacia la caja que había traído, sacó de una cajita pequeña una bolsita, la abrió y sacó una venda. Me tomó de la mano y comenzó a vendarla, al terminar me sonrió. Iba a retirar la mano pero se quedó viendo algo, me tocó la muñeca y noté que una parte estaba morada, entonces lo recordé, fue cuando Daryl me había tomado de la muñeca al momento que intente golpearlo, – Todo es mi culpa – me dijo y soltó mi mano, dio media vuelta, me puse frente a él, – No es tu culpa y quiero que dejes de lamentarte – le dije mirándolo a los ojos, – No quiero arruinarlo – me dijo, – Entonces no lo hagas – le dije y le sonreí, él sonrió, – Enséñame que encontraste – le dije y fuimos hacia la caja que él había traído. Vi varias linternas, el botiquín, algunas llaves, una pistola de bengalas entre otras cosas...

- ____: Genial, eso nos servirá.

- Daryl: Si logramos ver al grupo, la pistola nos ayudará...

- ____: Debemos vigilar, podemos ir mañana a recorrer una parte de la ciudad.

- Daryl: Si, pero debemos establecer puntos de búsqueda. Por lo pronto podemos quedarnos en la ventana y vigilar...

Nos quedamos vigilando en la ventana, casi era mediodía, Daryl me dio una lata de conservas y él cogió otra. Estaba contenta, mañana iríamos a recorrer la ciudad y estaba segura que encontraríamos al grupo. Mientras comía la lata, vi la ballesta de Daryl, estaba sobre la mesa, lista por si algún caminante entrara al departamento...

- ____: ¿Dónde la encontraste?

- Daryl: Cuando abandonamos la ciudad, la encontré dentro de una cabaña, supongo que era de algún cazador o algo así...

- ____: ¿Fue difícil usarla?

- Daryl: Al principio, pero después no, te acostumbras. Supongo que lo mismo pasó con tus machetes...

- ____: Sí, al inicio fue difícil y ahora ya no lo es.

- Daryl: Tienes que enseñarme algunos trucos, eres buena. (sonriéndome)

- ____: Sí me enseñas a usar tu ballesta, ¿trato? (le sonreí)

- Daryl: Me parece justo... Es más (se puso de pie y cogió su ballesta) te enseñaré ahora...

- ____: ¿Ahora?

- Daryl: Sí, o ¿ya te arrepentiste?

- ____: No, claro que no.

Me levanté y fui hacia donde estaba Daryl, él se hizo a un lado y me dio la ballesta. Al tomarla me di cuenta que pesaba, – Vaya, sí que es pesada – le dije y él sonrió. – Mantenla firme y trata de observar por el visor hacia el objetivo – me dijo e intente sostenerla, pero la mano me dolía un poco por lo que se me hacia difícil. Al tenerlo casi firme, miré por el visor, tenía en la mira a una almohada del sofá, pero de rato en rato la ballesta temblaba en mis brazos.

Daryl se puso detrás de mí, sentí como sus brazos se estiraban y él ponía sus manos donde estaban las mías, – Mantenlo firme – me dijo y él estabilizó la ballesta. Podía sentir su respiración y tenerlo tan cerca a mí, hacía que me pusiera algo nerviosa. Traté de concentrarme y miré por el visor, tenía en la mira nuevamente a la almohada, pero esta vez estaba firme. Tenía una mano en el gatillo, él puso su mano, – Cuando estés lista, solo presiona – me dijo y mantuve la mirada en la almohada, presioné el gatillo y la flecha salió directamente al objetivo, pero al salir la flecha con tanta fuerza hizo que retrocediera un poco, por lo que casi me caigo, pero sentí que Daryl me sujetó de la cintura. Giré un poco, lo miré de reojo, podía ver que me miraba con esos ojos azules penetrantes, bajé la ballesta y me separé de él...

- ____: Creo que necesito más práctica... (sonriendo)

- Daryl: Te acostumbrarás, pero para ser la primera clase, no estuvo mal.

Sonreí, fui hacia donde estaba la almohada, la flecha la había atravesado, la saqué y le di la flecha a Daryl. Me volví a sentar y cogí mi lata de conserva...

- ____: Mañana que salgamos, podríamos practicar con algún caminante, claro solo si se acercan demasiado...

- Daryl: Claro.

Nos quedamos viendo la ciudad por la ventana, pronto oscurecería. Cuando estaba cerca de Daryl, me sentía tan bien, tranquila y algo nerviosa, era un hombre muy atractivo y fuerte y eso, de alguna forma, me hacía querer estar junto a él. Sonreí y me quedé mirando hacia la ventana, mañana sería un gran día.

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Ay me olvidé comentarles... Leyeron que una fan casi le muerde el pecho a Norman Reedus, aunque en algunos diarios leí que si le mordió, pero ¡OMG! O_O Cuando leí la noticia no sabía si reírme o preocuparme... :D La verdad, si tuviera a Norman frente a mí, simplemente lo abrazó y no lo suelto. ♥


The Walking Dead Serie - Novela Daryl Dixon (Norman Reedus) y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora