Mucho más que una nueva vida (3)

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Mak Savicevic había sido el primero en retirarse de la sala. Más bien la abandonó a los diez minutos.

Se sentía inseguro y débil, puesto que todo le pareció demasiado obvio. Tal vez había una trampa y, producto de su ansiedad, había pasado por alto revisar las reglas de aquel primer torneo, el primer examen de las habilidades literarias tipo fuego. Su abuela y sus profesores solían decirle que era un Atarantado.

En parte le daba lo mismo. Se quedaba con la productiva experiencia de que había comprendido que cada asignatura tendría algo así como dos o tres torneos y mientras caminaba hacia la cafetería iba ordenándose, Primer lugar 250 puntos, Segundo lugar 175 puntos y Tercer lugar 125 puntos. Una actividad individual, otra en dupla y otra en equipos. Total por asignatura, 750 puntos.

Mak se acercó a la barra. Una señora mayor le tomó el pedido y no se atrevió a pedir un Irish coffe a esas horas. Se conformó con el expreso doble de siempre y antes de ir a sentarse se fijó que una chica que esperaba ser atendida lo miraba fijo con una sonrisa.

Siguió intentando ordenarse. Aquel puntaje corría el doble para las asignaturas de habilidades literarias tipo aire y habilidades literarias tipo tierra, impartidas nada más y nada menos que por Ian Cauldfield y Samantha Rhoades respectivamente. La chica que lo miraba fijo se sentó justo enfrente de él.

- Hola -Le dijo en español- Eres muy guapo ¿Lo sabías?

Mak no daba crédito a lo que veía. Si bien considero que varias de sus compañeras de academia estaban bastante bien, no esperaba que le hablase la más despampanante de todas en términos de una belleza que consideró bastante exótica.

- Nunca me lo habían dicho en español -Respondió, con la mayor seguridad en si mismo que pudo ostentar tras estar consciente de que realmente dominaba aquel idioma.

Jessica Córdoba quedó profundamente impresionada.

- Guau -Dijo- Tu español es lindísimo. ¿Dónde lo aprendiste?

- Lo aprendí en Bosnia Herzegovina, viendo teleseries chilenas.

- ¿Teleseries chilenas en Herzegovina? ¿Y cuales viste, mi amor?

- Machos, Marparaíso, Cerro Alegre.

- ¡Pero qué cool! ¡Me encantó tú acento! ¡Es mucho más lindo que el de un gringo!

Jessica se sacó el sweater, puesto que la chimenea de la cafetería estaba dando muchísimo aire caliente.

- ¿Que pasa? -Le preguntó ella.

Mak se puso bastante nervioso tras ver esas redondeces prácticamente mirándolo a la cara.

- Permiso -Dijo él, poniéndose de pie torpemente.

- ¿Pero para dónde va, mi amor? Tómese el café acá conmigo que ahí afuera está muy helado.

- Recordé que tengo que ir a la dirección -Dijo Mak, casi tropezando con una silla.

Mak se alejó y a Jessica Córdoba le causó bastante gracia la timidez de su compañero, puesto que todo lo que había hecho había sido intencional y solo con el fin de que él se descompensara, puesto que ella ya sabía lo que era capaz de provocar.

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Rob Irwin (23) corría prácticamente las diez manzanas que separaban su hogar de la academia. De haber ido a tiempo se hubiese ido caminando tranquilamente, puesto que no quería saber nada de bicicletas ni de otros medios de transporte. Sentía que con el sudor iba botando prácticamente todo el alcohol que había ingerido hasta altas horas de la madrugada la noche anterior y cuando se detuvo tras llegar a la entrada de la academia percibía como los pulmones golpeaban fuertemente su pecho, producto también de la mala vida que había comenzado a llevar desde que su madre lo obligó a volver desde Nueva York.

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