Tras aquella larga jornada que había significado un montón de cosas nuevas tanto para ella como él desde el punto de vista de ir sumando nuevas experiencias, Jessica Córdoba y Javier Busquets pasaban la noche abrazados descansando, así como con la sensación del deber cumplido considerando todo lo que habían hecho durante aquella larga jornada.
En eso sonó el teléfono de la casa y Javier tenía un tubo al lado, por lo que cuando lo descolgó lo hizo casi durmiendo. Sabía que el asunto poseía la categoría de algo importante y oír la voz de Caks que le hablaba a alguien se lo confirmó.
— ¿No podías llamar a una hora más cómoda? —Preguntó riéndose—. Está mi novia durmiendo acá y no me gustaría que despertara.
Ver a Jessica Córdoba dormir de esa forma lo hizo sentir muchísima paz en todo su ser, tan así que pensaba que no necesitaba nada más en la vida para ser feliz. Aquello lo hacía desinhibirse a tal punto de que aquello lo hacía hablarle así a su jefe, quien le respondió breves segundos después de una comunicación que tenía bastante de extraordinaria:
— ¡Te necesito abajo! —Le exclamó Caks de pronto— ¡Tienes que venir aquí abajo!
Comprobando que aquella paz se iba al mismísimo carajo, Javier Busquets se puso de pie de mala gana. Se vistió lo más rápido que pudo y se calzó un abrigo. Solo esperaba que su compañera no despertara antes de que el regresara y allí llegó, sin zapatos.
Ahí vio a Caks, por primera vez en su vida tal vez, aunque no estaba seguro. Vio que había una mujer durmiendo en el asiento trasero del coche y aquello lo impresionó un tanto al ver que en parte reconocía aquella piel.
— Muy bien —Dijo Caks, cobijándola como con una especie de frazada recién comprada—. Veo que nuestro plan no funcionó y que hay que tomar medidas.
— ¿Nuestro plan o tú plan? ¿A qué te refieres?
— Da lo mismo. Aquí me la llevo para no dejar evidencias.
— ¿Cómo evidencias?
— ¡Hay que hacer desaparecer a Mika! ¡No sea que hable! Yo considero que sabe demasiado.
Giró su cabeza hacia el asiento trasero y ahí la miró bien. El sonido del aire acondicionado del vehículo hacía que no oyera bien nada.
— ¿La mataste? —Preguntó.
— ¡Por supuesto que no, idiota! Hay que llevársela a ese país de nunca jamás para que no regrese a molestarnos ¿Te imaginas intenta regresar con Mak? Sería terrible, es mejor hacerla desaparecer por ahora. Preferible a que viva con miedo el resto de su vida antes de que esté muerta ¡Mika es una puta de enorme talento y allá nos puede servir!
— ¿Dónde allá?
— ¡En nuestro país secreto escondido en medio de la nada! Las cosas se están volviendo bastante interesantes allá ¡Que tenga que explicártelo todo siempre!
— ¿Y solo a eso viniste? ¿A contarme esto?
— No, Javo Sczibor. Ocurre que... Si llegas a fracasar, vas a correr la misma suerte ¡Buenas noches!
Caks encendió el motor y tras recordar que se había follado a Sonia, Javier Busquets sintió como fue que adquirió confianza de pronto. No sentía para nada que Caks era su jefe y si bien no comprendía muy bien las razones, al menos recordar la imagen de su madre con las bragas abajo mientras el se la enterraba lo hacía sospechar enormemente los motivos.
— ¡Espera! —Exclamó, golpeándole el vidrio— ¡Hay algo que tengo que decirte!
Caks sonrió y abrió la puerta del copiloto. Fue Javier mismo quien decidió apagar el motor.
-----------------------------
Kate dormía y Mak Savicevic editaba de firme. Había trabajado sin parar durante toda la noche y no sabía cómo lo había hecho para resistir tanto, puesto que al mismo tiempo consideraba que estaba trabajando en las mejores páginas que había escrito jamás.
Era un solo texto el que había que escribir y ahí decidió apoyar la cabeza en el escritorio, con el fin de cerrar los ojos aunque fuese por cinco minutos para darle una última revisada antes de imprimirlo todo.
No sabía qué horas eran y en eso oyó su nombre.
— ¡Mak! —Exclamó— ¡Te quedaste dormido!
La vió bien y no podía creer que una chica como ella hubiese dormido en su cama e hizo un esfuerzo y despabiló y la miró bien y le pareció increíble verla con el pelo mojado.
— En fin —Dijo Kate, intentando recordar algunos detalles de aquella noche de trabajo que habían terminado con Mak quedándose dormido en el escritorio—. Métete a la ducha, yo lo termino todo.
Mak fue al baño y se desnudó y se metió al agua. Quedo largamente ahí, casi a punto de dormirse. Solo esperaba que aquella jornada terminase pronto para volver a la cama lo antes posible y en eso sonó su teléfono que había quedado en el bolsillo de su pantalón, ubicado en el suelo.
Se salió de la ducha y se secó las manos y respondió. Era nada más y nada menos que Rob Irwin.
— Hermano —Dijo— ¿Cómo estás, maldito bosnio transgresor.
— Con sueño —Explicó—. ¿Que sucede?
— Es que quería reunirlos antes de clase, hermano. No sé si sea posible. Es un poco urgente, creo.
— ¿Por qué?
— Pues porque todo esto es extraño. Tanto tu dupla como la del gordo van a ganar puntos a costa de ustedes ¿Acaso no te das cuenta?
Mirándose al espejo, Mak Savicevic no pudo evitar recordar las miradas que le había echado Jessica Córdoba mientras hacía lo que le hacía a Javier.
— ¿Estás ahí bosnio transgresor?
— Si.
— Eso, hermano ¿Puedes llegar? Se ha filtrado por ahí una información interesante y con Reno la queremos compartir.
En eso Kate golpeó la puerta del baño y Mak se apresuró.
— Nos vemos diez minutos antes —Dijo, y acto seguido colgó.
Se secó rápidamente y Kate insistió. Recordó cuando Mika pasó la noche ahí y se rió un tanto al considerar la posibilidad de que su compañera hiciera lo mismo que su ex novia.
Decidió que lo que mejor podía hacer era vestirse lo más rápidamente posible.
— ¡Mak! ¡Apúrate! —Le dijo Kate— ¡Se está haciendo cada vez más tarde!
Mak Savicevic salió del baño y Kate Miller lo relevó inmediatamente. Llegó hasta el comedor y vio que Kate había preparado el desayuno. Miró la hora y sí, aún le quedaba una valiosa cantidad de minutos como para comer y tomar café.
ESTÁS LEYENDO
Publicidad Engañosa
Novela JuvenilMak Savicevic, un joven y prometedor escritor que además de odiosamente competitivo es independiente financieramente, decide matricularse en la academia de escritores con el fin de competir por el preciado trofeo nobel de literatura digital. Los pri...