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Productividad excesiva (8)

— Siento que si me fuese de gira con mi banda de rock —Dijo Mak Savicevic, destapando su segunda botella de cerveza.

Sonaba Roll whit it, de Oasis. Francesco era fanático de la banda, se lo había dicho antes Reno Cauldfield, quien estaba mucho más tranquilo al ver que Mak Savicevic y su tío habían confraternizado bastante hablando y riéndose de las peleas de los hermanos Gallagher. Iban cruzando La mancha y habían avanzado una buena cantidad de paralelos. Rob Irwin, en la parte de atrás, le explicaba la idea creativa a Hakan Mastourí, quien iba al medio.

— Está genial —Dijo Hakan Mastourí— ¿Que me va a corresponder hacer a mí?

— Deberíamos dejar listo el documento/informe —Dijo Mak Savicevic.

— ¿Vamos a comenzar a trabajar en cuanto lleguemos?

— Hermano —Dijo Rob—. Llegando allí destapamos un par de cervezas y le pegamos al informe ¡Lo hacemos jugando!

— ¿Y pueden hacer literatura bebiendo cerveza? —Preguntó Francesco.

— Somos gente creativa —Dijo Hakan Mastourí—. Se supone que podemos.

— Podemos —Sentenció Rob Irwin.

Mirando las nubes, Reno intentaba madurar una idea que se le había ocurrido durante el día. Podría proponerlo:

— Me gustaría hacer un jingle y un video promocional —Dijo Reno Cauldfield—. Traje la guitarra y algunas cosas para grabar .

— Muy bien —Dijo Mak Savicevic—. La vaina del marketing es muy importante.

— Póngale, hermano —Dijo Rob Irwin—. Maestro ¿Otra cerveza?

— Ya pues —Dijo Francesco— ¡Muchas gracias!

— Lo único que sé es que hay que comenzar a trabajar lo antes posible —Dijo Mak Savicevic—. Todo lo que ocurrió hoy hay que apreciarlo como una señal.

— Podríamos llegar a descansar un poco  a mover las piernas —Dijo Hakan.

— Hermano —Dijo Rob Irwin— ¡No hay que estresarse!

— No se trata de estresarse —Dijo Mak Savicevic—. Avancemos, hagamos el trabajo con amor. Reno ¿Cuando piensas dedicarte a lo del jingle? ¿Lo quieres hacer solo o prefieres que te ayudemos?

— Prefiero hacerlo solo —Dijo Reno Cauldfield—. He tenido el riff de guitarra en la cabeza todo el día. Solo me falta la letra, pero yo creo que cuando lea bien la sinopsis se me va a ocurrir ¿El informe? ¿Qué sucede realmente con eso?

— El bosnio transgresor lo tiene casi listo —Dijo Hakan Mastourí.

— ¿Cierto? —Preguntó Reno, bastante impresionado.

— Sí. Quizá lo mande hoy.

— Envialo en la madrugada, hora de Castlebar —Dijo Rob.

— ¿Y para qué lo va a enviar de madrugada? —Preguntó Francesco, extrañadísimo.

— Así los profesores ven que a esa hora estamos trabajando —Respondió Rob.

Francesco miró a su sobrino y Reno le sonrió aprobatoriamente. Esos eran los grandes amigos de los cuales tanto le había hablado durante el último tiempo.

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Jack Adams daba vueltas y vueltas Por Castlebar en su taxi. La calle tenía muy poco movimiento y en parte le daba lo mismo, puesto que solo pensaba en el Grand Slam. Ya se iba imaginando el diseño de la página web que iba a crear y sentía la tentación de irse rápido a casa a trabajar, cuestión que se vio interrumpida por un grupo de cuatro tipos que se subieron, quienes le indicaron que necesitaban ir urgentemente a Galway.

Como taxista, Jack Adams no era mucho el tipo que iba hablando con los pasajeros, no así oír las conversaciones de los demás, cuestión que le divertía bastante. Y los cuatro tipos andaban celebrando una campaña de Gucci que se habían adjudicado, en base a una idea simple y emotiva que llegaba a la médula en esos días cercanos al día del padre. Jack Adams concluyó que eran publicistas, o estaba a punto de confirmarlo cuando cambiaron abruptamente el tema. Hablaban del trabajo en equipo, de que se querían, de que estaban sincronizados, de que valía enormemente la pena salir de la agencia a beber cerveza casi todos los días.

El trayecto a Galway se hizo muy corto.

— ¿Cuanto es, compadre? —Le preguntó uno de ellos.

Una vez que se alejó, Jack Adams estuvo consciente de que casi no les cobra, al mismo tiempo de que se arrepentía de no haberles hablado nada, en el peor de los casos haberles dicho que el, siendo taxista y todo, era un estudiante de literatura que necesitaba saber muy bien cómo iba a vender su obra.

Aún conmovido por su reciente experiencia, Jack Adams estacionó en una bencinera para comprarse una Coca Cola y cuando regresó al vehículo decidió descansar unos minutos, con el motor encendido. Sacó su celular un rato con el fin de distraerse un poco.

Vió el inicio que le mostraba su Facebook: Foto de Mak Savicevic, Hakan Mastourí y Rob Irwin con latas y botellas de cerveza en la mano posando con una barbacoa. Más abajo un estado de Mak Savicevic quien etiquetaba a todos los de su equipo, Canal de la Mancha, en camino a masacrar. Reno Cauldfield publicaba una selfie con todos, en una bencinera muy parecida a la cual el estaba en ese momento. Decidió dar por finalizado su descanso cuando vió que un par de tipos vestidos con ropas formales, algo borrachos, le preguntaban si lo podían llevar de regreso a Castlebar.

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La profesora Samantha Rhoades le había dicho que tenía el deber de dar el máximo, y eso era lo que intentaba hacer Enzo Ferratti. Lo habían tratado de disperso y eso para él era una cuestión por mejorar y preguntó que era lo que podía hacer para arreglarlo. Le dijeron que podría partir por leer otros trabajos y mirar otras portadas, por ejemplo, intentar imaginarse el cómo debía ser trabajar ordenadamente. Y ahí estaba, en su laptop, mirando portadas de libros súper ventas. Tomaba Coca Cola y comía pan con huevo. Sonaba Red wine, de UB40. Lo llamaba por teléfono Jack Adams.

– Aló ¿Enzo?

— ¡Jack! ¡Hermanito! ¿Como vamos?

— Un poco preocupado, hombre ¡No contestabas!

— Recién me di cuenta de que se me había descargado el teléfono ¿Qué sucede?

— No sé si supiste, pero tenemos la idea lista.

— Ya lo sé. Kate Miller me acaba de enviar el avance. Está muy bueno.

— Ya. Genial ¿Puedes alojar afuera el sábado?

— ¿En la noche?

— Bueno, si quieres duermes de día, da igual. Quería saber si mañana tienes tiempo.

— No tengo nada que hacer mañana ¡Estoy a full comprometido con esto!

— ¿Te parece si nos reunimos solo los dos para ver el asunto de la mercadotecnia de la obra? Rato atrás convencí a Kate Miller y a Tom Mc Carty de que ellos vieran lo del informe, así avanzamos mucho más rápido.

— Me parece genial ¿Dónde nos juntamos?

— En la academia misma podría ser ¿Te parece si lo hacemos en el horario de clases? Podríamos ir a la biblioteca, que se yo.

— ¿Puede ser un poco más tarde?

— No hay problema, compadre.

— Ya ¿Nos vemos mañana entonces?

— Eso. Nos vemos mañana.

— Ya. Adiós.

— Adiós.

Enzo Ferratti dejó el teléfono a un lado. Vio que entraba una videollamada de Tom Mc Carty.