Verdades artificiales (13)

1 1 0
                                    

— ¿En serio que no tienes nada más que contar, amiga? —Preguntó Constanza Múller— ¿Entonces qué has hecho?

— Trabajar, solamente –Respondió Lena Smith—. Voy y vuelvo chicas. Voy a hacer una llamada.

— ¿Otra vez? –Preguntó Fanny Silverstein.

— Es el último intento.

Lena Smith fracasó una vez más intentando comunicarse con Reno Cauldfield, quien no le respondía. Hizo un último intento y volvió a fracasar antes de volver a la cocina.

— Me llamó María Jugovic —Dijo Constanza—. Dice que no le respondes.

— ¿Y qué es lo que quería esa tipa?

— Asegurarse para mañana. Las cosas están un poco raras según ella. Soñó que la expulsabamos del grupo ¡Que cosas! ¿No?

Estaba a punto de contarle a sus amigas la idea que se le habían ocurrido pero de pronto se detuvo. Se río al pensar que tal vez su mente podía ser demasiado poderosa como para enviarle sus deseos a sus propios sueños. Si Reno Cauldfield aún no le respondía, aquello quería decir que él simplemente no estaba interesado. Su teléfono volvió a sonar y se fue rápidamente al patio con el fin de contestar.

Grande fue su decepción cuando vió que quien llamaba era su novio Andrew.

— Hola amor —Dijo él— ¿Cómo estás?

— Aquí donde las chicas —Contestó ella, con rabia de que fuera él quien la llamaba—. Tal vez estoy en el lugar del cual nunca debí haber salido.

— No digas tonterías, Lena. Nos quedan solo tres fechas. Ahora estoy en Wigan terminando una prueba de sonido. Intentaré llegar antes de que termine el fin de semana.

— Haz lo que quieras —Le respondió Lena Smith—. En serio ya me está dando lo mismo todo.

— ¿Por qué dices eso?

— Pues porque ahí estoy en ese departamento, prácticamente abandonada ahí ¡No tienes idea lo terrible que es estar sola ahí! Pudiste haber elegido un edificio más moderno por último, para no sentirme tan sola.

— Es por la acústica, amor. Una cosa es no irse de gira, pero otra muy distinta es el trabajo porque tengo que seguir produciendo ¿Se entiende?

— No entiendo nada y no me interesa y no quiero seguir hablando por teléfono —Dijo Lena Smith—. Ahora estoy con las chicas ¡Tengo que colgar!

— ¿A qué hora puedo llamarte?

— No lo sé. Estoy en algo importante ahora. Te aviso luego.

Lena Smith colgó y volvió donde sus amigas, quienes lo único que hacían era esperarla a ella.

— ¿Todo bien? —Preguntó Constanza— ¿Alguna novedad?

De pronto a Lena Smith se le iluminó un tanto el cerebro para aquello, puesto que se le ocurrió hacer una fiesta en su casa. Iba a intentarlo por última vez con Reno Cauldfield antes de proponer su proyecto y así iba a hacerlo, jugándose al máximo sus cartas considerando que el asunto de la competencia se volvía algo de lo más importante.

____________________________

Aún estaban ahí, en aquel café. Habían hablado sobre generalidades todo el tiempo, sin avanzar en lo realmente importante. Kate Miller lo único que quería era llegar a casa para instalarse a escribir el segundo artículo por encargo de aquel día.

— ¿A quién más podemos inscribir? —Preguntó Jack Adams—. Lo de Ray Perez es evidente, puesto que prácticamente no volvió más a venir a clases ¿En serio no quieres darle una oportunidad a Hans Wörns? —Se volteó hacia Tom Mc Carty.

— A mí no me gustaría —Dijo Kate Miller—. En el último torneo grupal, el grupo de Mak y los chicos nos dieron una paliza porque se notaba que trabajaron los cuatro. Acá nosotros con Tom lo hicimos todo.

— Pues por eso aceptamos reunirnos contigo —Le respondió Tom—. Queremos armar un equipo fuerte y competitivo para poder ganar.

— ¿A quién más integrariamos entonces?

— ¿De los chicos con los cuales trabajaste habrá alguno que valga la pena? —Preguntó Kate Miller.

— La verdad es que ninguno. Lee Sung Wong es un caso interesante. Tal vez deberíamos hablar con él.

En eso sonó el teléfono de Jack Adams.

— Es Enzo Ferrati —Dijo.

Decidió contestarle ahí mismo, delante de sus compañeros.

— Hola Enzo —Dijo– ¿Cómo estás?

— Aqui, hermanito —Respondió–. La verdad es que estoy bastante preocupado ¿Revisaste el grupo de WhatsApp de la academia?

— La verdad es que no.

— Lena Smith propuso una fiesta en su casa, así como para que los grupos que le faltan integrantes y cosas así vayan allí a negociar. Supongo que vas a buscarte otro grupo, me imagino.

Jack Adams quedó bastante sorprendido de oír aquellas palabras. Tom Mc Carty, con un gesto, confirmaba que aquella información era verídica.

— ¿Vas a ir? —Le preguntó Enzo—. Me gustaría que fueras, para que hablemos de nuestro equipo. Creo que no quiero seguir perteneciendo a un equipo donde tenga que estar con Angie Ireland y Danny Van Bossen. Siento que no están tan comprometidos con la competencia como nosotros.

Trad hacer un gesto que no pasó desapercibido ni para Kate Miller ni para Tom Mc Carty, Jack Adams decidió ir inmediatamente con la verdad.

— Yo ya estoy en eso —Le respondió—. Mi objetivo es ser top ten una vez que termine la primera parte de la temporada regular. Siento que con ustedes no voy a llegar a ninguna parte.

— ¿Me vas a dejar botado entonces?

Se dio cuenta que que tanto ella como él oían toda la conversación y creyó que tal vez aquello era estar jugando sucio con su compañero.

— Prefiero llamarte a la noche —Le
respondió—. En estos momentos estoy muy ocupado.

— Vale hermanito. Espero ese llamado.

Jack Adams colgó y se sintió un tanto triste. Pese a su bajo rendimiento apreciaba mucho a Enzo Ferrati como persona.

— ¿Que opinan? —Preguntó inmediatamente.

— ¿Quieres darle una oportunidad en nuestro grupo? —Preguntó Tom Mc Carty.

— La verdad es que no lo sé. Primero que todo me gustaría saber que es lo que opinan ustedes.

— Yo opino que deberíamos esforzarnos un poco más y rescatar un buen escritor —Dijo Kate Miller—. Este Grand Slam es super importante porque podemos aliarnos y sacar distancia en el ranking en cuanto a lo que es el puntaje. En la segunda recta del año, lo más probable es que solo compitamos entre nosotros mismos.

— Tiene su lógica —Opinó Jack Adams.

— Yo prefiero a alguien de confianza —Dijo Tom Mc Carty.

En eso Kate Miller se puso de pie.

— Lo siento, chicos –Dijo—. Tengo que irme a trabajar.

— ¿Te quedas un rato más? —Le preguntó Tom a Jack.

— Tal vez deberíamos ponernos de acuerdo para ir a esa fiesta.

— Yo no creo que vaya —Dijo Kate Miller– ¡Nos vemos mañana!

Acto seguido caminó en dirección hacia la salida y tomó su bicicleta. Pedaleó firme, con el fin de deshacerse lo más pronto posible de todo el trabajo que le quedaba.

Publicidad EngañosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora