Citas y competencia (8)

2 2 0
                                    

A falta de Rob Irwin u otro confidente y considerando que hace mucho tiempo que no conversaba con nadie, Mak Savicevic lo soltó absolutamente todo, casi ahorrando el mínimo en detalles. Haber hablado con Kate Miller le había hecho pésimo, quizá porque aquello lo había realizado estando demasiado consciente del error que estaba a punto de cometer.

Se veía a sí mismo como una persona sin dignidad pero ahí estaba, sintiéndose más vulnerable que nunca.

Hakan Mastouri lo había escuchado religiosamente, puesto que sentía qué, si podía ayudar aunque fuese en algo muy mínimo a su amigo responsable de que el aún pudiese estar estudiando en la academia, lo iba a hacer sea como sea. A esos efectos le importaba muy poco estar haciendo esperar a una chica. Según el, su deber máximo en la vida consistía en ser leal con todas aquellas personas que lo merecían.

— Muy bien —Dijo Hakan, tras no haber querido insistir con los detalles que habían llevado a su amigo a caer en las garras de Mika—. ¿No sientes nada por tu ex novia entonces?

— Ese no es el punto. El problema es qué, acordarme de eso mientras hablaba con Kate Miller me hizo sentir fatal. Hasta hace dos días, mi meta máxima era estar número uno en el ranking en la academia. La banda era solo cosa del pasado.

— ¿O sea que estás convencido de que esta decisión la estás tomando solo por querer tener más sexo con tu ex novia?

— No sé si sea eso exactamente, pero me temo a qué el sexo es una trampa ¿Que puedo hacer?

Riéndose de aquello, Hakan Mastouri le pidió un cigarrillo a Mak, quien llevaba tres en menos de veinte minutos.

— ¿Y la banda?

— ¿Qué tiene la banda?

— ¿Es algo que te importa demasiado ahora o dejó de importarte o qué? Supongo que ese debería ser el motor de tu decisión.

— Fue en su minuto el proyecto más importante para mí en mi vida.

— ¿Entonces por qué viniste a Castlebar? ¿Por qué te matriculaste en la academia entonces considerando que tenías proyectos más importantes?

— Pues porque a principios de año con la banda acordamos que este año solamente nos íbamos a dedicar a grabar canciones. Nadie habló de giras ni nada de eso. Planeaba viajar todos los fines de semana a Manchester en caso de que fuese necesario solo para ir a grabar, pero estos chicos decidieron prescindir de mi y de mi trabajo, enfocándose en irse de gira.

— ¿Usando tus letras?

— Más o menos.

— ¿Cómo más o menos?

— Decidieron seguir sin mí. Ahora, por razones contractuales, están exigiendo mi presencia.

Hakan Mastouri le envío un mensaje a Camila Suárez, quien le dijo que estuviese tranquilo, que iba a aprovechar aquel rato para hacer una llamada internacional.

— Sencillamente no la puedo creer —Dijo Hakan— ¿Cómo puedes soportar la idea de trabajar con gente tan desleal?

— Es la música, no sé. Extraño esa vida de banda.

— ¿Y extrañas a esa gente?

— La verdad es que no.

— Y aún así, por si fuera poco, dejaste botada a la exquisita de Kate Miller.

Oír aquello si que hizo lamentarse aún más a Mak, quien no pudo evitar tomar su teléfono e insistirle con llamarla, sin resultados positivos.

— ¡Nos vas a dejar botados a nosotros también, por si fuera poco! —Sentenció Hakan.

Publicidad EngañosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora