Top ten ranking general de la academia de escritores, primer año.
1- Tom Mc Carty........ 850
2- Catalina Marchessi.. 800
3- Lena Smith.......... 800
4- Constanza Müller.... 800
5- Mak Savicevic....... 750
6- Kate Miller......... 750
7- Ray Pérez........... 675
8- Camila Suárez....... 475
9- J.M Rodríguez....... 475
10- Jack Adams.......... 425
Comenzaba un nuevo día de aquella semana y Mak había despertado de lo más bien, pese a que tal vez las cosas no le estaban tanto saliendo como en un principio las tenía previstas.
Poco ya le importaba haber bajado un puesto más en el ranking considerando que aún estaba a tiempo, ya que además de estar consciente de sus fortalezas iba conociendo sus limitaciones, y gran parte de ellas tenía que ver con el hecho de que no le caía muy bien a todo el mundo, ya que el profesor Martín West le había fabricado una pequeña pero importante reputación de arrogante. El Grand Slam otorgaba mil puntos y era solo cosa de ganarlo para escalar hasta el primer lugar y poco a poco se iba curando de su ansiedad, para dar paso a esa mejor versión de si mismo que consistía en una confianza extrema hacia sus medios y en si mismo. Eso era lo mejor que le había podido ocurrir en mucho tiempo y aquello había que agradecerlo.
Por otra parte, sus contactos visuales con Kate Miller se prolongaban cada vez más y mejor y cuando no había nadie observandolos incluso se saludaban. Le gustaba aquel vínculo, pese a que al mismo tiempo no tenía nada de vínculo.
Debido a esa situación era que en parte lamentaba tanto que aquella semana de academia se le estuviese haciendo tan corta, ya que aquel día llegaba a su fin y por sus amigos no se preocupaba, puesto que habían desbloqueado la situación de verse los fines de semana incluso. Hubiese querido tener el valor suficiente como para invitarla a un café o algo así. Sin embargo y al mismo tiempo estaba consciente de que tenía que volver a preocuparse algo más de su trabajo remunerado que lo financiaba todo, ya que se le había vuelto a acumular pese a que contaba con su compañero Hakan Mastouri como aliado ¿Las causas? Demasiado relajo en parte.
Reviso su celular para observar con cuánto tiempo más contaba para llegar a la academia. Quería beberse el café mañanero sentado en el balcón con vista hacia el lago. Había un mensaje de texto proveniente de un número de teléfono desconocido, adjuntado a un código internacional que tampoco sabía a qué país pertenecía.
Decidió abrir aquel mensaje:
Buenos días, Mak. Soy Mika y lamentó bastante tener que molestarte. Te ruego que me llames. Si este asunto no fuese tan urgente me guardaría muy bien de molestarte. Besos.
Gracias en parte a los contactos visuales que sostenía con Kate Miller fue que no le afectó demasiado leer aquello, pese a que de todos modos lo perturbó un tanto, ya que pensó que nunca más iba a saber algo de ella. Decidió que no tenía nada de estúpido hacer algo al respecto y consideró que no era tan mala idea resolver aquello lo antes posible.
No podía estar toda la vida así y concluyó qué, pasara lo que pasara, iba a tener que asumir las consecuencias como sea.
— Mak Savicevic —Se apresuró ella en hablar— ¿Como estás?
No pudo evitar encender un cigarrillo a esas horas, pese a que quería cambiar sus hábitos.
— ¿Que quieres, Mika?
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Publicidad Engañosa
Teen FictionMak Savicevic, un joven y prometedor escritor que además de odiosamente competitivo es independiente financieramente, decide matricularse en la academia de escritores con el fin de competir por el preciado trofeo nobel de literatura digital. Los pri...