El poder de la tierra (3)

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Kate Miller hablaba por teléfono con Tomy Mc Carty a esas horas, pese a que la noche estaba más que avanzada.

— ¿Ideas para el torneo de habilidades literarias tipo tierra? —Preguntó Kate Miller.

— No te hagas la tonta —Respondió Tom, tras una carcajada— Puedes decirme... ¿Que ocurrió cuando fuiste a encerrarte al baño con ese tipo desconocido?

— Ya te dije —Respondió Kate, riendose—. No fue gran cosa y no me gustaría hablar de eso.

— ¿No sé supone que entre tú y yo no habían secretos?

Kate Miller se reía porque en realidad no había pasado nada. Lo intentó con todas sus fuerzas pero el asunto no fluyó, puesto que ella no se hallaba muy de ánimo como para andar haciendo ese tipo de cosas y menos que menos con un chico que no conocía.

— Es cierto que no hay secretos —Dijo Kate con ironía— ¿Y tú? ¿Pasó algo con Hans?

— Me gustaría contarte eso en persona ¿Tienes tiempo mañana a la hora del té?

— Por supuesto que sí. Así también aprovechamos de sumar actividades para el torneo de habilidades literarias tipo tierra. Se supone que la profesora nos va a hacer una pequeña revisión antes de entregar el relato definitivo.

— Muy bien —Dijo Tom, bostezando con enfasis— ¿Hablamos mañana entonces?

— Por supuesto que sí —Dijo ella, en parte aliviada de que aquella llamada se haya terminado— Hablamos mañana.

Kate colgó. Luego de aquello apago las luces y se le ocurrió revisar su celular antes de dormir.

Cuando lo veía en línea durante el último tiempo, ella siempre conservaba la esperanza de que el le hablara para preguntarle cómo estaba y cuando cálculó positivamente que Mak Savicevic no aparecía conectado por ninguna parte tomó la decisión de dejar su teléfono definitivamente a un lado.

En eso olvidó dejar el aparato en silencio y le llegó un mensaje vía WhatsApp. Pensando en que podría ser Tom que quería decirle algo que se le había olvidado se decidió a abrirlo y grande fue su sorpresa cuando comprobó que quien se quería comunicar con ella era nada más y nada menos que Jessica Cordoba.

— Hola —Decía el mensaje— ¿Estás?

Decidió responderle de inmediato. Rato atrás había estado pensando en ella y en ese entonces no dió crédito a aquella coincidencia.

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Había estado en la tarde con Lana Ramsey y María José Juárez y sentía que no, que con ellas no podía hablar de eso. Era por eso que había estado pensando toda la tarde en escribirle a Kate Miller, puesto que hasta entonces no tenía mucha confianza con otras chicas de la academia.

— Hola Jessica —Le escribieron— ¡Que sorpresa a estas horas! ¿Cómo estás?

Sintió una satisfacción enorme cuando comprobó que su compañera le respondía inmediatamente. Mal que mal ella estaba ahí en línea y en un principio temía a qué no le contestara.

— Un poco preocupada —Escribió— ¿Cómo van las cosas en el torneo?

— ¿Me escribes para pedirme ayuda otra vez?

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