El poder del fuego (1)

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Ranking general de la academia de escritores primer año

1-  Kate Miller............ 1500

2-  Tom Mc Carty........... 1350

3-  Ray Pérez.............. 1175

4-. Catalina Marchessi..... 1150

5-  Lena Smith............. 1050

6-  Constanza Müller........1050

7-  Mak Savicevic.......... 1000

8-  Camila Suárez.......... 1000

9-  J.M Rodríguez..........  825

10- Hans Wörns.............  750

Tras varios días de clases durante las cuales no había especie de contacto alguno entre ella y él, Kate Miller decidió tomar el toro por los cuernos, mal que mal aquello no tenía nada de malo.

Simplemente extrañaba sentirse en confianza con un chico que admiraba mucho.

Aquel día llegó más temprano de lo habitual y ahí vió a Mak Savicevic leyendo un libro. Lo notó muy concentrado y lo observó un buen rato antes de proceder. Le gustaba mirarlo así, moviendo sus largas pestañas mientras él se deleitaba con la lectura, y cuando lo vió sacar su teléfono para responder un mensaje y captó aquella sonrisa que delataba cierta complicidad de algo ya no pudo aguantar más y se acercó definitivamente.

— Hola —Le dijo Kate.

Mak Savicevic parecía despertar de un sueño cuando la vió.

— Hola —Le dijo— ¿Que tal?

A Kate Miller le parecía que aquella mirada no comunicaba nada, por lo que le costó bastante continuar.

— ¿Podremos hablar?

Mak Savicevic cerró el libro y se puso de pie.

— Hablemos —Dijo sonriendo.

Caminaron hasta la cafetería, considerando que las clases aún no comenzaban.

— ¿Siempre llegas a esta hora? —Le preguntó ella.

— Casi siempre —Respondió él— ¿Quieres un café?

— Bueno.

— ¿De cual?

— Quiero del mismo que escojas tú.

Tras hacer el pedido y recogerlo el mismo Mak Savicevic salió de ahí y ella lo siguió. A Kate Miller le dió la impresión de que el no quería que nadie los viera juntos.

— ¿Pasó algo? —Preguntó Mak.

— Siento que las cosas están raras entre tú y yo y bueno... La verdad es que no me gusta estar así.

— ¿Por qué dices eso? La verdad es que no entiendo a qué te refieres.

— Me siento incomoda así y bueno, me caes bien, no sé. Antes había más buena onda entre nosotros.

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