Tras haber dormido de lo más bien tras haber logrado comunicarse con Mak Savicevic, Kate Miller logró levantarse de la cama con muchísima más energía de lo habitual, pese a ser un fin de semana que normalmente debería ser destinado a descansar.
Una vez que desayunó puso algo de orden en la cocina y en eso tomó su celular. Le había escrito Tom Mc Carty.
— Negra —Le dijo— ¿Cómo estás?
Le respondió en el acto, en cuanto leyó aquellas líneas.
— Algo nerviosa —Escribió—. Se supone que Mak va a venir a mi casa y voy a estar sola ¿Que crees que debería ponerme para recibirlo?
Vio que tras escribirle inmediatamente a su amigo este aparecía automáticamente en línea. El también le contestó en el acto.
— Es competencia, no son citas —Le escribió su amigo, con unos emojis que mostraban la lengua—. ¿Que vas a hacer antes de almuerzo?
— Pensaba ir a una tienda donde venden productos importados de comida italiana —Escribió, mirando la hora y considerando que aún estaba muy a tiempo— ¿Por qué me preguntas?
— Pues porque Hans me invitó a almorzar a su departamento y estoy demasiado nervioso ¡Necesito un abrazo tuyo amiga, para poder calmar mi ansiedad! Sé que no es una cita, pero tú sabes que entre Hans y yo pasan cosas.
Tal vez yo también necesito un abrazo para calmar mi ansiedad, pensó Kate Miller, recordando que aún no se decidía a qué receta elaborar de las tantas que había estudiado. Solo sabía que, según la obra, se podía deducir que la comida favorita de Mak Savicevic era la italiana.
— ¿Te parece si me acompañas hasta ahí? Podrías pasar a buscarme en bicicleta mientras yo termino aquí.
— ¿Te queda mucho por terminar?
— La verdad es que no. De hecho, pensaba casi ir saliendo.
— ¿Pasas por fuera de la academia para ir hasta esa tienda?
— No precisamente, pero si podría intentarlo, ya que no me queda muy desviada del camino.
— ¿Te parece si nos juntamos dentro de diez minutos?
— Me parece excelente —Escribió Kate, mientras presionaba el botón de lavado rápido de su lavadora automática—. Te dejo, voy saliendo
Acto seguido salió de la sala de su casa y cerro con llave, para posteriormente dirigirse al garage con el fin de tomar su bicicleta. Pedaleó lentamente hasta llegar al parque que estaba a un costado de la academia y Tom ya estaba ahí.
— ¿Te parece si nos fumamos un cigarrillo antes de hacer todo? —Le preguntó Tom, tras saludarla con un cariñoso beso en la mejilla.
— ¿No crees que es muy temprano para fumar? —Preguntó Kate, fingiendo un gesto de asco.
— La verdad es que sí pero el problema es que estoy demasiado ansioso.
— Bueno, eso es comprensible. Yo también estoy demasiado ansiosa.
— No me parece saludable que estés tan ansiosa.
— Podría decir exactamente lo mismo de tí, amigo querido.
Se sentaron en el pasto tras reirse de ellos mismos y Kate accedió porque consideró que aún le quedaba tiempo, tomando en cuenta que Mak Savicevic aún no le confirmaba la hora y eso generaba la probabilidad de que el asunto fuese cena o almuerzo.
— ¿Así es que cita con Mak Savicevic? Quien lo diría, negra.
— Yo no soy negra —Le respondió Kate, riéndose y dandole un suave golpe en el brazo—. Jamás he entendido por qué me dices así.
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Publicidad Engañosa
Teen FictionMak Savicevic, un joven y prometedor escritor que además de odiosamente competitivo es independiente financieramente, decide matricularse en la academia de escritores con el fin de competir por el preciado trofeo nobel de literatura digital. Los pri...