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Amigos y rivales (1)

Estaban demasiado despiertos a pesar de la hora.

Al fin tenían el gusto de conocer a Martín West, el famoso y díscolo profesor de habilidades literarias tipo agua de la academia. Hablaba y hablaba sin parar, amenazandolos sarcásticamente con que si no tomaban apuntes lo iban a pasar muy mal.

—… El cambio de paradigma —Decía, con una voz cansada hecha a propósito—. Siempre llega un hecho histórico capaz de romper con lo ya existente, con lo que era la noción del sistema que había en ese momento y a partir de eso asoman profundos cambios culturales. A ver, amigues, por si es que alguien está entendiendo. ¿Habrá alguien tan amable como para darme un ejemplo?

— ¿La caída del régimen soviético? —Preguntó Ana Izmailova.

— Fundamente su respuesta —Dijo el profesor.

— Muertes, exilio, torturas.

— Los comunistas se lo merecían —Opinó Catalina Marchessi.

— Tranquilas —Dijo West, intentando reservar su real carácter para otra ocasión, ya que primero prefería conocer a la gente en el aula—. Me gustaría que esta discusión se lleve a otro plano. Quiero que piensen más como publicistas, más mercadológicamente, incluso dándole más importancia a eso que a la literatura.

En eso golpean la puerta. El profesor se puso de pie y se dirigió a abrir. Era Rob Irwin.

— ¡Adelante! —Dijo el profesor, haciendo notables esfuerzos para no opinar nada acerca del considerable olor a copas que portaba el recién llegado.

Hubo en el salón de clases un brevísimo instante que se tomaron los demás en hacer comentarios en voz baja sobre diversos asuntos.

— ¿En qué íbamos? Ah, en las consecuencias del paradigma a partir de una perspectiva mercadologica. A ver, ¿Usted?

— Catalina Marchessi.

— Cuénteme, señorita Marchessi.

— Una vez que Rusia comenzó a curarse del cáncer comunista el país comenzó a levantarse de nuevo. Mamá me contaba que se fue a estudiar allí y que los rusos estaban bien contentos porque llegaron coches de lujo, ropa de marca y electrónica del primer mundo, cosas que antes nunca tuvieron por culpa del bloqueo económico que sufrieron.

El profesor Martín West miró la hora. Luego dijo:

— Me parece interesante su análisis pero no es lo que estoy preguntando.

En el fondo de la sala Catalina seguía hablando, en voz más baja. Se las tomaba con Reno, quien se sentía incómodo porque desde el otro extremo era Hakan Mastourí quien le explicaba cosas, relacionadas con el consumismo y el mercado de aquella época mientras el solo pensaba en su secreto. Después de como había actuado la tarde anterior, no podía dejar de preguntarse si su compañero Mak Savicevic iba a ser capaz de guardar aquello que ya sabía.

— ¡Silencio atrás! —Exclamó el profesor— Usted, la de gafas cuadradas. ¿Cual es su nombre?

— Lena Ramsey.

— Cuénteme, miss Ramsey.

— Si hablamos de la guerra fría, es evidente que la música provocó un cambio importante, sobre todo en Norteamérica.

— Por ahí si, aunque me gustaría que esta discusión se llevase a un plano más mercadológico.

— ¿Podría ser que cambiaron la música de la televisión por una música que incitaba a vivir la vida al máximo?

— No está muy claro. En fin. Lo que me interesa que entiendan es qué… Jóven, el del fondo, columna izquierda.

— ¿Sí?