Tras un rato durante el cual había tenido actitudes que ella consideraba que estaban siendo bastante erráticas, Lena Smith al fin se sentía a gusto con Reno Cauldfield, con quien se divertía enormemente hablando de los diversos gustos que tenían en común.
— Entre Smash, Punk in Dubric y Dokie prefiero el de Green Day. Siento que, sin ser una banda tan asquerosamente comercial en esos momentos, el sonido que hicieron esa vez fue clave para toda la música comercial que iba a haber desde ahí en adelante.
— En ese caso considero que el Smash es más relevante —Debatió Lena Smith—. Es evidente que Dokie se hizo conocido por su sonido popero, nada más.
— Sonido popero que no existía en ese entonces —Protestó Reno Cauldfield–. De todos modos, como obra en sí, creo que la mejor de todas es Punk in Dubric. Nofx debe ser una de las bandas más auténticas del género.
— No me gusta la política, la verdad. Si a mí en algún momento me llegaron a gustar bandas de ese género musical fue porque la música británica la considero demasiado invernal, casi como si fuese de otro siglo, demasiado medieval, quizá estoy hasta exagerando, pero por ahí va la cosa. Ese año que viví en San Diego por culpa del trabajo de mi padre antes de que con mamá se separaran fue increíble para divertirme y ser lo que soy ahora en estos momentos. De hecho ahí conocí a Andrew.
Vio el rostro que puso Reno Cauldfield cuando oyó el nombre de su novio y aquello se lo confirmó; Podría pasárselo de lo más bien con su compañero. Concluyó que el miserable de Andrew podría estar de gira por Inglaterra durante todo el tiempo que el quisiera.
— A mí si me gusta el rock británico —Dijo Reno Cauldfield, tras rascarse la cabeza—. Creo que tiene como una percepción de lo espacial que en un lugar tan caótico como Norteamérica es imposible de reproducirse.
— En el fondo estoy de acuerdo contigo en todo —Le dijo Lena Smith—. La diferencia es que yo soy más de acá que de allá, dónde pasé más tiempo en Nueva York que en California. En el fondo la percepción que tenemos la determina el hecho de que conozcamos tanto el mundo, o las dos partes, si se puede decir. Podría decirse que por el hecho de nacer en Inglaterra soy una adicta a la cultura estadounidense.
En eso sonó el celular de Reno Cauldfield, quien le hizo una seña a Lena Smith para ponerse de pie porque el llamado era de carácter privado. Lena Smith aprovechó de retirar el par de botellas y poner un par más. Pese al momento y todo eso, a Lena Smith le estaba bastante trabajo reconocer que se la estaba pasando de lo mejor con Reno Cauldfield, quien volvía en ese momento con un rostro que a ella le pareció como la de alguien que acababa de recibir un balde de agua fría.
— ¿Qué pasó? —No pudo evitar preguntar Lena Smith ante aquella evidente mirada de preocupación.
— Mi padre —Dijo—. Mi padre me acaba de decir que el plazo para enviar la narración para el torneo de habilidades literarias tipo aire se adelanta para mañana. Me dijo que hiciera lo que quisiera con esa información.
— Debe ser para probarte —Le respondió Lena Smith, poniéndose inmediatamente en modo alerta— ¿Me das permiso para darle esa información a mis amigas?
— Preferiría que supieran todos –Dijo Reno Cauldfield—. Tal vez tú podrías ayudarme.
Lena Smith no se hizo de rogar ante aquello y tomó inmediatamente su teléfono con el fin de difundir aquella información. No le desagradaba del todo el hecho de que se adelantara la competencia, puesto que la presencia de Reno Cauldfield la había inspirado bastante como para comenzar a escribir lo antes posible.
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Bastante incómoda, Jessica Córdoba aún hacía sobremesa con Javier Busquets en un exclusivo restaurante ubicado en Galgway. Se sentía la más puta de las putas estando ahí y haciéndole compañía.
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Publicidad Engañosa
Teen FictionMak Savicevic, un joven y prometedor escritor que además de odiosamente competitivo es independiente financieramente, decide matricularse en la academia de escritores con el fin de competir por el preciado trofeo nobel de literatura digital. Los pri...