El poder de la tierra (6)

2 1 0
                                    

Le había costado bastante hablar de todo aquello pero aún así lo hizo mientras bebían café en el balcón mirando hacia la calle. Mak Savicevic creía que su compañero oía todo aquello con bastante incómodidad y en parte no lo culpaba, puesto que todo aquel sentimiento provocaba una especie de vergüenza ajena bastante difícil de digerir.

— ¡No lo puedo creer! —Dijo Reno Cauldfield, intentando no imaginarse nada de lo que le contaban— ¿Por qué no nos quisiste contar?

— Rob Irwin es demasiado impulsivo y bueno, Hakan Mastouri es como muy sanguíneo para sus cosas.

— ¿A qué te refieres con sanguíneo?

— Demasiada piel, demasiada sangre. Si te cuento a tí, es solo porque considero que eres más inocente. Hakan Mastouri podría utilizar todo esto para no sé qué y no sé, pese a que le tengo bastante confianza, lo que te estoy contando a tí es algo muy íntimo.

— Se agradece bastante la confianza —Dijo Reno, dándole un último sorbo a su café.

Mak Savicevic encendió un cigarrillo, un poco arrepentido de haberle contado a Reno Cauldfield y no porque le generará desconfianza, sino porque temía el hecho de cómo podían ser las cosas de ahí en adelante. Le daba la impresión de que aquello podía ser algo bastante reactivo.

— ¿Y Kate Miller? —Preguntó Reno.

— ¿Que sucede con Kate Miller?

— ¿Te dijo algo? ¿Acaso no sabes cómo se tomó lo que pasó?

— No tengo la menor idea.

— ¿No has vuelto a hablar con ella?

— No.

— ¿Y por qué?

— Me da mucha vergüenza, Reno. Imagínate haber visto esos vídeos antes de ver eso en vivo, más aún estando con ella ¿Que harías tú en mi lugar?

— No tengo idea.

— ¿Comprendes por qué no quise hablar ni con Hakan ni con Rob? Seguramente se burlarían de mí y creerían que estoy exagerando. Y bueno... Esas son las razones por las cuales me está incomodando tanto ir a la academia.

Tras terminarse aquel cigarrillo Mak Savicevic encendió otro. Reno lo miraba fijo y el agachó la mirada.

— ¿Y qué piensas hacer? —Le preguntó Reno.

— Seguir adelante, supongo. Javier no ha vuelto a ir a la academia casi. Espero poder algún día sacarme esas imágenes de la cabeza.

— ¿Y no preferirías buscar ayuda profesional?

Mak Savicevic soltó una sonora carcajada.

— Dentro de todo igual creo que puedo estar exagerando. No sé muy bien cómo son las costumbres acá. Tal vez el asunto no sea tan terrible pero bueno, quizá es paranoia mía, pero me da la impresión de que ese Javier Busquets me está vigilando.

— ¿Y por qué querría vigilarte?

— Pues no tengo la menor idea. Pero sí, lo he visto muy cerca mío muchas veces.

— ¿No estará enamorado de tí?

— ¡Qué estupideces dices! —Se rio Mak.

Luego pensó que aquello no podía ser tan descabellado y se sintió mal de veras. No sabía cómo hacerlo para sacarse todo aquello de la cabeza.

— ¿Y Kate?

— ¿Que tiene que ver Kate?

— ¿En serio no ha intentado comunicarse contigo despues de todo eso?

Publicidad EngañosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora