Mientras hacían la sobremesa, Rob Irwin les iba explicando cómo podían hacerlo para adjudicarse el Grand Slam.
— La creatividad es el 20 por ciento —Decía—. El resto es trabajo duro. Yo soy la creatividad y ustedes son el trabajo duro.
Javier Busquets aplaudía y tanto Lana Ramsey como María José Juárez lo secundaban, mientras que Jessica Córdoba lo observaba todo con cierto escepticismo.
— ¡Muy bien! —Arengaba Javier Busquets—. ¡Hay que hacer lo que sea por salvarse! ¡Recuerden que si no sumamos puntos va a estar muy difícil continuar para la segunda parte del año!
En eso sonó su teléfono. Era una impostergable llamada de Caks y tuvo que salir al estacionamiento a responder.
— ¿Sí?
— ¿Cómo van las cosas? ¿Supiste si mamá desistió de ese estúpido viaje a Sudamérica? ¿Lograste convencerla de que lo mejor que puede hacer es guardarse?
— Aún no —Respondió Javier—. La verdad es que en estos momentos yo estoy trabajando en otro frente del caso.
— ¿Cómo así?
— En otro frente del caso pues. Hay que desestabilizar al objetivo.
— No te entiendo nada.
— ¿No era que querías arruinar la reputación de tu hermano pequeño? Pues en eso estoy ahora.
— Sigo sin entender.
— Estoy muy bien evaluado dentro de la institución, confía en mí. Estoy armando un montaje de aquellos y este tiene que funcionar sí o sí ¡Estamos de suerte, cabrón! Di en el clavo preciso.
— Después me explicarás —Respondió Caks—. Por ahora me interesa mi madre. Deberías hacerle una visita y convencerla.
— Está bien —Respondió Javier—. Saliendo de aquí me pondré en contacto con ella.
Tras colgar, Javier Busquets aprovechó la instancia para comunicarse con Jessica Córdoba vía telefónica.
— ¿Sí?
— ¿Cómo están las cosas allí adentro?
— Este borracho no ha parado de dar la lata —Dijo ella— ¿En serio no pudiste conseguir a alguien más agradable?
— Este tipo es el cerebro de su equipo, sin él el winner no es nada y para eso te llamaba.
— No te entiendo.
— ¡Necesitamos que lo trates con mucho cariño! ¿Que tal si lo invitas a salir para después de esta comida?
— ¡Olvídalo, Javier Busquets!
— ¡Eres mi asistente personal y tienes que hacer todo lo que yo te diga!
Acto seguido Javier Busquets colgó y se dirigió a la caja del restaurant, con el fin de cancelar la cuenta sin que nadie lo viera. Luego se dirigió a la mesa:
— Tengo que irme —Dijo, en el momento justo que el mesero llevaba una última botella de vino que había pedido Rob Irwin—. Todo esto ya está pagado y pues bueno, me interesa que este equipo vaya forjando una nueva mentalidad ¡Nos vemos mañana en clases!
Acto seguido Javier Busquets se dio la media vuelta y desapareció, con el fin de comunicarse inmediatamente con Sonia.
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Iban por aquel café tras una comida que dejó con bastante apetito a Mak Savicevic, quien seguía hablando con Reno casi en voz baja. Ian Cauldfield ya no toleró más la situación.
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Publicidad Engañosa
Novela JuvenilMak Savicevic, un joven y prometedor escritor que además de odiosamente competitivo es independiente financieramente, decide matricularse en la academia de escritores con el fin de competir por el preciado trofeo nobel de literatura digital. Los pri...