Finales anticipados (3)

2 1 0
                                    

De vuelta desde la casa de Rob Irwin donde tampoco encontraron a Hakan Mastourí, Mak Savicevic iba en el más completo silencio. Reno Cauldfield buscaba la forma de convencer a su compañero de que era mejor aplicar un plan B.

— No sé si te fijaste, pero Lena Smith no quiso inscribir a sus otras dos compañeras —Dijo—. Eso es una señal de algo.

— Olvídalo, Reno —Respondió Mak, con cierto énfasis—. O sea, si tú quieres unirte a ese grupo podrías hacerlo pero por favor no cuentes conmigo.

— Por supuesto que no te voy a dejar solo, Mak.

— Da un poco igual a estas alturas. Supongo que todos velan solamente por sus intereses y tú deberías hacer lo mismo. No te sientas presionado, Reno.

En eso llegaron a la academia y Lena Smith se lanzó inmediatamente a ellos.

— Hola chicos —Dijo— ¿Cómo les fue?

Tanto Reno como Mak se miraron como interrogandose con los ojos.

— ¿A qué te refieres? —Preguntó Mak.

— Seguramente andaban tras los pasos del borracho desagradable ese —Respondió Lena, con bastante seriedad— ¿Que tal si conversamos?

— ¿Sobre qué?

— A ustedes les faltan dos integrantes y a nosotras también ¿Que tal si fusionamos?

Reno Cauldfield miraba con cierta expectativa a Mak, quien hizo sonar la nariz antes de hablar.

— Yo no podría trabajar con ustedes —Dijo Mak—. Nada personal, pero ocurre que no me imagino teniendo afinidad literaria con ustedes y sinceramente opino que ustedes tampoco.

Lena Smith soltó una breve carcajada.

— ¿Leiste nuestras obras para hacerte una opinión al menos?

— No es necesario leer sus obras para darse cuenta. Solo basta con oírlas hablar y con que ustedes también me oigan hablar a mí.

— ¿Acaso crees que con Fanny Silverstein y Constanza Müller escribimos lo mismo? No seas básico por favor, compañero.

— Tú y yo tampoco es que escribamos sobre los mismos temas —Dijo Reno Cauldfield, algo nervioso por contrariar a su amigo delante de la chica que le gustaba—. Aún así nos complementamos bien, creo.

— Ustedes son buenos en aire y en fuego —Agregó Lena Smith—. Nosotras somos las mejores en habilidades literarias tipo tierra. Alguna vez Samantha me recomendó que habláramos con ustedes y que hiciéramos esto. Que el borracho haya desaparecido es una excelente señal.

Mak Savicevic miraba el suelo, mientras Reno Cauldfield hacia fuerzas para que su compañero aceptara aquella proposición.

— Tendriamos que conversarlo muy bien —Dijo Mak— ¿Podrías darme de aquí a que llegue el cuerpo docente para tomar una decisión?

– Como quieran —Dijo Lena Smith, con una sonrisa—. Piénselo, chicos. Tendriamos grandes posibilidades de adjudicarnos el Grand Slam.

Acto seguido y sin decir ninguna palabra, Mak Savicevic siguió caminando y en eso lo atajó Kate Miller, tras asegurarse de que su amigo se había quedado hablando con su compañero..

— Hola tú —Le dijo— ¿Cómo te fue?

La vió sonreír y aquello fue como si se refrescara algo dentro de él al mismo tiempo que no daba crédito al hecho de que sus colegas escritoras estuviesen tan pendientes de él.

— Bastante mal —Dijo, intentando no dar muestras de debilidad—. Ni siquiera encontramos a Hakan Mastourí.

— Una lástima. Podría hablar con Tom para ver si los podemos adoptar en caso de que no puedan inscribir a su equipo.

— ¿Por qué dices eso? Se supone que denante logramos inscribir a nuestro equipo.

— Denante el profesor West dijo que no iba a ser posible inscribir alumnos ausentes en su equipo, que el riesgo era grande. El profesor Cauldfield te andaba buscando para hablar contigo.

— Que raro. Pudo haber telefoneado a Reno Cauldfield si es que hubiese querido ubicarme.

— ¿Quieres que hable con Tom?

— Olvidalo. No puedo permitirme ayudarle a la competencia a ganar puntos.

Mak Savicevic miró en dirección hacia el cielo y caminó en dirección hacia el pasto. Kate Miller lo siguió. El encendió un cigarrillo y le ofreció uno a ella, quien aceptó con una sonrisa.

— ¿Que piensas hacer si no estás dispuesto a sumarte a otro equipo? –Le preguntó ella.

— La verdad es que no debería estar pensando en eso —Le respondió, una vez más esforzándose en no mostrar debilidad y a la vez pensar en positivo.

— ¿Y en qué deberías estar pensando?

— En nuestro trabajo, la verdad. Resulta que hay algo que no te he contado.

— ¿Es muy grave lo que no me has contado?

— No es grave, al contrario. Antes que nada, necesito saber si te ha gustado el trabajo o si estás conforme al menos.

— Por supuesto que me ha gustado —Dijo Kate Miller—. De lo contrario no estaría aquí.

Evitando sonreír en presencia de ella, Mak Savicevic miró en dirección hacia el suelo.

— Tenemos que hablar de dinero —Dijo, tocándose el pelo.

— ¿Me vas a pagar pronto? —Preguntó ella, riéndose.

— ¿Necesitas dinero urgente? —Preguntó Mak, sin pestañear.

Kate Miller lo miraba con cierta expectativa, aún sonriendo. Sin embargo sus ojos se volvieron melancólicos casi inmediatamente.

— El dinero que nos ganamos con Javier lo ocupé en pagar la primera cuota de la hipoteca. A fin de mes tendré que pagar la segunda cuota y bueno, la verdad es que para eso estoy trabajando.

Mak Savicevic sacó rápidos cálculos mentales. Sonia le había adelantado una buena cantidad producto del viaje a Sudamérica y aún faltaba proponerle a su compañera que hiciera también el trabajo de él, tomando en cuenta que no sabía si allá iba a tener la tranquilidad como para poder cumplir con sus deberes.

— ¿Qué tienes que hacer esta noche? —Le preguntó.

— Nada ¿Por qué?

— Me gustaría invitarte a cenar, reunión de negocios ¿Estarias dispuesta?

En eso levantó la cabeza y vió que Reno Cauldfield le hacía como señas desde cierta distancia.

— Negocios son negocios —Dijo Kate Miller, sonriendo— ¿A qué hora nos vemos?

— En la noche. Paso por tí a tu casa ¿Puede ser?

— Será un placer —Dijo Kate Miller, apuntando hacia la dirección de Reno Cauldfield—. A la noche seguimos hablando mejor. Parece que allí te necesitan.

Mak Savicevic se puso de pie y caminó en dirección hacia su amigo, haciendo enormes esfuerzos en no hacerse expectativas con la mirada de Kate Miller, cuyos gestos no sabía como interpretar.

Publicidad EngañosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora