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A vencer o morir (1)

Reno no podía parar de llorar. Estaba a solas en la oficina de su padre junto con él, quien asumía indirectamente que algo tenía que hacer no solo para tranquilizar a su hijo, sino que tambien para tranquilizar el ambiente, puesto que la revelación de aquel secreto suponía algo que iba mucho mas allá de los talentos y de la competencia y de las mismas clases sobre todo.

— Tranquilo, Reno —Dijo Ian Cauldfield, mientras intentaba consolarlo—. Algo haré al respecto de inmediato.

— ¿Pero qué vas a hacer? —Preguntó Reno, sonandose los mocos— Lo mejor que puedo hacer es renunciar a la academia, es el castigo que merezco por haber sido tan cobarde.

— Tú no vas a renunciar a nada, Reno.

En eso golpean la puerta e Ian Cauldfield fue quien la abrió.

— Mak Savicevic, Rob Irwin —Dijo— ¡Pasen! ¡Pasen!

Una vez que vio a sus compañeros, Reno terminó de limpiarse la cara, tras voltear su rostro.

— Los dejo para que conversen —Dijo Ian Cauldfield—. Yo voy a intentar resolver esto por otro lado.

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Martín West seguía con sus reuniones de grupo y era el turno de Camila Suárez, Catalina Marchessi y Jean Manuelle Rodríguez.

— Falta uno acá —Dijo— ¿No me digan que ese bosnio transgresor los dejó cojos?

Camila Suárez hizo un gesto y Martín West le cedió la palabra.

— ¿Podemos integrar a Rob Irwin? No ha venido a clases y ocurre que...

— ¡Olvidelo! Yo ya llegué a un acuerdo con alguien, por si es que a alguien le faltaba un integrante.

— ¿Y quién es esa persona?

En ese momento golpearon la puerta.

— ¡Pase! — Gritó West.

Era Ian Cauldfield.

— Disculpe, colega —Dijo— ¿Podemos conversar en privado?

Martin West sonrió mirando el piso. Luego se incorporó.

— Salgan amigues, por favor —Le dijo a sus alumnos— Lee Sung Wong es un excelente elemento y está dispuesto a experimentar con otras gentes. ¡Vayan a convencerlo!

Ian Cauldfield vigiló la puerta hasta que salieron. Luego la cerró suavemente.

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La noticia de que en realidad Reno Florenzi era Reno Cauldfield se esparció rápidamente por la academia y en especial por los alumnos de primer año.

— Fuimos buenos en Aire —Dijo Ray Pérez —. Va a ganar siempre el hijo del profesor.

— Así es —Dijo Danny Van Bossen.

Jack Adams estaba un poco harto de los comentarios de Ray Pérez.

— Recuerda que los puntos que tenemos son gracias a Reno —Dijo.

— ¡Pudieron haber sido más si es que a ese estúpido no le tiritaba la voz!

En eso llega Kate Miller, quien iba de la mano con Tom Mc Carty.

— ¿De qué hablan? —Preguntó.

— Del padre del año —Respondió Enzo— ¿Que opinas, Tom?

— No tenía idea de que eran padre e hijo, pero algo se sospechaba.

— Yo también sospechaba algo —Dijo Jack Adams— No sé si recuerdan, pero siempre había tensión ahí.