El poder del aire (8)

1 1 0
                                    

— Jamás pensé que tu relación con mi hijo podía ser tan nefasta —Dijo Sonia.

Javier Busquets pensaba casi sin parar. Aún se sentía avergonzado por el modo como lo trató su compañero.

— Por lo menos me contestó —Le dijo—. Tuviste la suerte de oír su voz por lo menos.

— Eso es verdad —Dijo Sonia—. La verdad lo que me preocupa es lo desconfiado que puede ser ¿Cómo crees que le fue a Lerna con él?

— Esperemos que bien —Dijo Javier—. De todos modos Mak desconfía de todo al mundo al parecer. Da lo mismo si es chica o no.

— Esperemos que Lerna nos ayude a acercarnos a él. Yo también haré lo posible por lograrlo.

— ¿Y como lo vas a hacer? Eres su madre. No tienes ninguna posibilidad de seducirlo.

— Iré a esa academia a intentar matricular a Lerna. El otro día me contó que su sueño era estudiar literatura.

No habían hablado aún con Lerna, quien, en estricto rigor, había sido ella misma quien había quedado en comunicarse y cuando estaban a punto de romper aquel procedimiento sonó el teléfono de Sonia.

— Lerna, hija —Le dijo—. Nos tenías preocupados ¿Qué impresión te causó mi hijo?

— Es un excelente chico, según yo —Dijo ella—. Tanto enredo que ustedes están planificando creo que es francamente innecesario. Solo es cosa de decirle que su madre lo busca y ya está.

— Hay que conocerlo de cerca primero —Respondió Sonia—. Hay que buscar una fórmula para que él me acepte.

— O que me acepte a mí —Dijo Lerna— ¡Vieran como me miraba!

— ¿Como te miraba?

— Me miraba como si yo fuese un plato de comida.

— ¿Y en qué está el ahora?

— Llevo mucho rato en el balcón y no ha salido. Oh, esperen ¡Siento unas voces!

— No cuelgues —Dijo Sonia.

Acto seguido, Javier conectó un parlante al teléfono de Sonia, con el fin de oír con más claridad.

— Está con una chica —Dijo.

— ¿Cómo es la chica?

— Tiene un acento extraño y pese a no ser morena del todo, tiene una increíble fisonomía de latina. Tiene buenas curvas.

Pensando en que aquella descripción calzaba perfectamente con la de Jessica Córdoba, Javier Busquets maldijo en dirección hacia el suelo. Solo esperaba que Lerna se enterase que el trato con él iba a ser aparte, pero en caso de que Mak Savicevic se enganchara de Jessica Córdoba, la presencia de Lerna iba a ser absolutamente inútil.

— ¿Algo que puedas oír?

Hubo un silencio más o menos breve que pareció extenderse por más tiempo de lo que era normal.

— Ahora sí —Dijo Lerna—. Tuve que entrar porque me vió. No entiendo nada de lo que hablan porque parece que lo hacen en español.

Aquello si que confirmó que era Jessica Córdoba quien hablaba con Mak Savicevic, cuestión que hirió profundamente el ego de Javier Busquets  tomando en cuenta que rato atrás lo había invitado a divertirse.

— Por eso mi hijo no quiso salir contigo —Le dijo Sonia a Javier— Te dejo por ahora, Lerna ¿Sabes lo que tienes que intentar hacer de aquí a la noche?

— Supongo que sí.

— ¡Muy bien! Yo llegaré mañana por la mañana. Mientras tanto voy a inventar una historia muy trágica y convincente como para que Mak se conmueva ¿Te parece?

Publicidad EngañosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora