44. El extraño diario de Zac

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Había pasado una semana desde que empezó el ciclo escolar. Para ese entonces muchas cosas habían ocurrido. Primero, una chica de primer año se había unido al consejo estudiantil. Se llamaba Carly. Parecía inofensiva y hasta cierto punto aburrida. Pero no era tan tonta porque hasta ella sabía que no debía aceptar ser vicepresidenta. Nadie pudo engañarla para que aceptara el puesto. Así que a su pesar, Harry terminó aceptando.
Nuestro primer movimiento fue exitoso. Sólo unas cuantas personas fueron sorprendidas haciendo bromas y ninguna era cruel. Al menos no dejaban traumadas a sus víctimas. No pasaban de engañar a los nuevos alumnos con la ubicación de ciertos lugares.

Eso me hizo reconsiderar las reglas. No quería ser tan severo. Porque un sector de la comunidad estudiantil sí se enojó por lo de las bromas. Sabía que no llevaba ahí mucho tiempo pero ya tenía enemigos.

Por otra parte, los rumores sobre nosotros se esparcieron rápidamente. Curiosamente esa vez nadie había hecho nada. Decían que el jardín era sólo para nosotros porque nadie más se lo merecía. Muy pronto nadie además de nosotros iba ahí. Me gustaba la privacidad pero no quería que nos vieran como un grupo de personas excluyentes. Decían que éramos vampiros, que estábamos en una secta, que éramos agentes secretos del gobierno y hasta que nuestra verdadera identidad era que veníamos del espacio.
Todo era loco pero lo creían. Posiblemente porque Evan llamaba mucho la atención. De hecho, todos llamaban la atención. Laura y yo por ser miembros del consejo, Jimi por ser Jimi y Jason por ser el único alumno que podía andar por la escuela con perforaciones sin que nadie le dijera nada.

Era estresante. Sin contar con lo de Will.

Laura parecía triste y sabía que era por eso. Ella se entendía muy bien con Will y ahora él no estaba. Por mi culpa. Quería sentirme culpable, como si hubiera hecho algo malo pero en el fondo seguía sintiendo que era lo mejor. Yo no quería verlo y él tampoco a mí. Sonaba terrible que esa fuera la solución por la que ambos optamos, pero ya no podía hacer nada.
No iba a poder perdonarlo. No quería. Si hablaba con él sólo le diría cosas crueles como la última vez. Sabía que lo había lastimado. No recordaba mucho pero presentía que lo herí. En ese aspecto sí quería actuar. Se merecía una disculpa mejor. Un simple mensaje dicho por alguien más no era suficiente.

Lo más triste de todo era que no podía terminar de creerme que todo ese tiempo juntos hubiera terminado de ese modo. Repentinamente era como si nunca existiera.
Lo deseaba. Que todos esas memorias se fueran. Porque era terriblemente doloroso recordar. Al mismo tiempo me hacían sentir que esos días de mi vida no habían pasado volando. Existían. Yo era feliz.

Quizá simplemente era eso. Había sido feliz y me negaba a olvidar eso.

Así que esa era mi vida en ese entonces, mientras estaba sentado en el jardín junto a los demás. Sólo me quedaba pensar.

— Te ves preocupado— me dijo Jimi. Lo observé.
— No, estoy bien— dije.
— Parece que algo te molesta— dijo Laura.
— Tú también te ves así últimamente— dijo Evan—. Lo sé, es por Will. Yo también lo extraño.

Todos se miraron. Yo traté de no hacerlo.

— Tenía una oportunidad y decidió aceptarla— dijo Jason—. Respetemos su decisión.
— Entiendo eso— dijo Jimi—. Pero no me gusta. No podemos verlo como antes.
— Siempre está ocupado— se quejó Evan.
— Él eligió eso— dijo Laura—. Es lo mejor.
— ¿Para quién?— dijo Evan—, porque nadie parece feliz.

La observé. Y ella me miró a mí. Nuestros ojos se encontraron. Entonces lo supe. Ella sí sabía que él se había ido por mi culpa. Definitivamente lo sabía.

— Iré por algo para beber— dijo y se levantó del césped.
— Espera— le dije—, voy contigo.
— No es necesario— dijo.

La observé irse.

— Sí que está triste— dijo Jimi.
— Se le pasará— dijo Evan—. Sólo debe acostumbrarse. Debemos porque yo también extraño a Will.
— ¿Qué les pasa a todos a ustedes?— dije enojado, todos me observaron—, ¿Por qué nadie me está reclamando por eso?
— ¿De qué hablas?— preguntó Jimi.
— De Will— dije—. Se fue por mi culpa y es obvio que sí.
— Pero Laura dijo que se fue porque le salió una oportunidad para trabajar en el hospital— dijo Evan.
— ¿En verdad son tan ingenuos? Se fue porque no quiere tener que encontrarse conmigo.
— Will no es así— dijo Jimi—. Es nuestro amigo. Es tu amigo.
— ¡Claro que no!— dije—, ¡Es todo menos mi amigo!
— Zac, creo que te estás equivocando— dijo Evan.
— ¡Ustedes son los equivocados!— dije—, ¿Por qué aún siguen conmigo? ¡Por mi culpa Will se fue y se nota que lo extrañan mucho!
— ¡Pero no es tu culpa!— dijo Jimi.
— ¡Sí lo es, por eso Laura se fue!— dije—, ¡Ni siquiera quiere estar conmigo!
— Zac, deja de hablar— dijo Jason.
— ¡No! ¡Es la verdad y lo saben!
— Evan, Jimi, necesito hablar a solas con Zac— dijo Jason.

Ellos se levantaron inmediatamente. Se alejaron rápido.

— Es por mi culpa— dije—. Will se va por mi culpa y ellos están fingiendo que no es así porque no quieren que me sienta mal.
— Estoy seguro de que tanto Evan como Jimi no creían que Will se fue por tu culpa. No hasta ahora. Si lo hicieran probablemente no lo dirían para no hacerte sentir mal. Eso haría un buen amigo. En cambio tú sí que los estás haciendo sentirse mal— dijo.
— Nunca dije que fuera un buen amigo— respondí.
— No necesitas decirlo— dijo—. Lo veo.
— ¿Entonces porqué sigues aquí? ¿Por qué siguen todos aquí?
— Porque éste no eres tú— dijo—. Normalmente no te comportarías así. Sólo te sientes culpable.
— Lo soy.
— No te estamos culpando por nada— dijo.
— Laura sí me culpa— dije—. Lo sé. Lo veo en sus ojos. Sé que quiere decirme que por mi culpa Will se fue.

Jason me observó. Se levantó. Me levanté.

— No voy a mentirte— dijo—. Posiblemente sea cierto. Will puede haberse ido porque no quería encontrarse contigo. Porque ustedes jamás resolvieron el problema que tenían. Sí, no es de nuestra incumbencia. Y Laura lucha cada día por separar lo que debería sentir sobre este asunto para no tomar parte en esto. No es nuestro problema. No interferiremos. Los conflictos que ustedes tengan no tienen nada qué ver con nosotros. Así que no entiendo porqué quieres meternos en eso.
— ¡Por que ya no lo soporto!— dije—, ¡No sé manejarlo! ¡No quiero que ustedes sufran por eso pero no puedo dejar de pensarlo! ¡Me siento culpable y al mismo tiempo me enoja!

Él me observó.

— Creo que necesitas hablarlo— dijo.
— Necesito olvidar todo. Pensé que el tiempo haría que todo desapareciera pero... sólo hace que lo recuerde más.
— No va a desaparecer— dijo Jason—. Nada desaparece. Tampoco puedes huir.
— ¿Entonces qué hago? ¿Cómo puedo lidiar con algo que parece imposible?
— Habla. Dime qué pasó.
— No puedo hacer eso— dije—, no puedo.
— Sí puedes— dijo.
— No, yo...
— Zac, no hablar de algo no hace que deje de existir. Tienes que aceptar que pasó. Sea lo que sea.

Lo miré consternado. Sentía que me dolía el corazón. ¿Sería capaz de decirle lo que pasó?

— Sólo dilo— dijo.
— Es que... siento que si lo digo yo... me odiarán. Todos me odiarán.
— Somos tus amigos— dijo—. No lo haremos.
— Lo harán, lo sé.
— Zac, nunca juzgaremos a alguien por algo que hizo o dejó de hacer si creía que era lo mejor. No somos así. Si quisiéramos...
— Le gusto— lo interrumpí y lo observé atentamente—. Él lo dijo. Pero no es cierto. Está confundido y...
— Zac— dijo Jason, me sujetó del hombro—, ¿No crees que él estaba muy seguro de lo que decía?
— No lo sé— dije.
— Lo estaba. Sobre todo si consideras el riesgo que tomó.
— No, él está equivocado. No sabía lo que decía. Seguramente sólo...
— Zac— dijo él levantando un poco la voz, mirándome fijamente—, no es ninguna confusión y no hay nada detrás. Le gustas a Will, eso es todo.
— Pero...
— Acéptalo. Te hará las cosas más fáciles.
— No se siente así— dije.
— Por que no estás aceptando nada.
— No quiero.
— Zac, le gustas a Will y esa es la realidad, por más que te esfuerces en buscarle una explicación que no puedes comprobar. Le gustas. Te lo dijo. Lo rechazaste. Eso es todo.

Lo observé. No, no se sentía así. Dicho así parecía pequeño pero... en realidad era grande. Tanto que yo no podía hablar.

Problemas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora