101. El diario de Laura

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Le conté a todos lo que pasó. Will parecía genuinamente preocupado por mí, me sentí mal por hacerle eso. También estaba distraído. Zac estaba en su casa, justo como solía hacerlo antes de que todo eso pasara. Imaginé que no había nada más cruel que tener a la persona que querías tan cerca y a la vez tan lejos.

Madie empezó a charlar con Will animadamente y muy pronto acaparó su atención. La profesora nos regañó por ser tan imprudentes. Luego entró a la casa. Seguramente estaba preocupada por Zac, cosa que yo también sentía, él se había estado sintiendo mal en el transcurso de la noche según le dijo a Jason y como ya se había puesto mal antes, temíamos que le pasara algo.
Posiblemente su malestar era simplemente por estar ahí.

— Me alegra que te encuentres bien— me dijo Jimi.
— A mí también me alegra pero me extraña que no me hubieras incluido en tus planes— dijo Evan.
— Debías quedarte con Jimi— le dije—. Cosa que veo que sí hiciste. Parece que ustedes están bien.
— Eso tratamos— dijo Jimi.
— ¿En verdad te encuentras bien?— le pregunté a Jimi.
— Te juro que sí— dijo él—. Ustedes me hacen sentir bien, más ahora que estamos todos juntos.

Jimi sonrió y en verdad me sentí aliviada. Temía que lo de Derek pudiera dejarle algún daño permanente pero posiblemente era algo que superaría rápidamente porque Derek no significaba más que un amigo para Jimi. Su pérdida no representaba nada básicamente. Eso sí se merecía.

Jimi y Evan empezaron a hablar animadamente entre ellos. Aproveché eso para observar a Will mejor.

Miré a Madie. Reía con Will pero él miraba a cada rato sus zapatos. No se sentía bien, lo sabía.

— Creo que deberías de preocuparte por ti antes que por otras personas— dijo Jason, que estaba a mi lado.
— Tú deberías hacer lo mismo— dije.
— No, ese es mi trabajo.
— No es trabajo si no te pagan por ello— dije.
— De alguna forma creo que salgo ganando— dijo él, que también miraba a Will y a Madie—. Así que seguiré asumiendo mi papel.
— De acuerdo— dije y lo observé—. Sé que quieres regañarme así que hazlo rápido.
— No voy a hacer eso— dijo muy serio.
— ¿Por qué?
— No hiciste nada. Es más, te detuviste aún cuando podías en verdad salir victoriosa. Hiciste lo correcto. Me siento orgulloso. Si tuviera una galleta te premiaría con ella.
— ¿Qué soy, un cachorrito?— dije.
— ¿No quieres la galleta?
— Claro que sí— dije—. Aunque antes debería hablar con Will. Y pasar más tiempo con Jimi. También debería disculparme con Evan por no incluirlo en mis planes. Zac igual me preocupa...
— No, lo que harás será ir a casa, tomar un baño, desayunar algo y luego dormir— dijo.
— No tengo tiempo para eso— dije.
— No te pregunté si querías hacerlo— dijo—. Lo harás. No me salí de la escuela para ver que nuevamente vas a enfocarte en los demás. Primero estás tú.
— Pero tú no haces eso— dije—. Tú ves primero a los demás.
— Yo no soy el que trae puesto un aterrador vestido de novia— dijo—. Tengo menos problemas que los demás así que puedo ayudar.
— Yo también quiero ayudar.
— Quizá luego— dijo—. Primero deberías lucir menos aterradora. Ya después veremos.

En verdad necesitaba un respiro pero Will me preocupaba. También Jimi. Decía estar bien pero seguramente no lo estaba. Al menos tenía a Evan. Pero Will no tenía a nadie. Estaba solo. No podía dejarlo así.

— Me encargaré de todo— dijo Jason—. Pero necesito tu ayuda.

Lo observé.

— Will debería llevarte a casa— dijo—. Habla con él.
— Acepto esa misión— dije—. ¿Tú qué harás?
— Creo que Evan y Jimi están bien. Además, necesitan hablar y recuperar el tiempo perdido. Por otro lado, Zac luce terrible. Me enfocaré en él.
— Bien— dije—. Tú ayudas a Zac y yo a Will. Me agrada. De hecho, creo que hacemos un buen equipo.
— Yo también lo creo— dijo.

Sonrió y se fue. Lo observé irse. Aún cuando la situación era tan complicada él no parecía angustiado. Siempre sabía qué hacer.

Tenía suerte de tenerlo en mi vida. Mucha suerte.

Me acerqué a Will. Madie me observó.

— Will, ¿Me llevarías a casa?— pregunté.
— Claro— dijo él—. Sube al auto.
— Quizá yo también debería ir— me dijo Madie—. Por si tus padres necesitan alguna clase de explicación.
— Yo puedo hacer eso— dije—. Seré honesta con ellos. No les contaré lo de Jimi pero sí que me pasé toda la noche buscando venganza. Quizá se enojen conmigo pero estaré bien.
— Madie, deberías ir a descansar— le dijo Will—. Yo iré a dejar a Laura y luego tú y yo podremos ir a beber por la tarde.
— ¿Van a ir a beber?— pregunté.
— Sí, es algo que hacemos de vez en cuando— dijo Will.
— Pero son doctores— dije.
— Por eso, porque somos doctores— dijo Madie—. Todos en el hospital beben, es la única manera de liberar la tensión.
— Bien, no cuestionaré sus métodos— dije.

Me despedí. Quería despedirme de Zac pero no pude. Le dije a Jason que le dijera a Zac que iba a ir a visitarlo luego. Subí al auto. Will también. Empezó a conducir.

Evan y Jimi nos despedían con la mano. Giramos en una esquina. Will no dijo nada mientras conducía por algunas calles. Hasta que se detuvo abruptamente y se estacionó al lado de la calle. Yo observé.

— ¿Zac está enfermo?— preguntó.
— ¿Qué?— dije.
— Evan dijo que ya se ha desmayado antes. ¿Es cierto?

Parecía muy serio.

— No se ha sentido muy bien últimamente— dije—. Se ha desmayado varias veces.
— ¿Varias?— dijo preocupado—, ¿Y ya fue con un médico?
— No, de hecho ha tratado de escondérselo a su padre según me contó Jason el otro día. Una vez se desmayó en la escuela.
— Debería ir a revisarse.
— Él dice que es sólo estrés— dije, traté de tranquilizarlo—. Por la fiesta. Pero ya pasó así que seguramente todo volverá a la normalidad.
— Debería ir con un médico— dijo él—. Podría ser algo grave.
— Le diré, no te preocupes— dije—. Él y yo hablamos ayer y creo que estaremos bien a partir de ahora.
— Entonces cuídalo mucho— dijo—. Trata de convencerlo de que...
— Will— lo interrumpí, me miró—, tú... aún lo amas de la misma manera, ¿Cierto?

Él me observó sorprendido. Desvío la mirada.

— Lo sé— dije—. Puedo verlo. Está bien.
— No está bien— dijo—. Las cosas no deberían ser así. Yo me fui lejos y me aparté de todo... y sólo tuve que verlo una vez para que mi vida nuevamente se hiciera pedazos. He estado trabajando muy duro. Laura, no sabes cuánto lo he intentando. En verdad quiero no sentir nada pero... cuando Evan dijo que Zac no estaba bien y lo observé tan afligido sentí ganas de correr hacia él y abrazarlo, como si pudiera curarlo con eso... sólo quería que se viera menos triste. Pero cuando entendí que se veía así porque yo estaba ahí casi me pongo a llorar, aún cuando me juré a mí mismo que no volvería a sufrir por él. Soy un desastre.

Problemas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora