23. El diario de Laura

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Esa noticia no me la esperaba. Es decir, no entendía bien cómo pero, al parecer Evan tenía padres. Todo en torno a eso era un misterio para mí. Imaginé que Jimi lo sabía. Me moría de ganas por preguntarle. Jill se fue después de soltar un comentario tan fuerte como ese. Quería revisar la comida.

Pensé que después de eso tendría posibilidad de preguntarle a alguien sobre Evan pero la situación no se dió. Terminó el juego de voleibol de los chicos y después fuimos a comer. Estaban conversando muy a gusto así que no existía forma de que yo metiera a colación algo así. Sobre todo porque era el cumpleaños de Zac y él parecía en verdad estar disfrutándolo mucho.

Me quedé pensando en muchas cosas pero no pude hacer o decir nada. Por la tarde, regresamos a los autos. Tenía que regresar temprano para organizar la fiesta sorpresa de Will junto a Alex.
Pensé en mandarle un mensaje a Jimi preguntándole sobre eso pero no parecía apropiado. Así que durante todo el viaje de regreso, me la pasé preguntándome si era correcto o no preguntar eso por mensaje.

Además, el viaje de regreso ya no fue tan incómodo. Ya no me sentía extraña con Jason. Me agradó ver que todo volvió a la normalidad.

Llegamos. Jill y Zac se quedarían en su casa. Al parecer Jimi y Evan querían quedarse un poco más con Zac. Jason dijo que tenía que resolver unos asuntos y se fue. La profesora y George se ofrecieron a llevarme a casa de Will.
Eso hicimos. Entonces, yo no aguanté las ganas de preguntarle a ella sobre Evan.

— ¿Puedo preguntarle algo, profesora?— dije.
— Lucille— dijo ella—. Aún no soy tu profesora. Pero sí, pregunta lo que quieras.
— Es sobre Evan— dije.
— ¿Sobre Evan?— dijo ella muy extrañada.
— Sobre sus padres— dije.
— ¿Qué sabes sobre ellos?— preguntó sorprendida.
— Nada— dije—, ese es el asunto.
— Sé a qué te refieres. Jimi también preguntó sobre eso.
— ¿Jimi tampoco sabe sobre ellos?
— Al parecer no— dijo ella.

Repentinamente entendí de qué discutían tanto ellos dos. Seguramente tenía que ver con eso. Empecé a preguntarme si Jason lo sabía.

— ¿Por qué?— pregunté—, ¿Qué pasa con ellos?
— Es una larga historia. Una que le contaré a Jimi mañana y desde luego, puedes unirte si así quieres.
— ¿Unirme?
— Sí— dijo ella—. Iremos a visitar a los padres de Evan.

Traté de preguntar más pero ella dijo que quería concentrarse en la fiesta de Will. Pensé que eso era lo mejor aunque la curiosidad me comía viva.

En la casa de Will sólo estaba Alex. Pero teníamos un plan. Sólo debíamos organizarnos más. Por suerte ya habíamos comprado muchas cosas.

Alex había limpiado la casa. Nos dividimos. Yo me quedé con él preparando la sala.

— Quiero suponer que Zac no vendrá, ¿Cierto?— dijo él.
— No sabe que le haremos una fiesta a Will— dije.
— Menos mal. Aunque de por sí no vendría.
— ¿Porqué piensas eso? ¿Will te dijo algo?
— No, pero sospecho que él y Zac en verdad estan pasando por un momento difícil. Lo superarán pronto, estoy seguro.

Lo observé. No sabía si él sospechaba o no sobre lo de Will, pero si guardaba esperanzas de reconciliación era porque no se sabía toda la historia.

Para ese entonces yo ya había perdido toda esperanza. Tanto Zac como Will parecían enfocados en salir de esa situación en lugar de hablarla.
Honestamente eso era lo que más temía. No me gustaba pero entendía todo lo que pasaba. No era la misma situación que la que tuve con Zac. Era diferente y ellos no querían hablarla. No me gustaba esa resolución pero quería darles tiempo. Tal vez un buen día empezarían a hablarse como antes, al menos una vez y para quedar bien. Quizá ya no como buenos amigos pero... para arreglar las cosas.

— Ya casi van a empezar las clases— dijo.
— Cierto— dije—, debe emocionarte regresar después de no ir en todo este tiempo.
— No voy a ir a la escuela— dijo.
— ¿Qué?— dije.
— No puedo ir. Me veo bien pero no lo estoy del todo. Aunque no lo creas estoy sufriendo mucho dolor en este momento.
— Entonces no deberías estar haciendo esto— dije—, de hecho no deberías hacer nada.
— Duele pero no lo suficiente— dijo.
— Creo que todo tipo de dolor es horrible— dije, imaginé lo que sentía.
— No, hasta en el dolor hay tipos— dijo—. Lo que siento es de esos con los que se puede vivir.

Lo pensé. Entendía eso. Probablemente Will sufría ese tipo de dolor, no físico desde luego. Podría vivir con él pero... no por eso era menos doloroso.

— Probablemente iré hasta el año que viene— dijo Alex—. Será horrible porque quería graduarme con Evan.
— Perderás un año, no es tan malo— dije.
— Ya lo he hecho— dijo—. Sé que estaré bien pero... parece una eternidad.
— Si las cosas van bien podrías graduarte conmigo y con Jimi— dije.

Técnicamente era cierto. Él era de tercer año pero perdió ese año así que debía cursarlo de nuevo.

— Claro— dijo él—, a Jimi le encantaría graduarse conmigo.
— A Jimi sí le gustaría, él es un amor.
— Yo no le agrado— dijo—. Lo entiendo. Es decir, soy el ex de Evan. Pero en definitiva me agradaría graduarme contigo. Es como si fueras mi hermanita.
— Eres mayor que yo pero pareces más joven— dije—, imposible verte como hermano mayor. Y es injusto, me gustaría poder aparentar ser más joven de lo que soy.
— Supongo que perder años sí tiene sus ventajas. Posiblemente para Jimi también es muy conveniente verse joven, nadie sospecharía que alguien con su aspecto perdió un año escolar.
— ¿Perdón?— dije sorprendida—, ¿Jimi perdió un año escolar?
— ¿No lo sabías?— dijo él—. ¿Cuántos años tienes tú?
— Dieciseis— dije.
— ¿Y Jimi?
— Pensé que teníamos la misma edad.
— No, él cumplió según me dijo Will, diecisiete hace poco.
— ¿De verdad? ¿Cómo pasé eso por alto?— dije completamente asombrada.
— Déjame adivinar— dijo él—, supongo que tampoco sabes que Evan cumplió dieciocho. Es más, ¿Cuántos años está cumpliendo Zac hoy?
— ¿Cuántos?— dije, me sorprendía no saber nada.
— Dieciocho— dijo él.

¿Qué? ¿significaba que tanto Jimi como Evan como Zac había perdido un año escolar? ¿Por qué? Y sobre todo, ¿Por qué no lo sabía? Es mas, ¿Habían más cosas que no sabía? Porque parecía que éramos amigos pero no me sabía ni cuántos años tenían.

— ¿Qué está pasando aquí?— dije.
— Nada— dijo él—, sólo no conoces a tus amigos como pensaste que lo hacías. Pero tranquila, le pasa a cualquiera.

Problemas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora