Problemas de Pasillo

181. El extraño diario de Zac (y un acto de magia)

Faltaba un día para la boda. Enero estaba por terminar. Evan estaba muy entusiasmado. En verdad quería decir un buen discurso así que había trabajado junto a Jimi en él.
Laura estaba más estresada que nunca: al final muchas cosas que planeó tuvieron que cambiarse de último momento. Yo me sentía muy confundido. No podía dejar de pensar. Todo me daba vueltas. El abuelo llegó ese día. Se sentó en el jardín para fumar por la tarde. Me acerqué a él.

— No sé quién es esa niña— me dijo mientras señalaba a Laura, que estaba presionando a los hombres que llevaban las mesas—, pero ya me agrada.
— Te la presentaré más tarde— dije.
— Sí, esos hombres no se van a bajar la autoestima solos— dijo él.
— Es divertido cuando le grita a George— dije.
— Sí, ese sujeto es gracioso. Tiene un cabello gracioso— dijo—. ¿Me juras que la chica pelirroja en verdad es su esposa? ¿No es una broma?
— En verdad están casados— dije.
— ¿Por qué?
— No lo sé, el amor es complicado— dije.
— Misterioso, diría yo— agregó él.

Me sonrió. Ya extrañaba al abuelo.

— Creo que ya conocí a casi todos tus amigos— dijo él—. Laura es la chica que le grita a todos, Jimi es el chico que luce como un pastelito que está adentro junto a Evan, el rubio simpático.
— Sólo falta Jason— dije—. Vendrá en la tarde. Evan quiere ensayar su discurso y necesita público.
— No es cierto— dijo él—. Falta Will. Me muero por conocerlo, me has hablado tanto de él que siento que ya lo conozco.

Antes de la boda de Lucille le hablaba al abuelo de Will. En realidad pensaba que hablaba de todos por igual pero... siempre terminaba hablando más de Will. En ese momento me di cuenta.

— Bueno, si no viene hoy supongo que podré conocerlo mañana en la boda— dijo él—. Estoy emocionado. Creo que es la primera vez que conoceré a tu mejor amigo.
— ¿Mejor amigo?— dije.
— Sí, hablabas tanto de ese chico que debe ser porque es tu mejor amigo, ¿No?

No dije nada. En realidad no lo había pensado. Will sí era mi mejor amigo. Pero ya no estaba. Aunque iría a la boda acompañando a Laura.

— La familia de Jill se ve interesante— dijo él—. Todos parecen agradables, sin embargo la madre de ella...
— Parece una señora irritante— lo interrumpí.
— Exacto.
— No es mala— dije—. Ha sido amable con papá y conmigo.
— George me dijo que me alejara de ella cuando lo conocí porque es una bruja— dijo el abuelo.
— Las brujas no existen— dije—. Aunque por precaución mejor mantén tu distancia.

Laura llegó a nosotros.

— Hola— dijo feliz.
— Abuelo, te presento a Laura— le dije a él, luego me dirigí a ella—. Laura, él es mi abuelo.
— Encantada de conocerlo— dijo Laura.
— El placer es mío— dijo el abuelo.
— ¿Hablaban de algo interesante?— preguntó ella.
— De los amigos de Zac— dijo mi abuelo—. Ya casi los conozco a todos.
— Falta Jason— dijo ella—. Vendrá al rato.
— También falta Will— dijo el abuelo.

Sentí escalofríos.

— Él... él...— dijo Laura, yo la miré asustado—... vendrá mañana. Es médico así que no tiene mucho tiempo libre.
— Cierto, se me olvidaba que es médico— dijo el abuelo de buen humor.

Casi me pongo a adorar a Laura como si fuera una diosa. Me había salvado de un momento muy incómodo.
Porque visto desde cualquier punto, explicarle al abuelo que Will y yo ya no éramos nada sería difícil. Y doloroso.

Lucille apareció. Llamó a Laura. Ella se despidió. Al parecer Jill estaba entrando en una crisis porque sus zapatos de boda le lastimaban. Mi papá apareció.

— ¿Qué hacen aquí?— preguntó.
— Apreciábamos el jardín— dije, me adelanté a que el abuelo hablara de mis amigos—. Quedó bien.
— Sí, Laura tiene un buen sentido estético— dijo papá.
— ¿En verdad esa chica vestida de rosa organizó todo esto?— preguntó el abuelo.
— Tuvo ayuda pero se encargó de la gran mayoría— dijo papá.
— Es muy lista— dije.
— Se parece a su padre en ese aspecto— dijo mi papá—. Trabaja conmigo y puedo decir que ambos son increíbles.
— Quizá deberías hablarle a esa niña e invitarla a salir— me dijo el abuelo.