Era un sábado como cualquier otro. Estaba en casa, mirando por mi ventana. Seguía castigado pero al menos septiembre estaba por acabar y era un consuelo. Me alegraba saber que pronto podría volver a salir con Evan como antes. Tampoco era como si él no pudiera ir a visitarme pero... no lo hacía.
Evan ya no iba a mí como antes.
Me preocupaba porque no sabía qué significaba. Entendía que estaba molesto porque mentí y me fui con Derek pero... siempre había imaginado que nada podría separarnos. Pero no había sido así.
Estaba en eso cuando observé a una chica caminar hasta la puerta de mi casa. Casi me voy de espaldas cuando la reconocí. Era Honey. Detrás de ella apareció Jessica. Bajé corriendo las escaleras y me dirigí a la puerta. Abrí incluso antes de que ellas llamaran a la puerta. Ambas me observaron. Jessica se veía igual que siempre. Honey se veía muy diferente sin tanto maquillaje.
— Eres tú— dijo ella—, estaba por darme por vencida aquí.
— ¿Qué?— dije.
— Te buscamos en todas las casas de este vecindario— dijo Jessica—. Fue difícil dar contigo porque nadie en la fiesta te conocía.
— Fue mi primer fiesta— dije—. Al parecer también la última. Estoy castigado.
— ¿Por llegar ebrio?— preguntó Honey.
— Por eso y por mentir al decir que iba a la biblioteca.
— Eso no es nada— dijo Honey.
— Para mis padres sí— dije.
— Pues te lo mereces— me dijo Jessica—. Ambos se portaron mal y se merecen lo que les está pasando.
— ¿Qué te está pasando a ti?— le pregunté a Honey.
— Voy a terapia. Muy pronto entraré a rehabilitación— dijo.
— ¡Qué bien!— dije.
— No es tan bonito como suena— dijo ella—, como sea, necesitamos hablar.
— ¿Conmigo?— pregunté—, ¿De qué?
— Sobre Derek— dijo Jessica.Parecía serio. Mamá apareció.
— Mamá— le dije—, necesito hablar con ellas.
— No puedes salir— dijo ella—, tu padre fue muy claro al respecto. Pero pueden pasar si quieren.Eso hicieron. Sabía que sería incómodo hablar con ellas enfrente de mis padres (sobre todo porque posiblemente Honey hablaría de la rehabilitación y eso alarmaría a mis padres), así que me las llevé a mi habitación.
— Tus padres confían mucho en ti— dijo Jessica—, tanto que te dejan estar con chicas en tu habitación.
— Sí, debe ser porque confían mucho en mí— dije.
— Tienes muchas cosas aquí— dijo Honey—, muchas fotos. ¿Son tus amigos?
— Sí— dije.
— Pues se ven muy felices... ¿Quién es este chico?
— eh... es Jason.
— ¿Tienes su número de teléfono?
— Sí, naturalmente— dije.
— Primero termina la rehabilitación— le dijo Jessica.
— Bien— le respondió ella.Las observé. Parecían en verdad haber resuelto sus problemas.
— Si tienes amigos que se ven felices— dijo Honey—, ¿Qué haces con Derek?
Las observé.
— Es mi amigo— dije.
— Derek no es amigo de nadie— dijo Honey.
— ¿A qué te refieres?— pregunté confuso.
— Es que nosotras creemos que Derek no es precisamente la persona que mejor conserve a sus amigos— dijo Jessica.
— No entiendo— dije.
— Amabas fuimos sus compañeras en la secundaria— continuó—. Él nunca fue particularmente cercano con ninguna pero veíamos ciertas cosas que no parecían buenas.
— Él era y es aún ahora un desgraciado— dijo Honey.
— Mejor deja que yo maneje esto— la regañó Jessica.
— Él podría estar en peligro— le dijo Honey—, no pasamos días buscándolo como para perder el tiempo. Hay que advertirle.
— ¿Perdón?— las interrumpí.
— Te buscamos implacablemente— dijo Jessica—. No fue fácil. Hasta que descubrimos por medio de una de las amigas de Derek que ibas al mismo instituto que él. Después fue más sencillo porque el padre de Honey tiene muchas influencias.
— ¿Por qué se tomaron tantas molestias?— dije.
— Porque nos preocupamos por ti— dijo Honey—. Te vimos irte con Derek. Lo que significa que confías en él. Eso está mal, él no es bueno.
— Es mi amigo— dije—. Confío en él porque me ha demostrado que es un buen amigo.
— Si es bueno contigo es porque le conviene— dijo ella.
— Lo que tratamos de decir— dijo Jessica—, es que sabemos cosas que tú no. Las vimos. En la escuela y en las fiestas a las que iba Honey. Él nunca fue amable con alguien porque quisiera. Siempre era porque eso le daba alguna ventaja.
— Y fingía muy bien— añadió Honey—, tan bien que en verdad te creías que era tu amigo. Pero no es así, sólo está buscando una forma de que le seas útil. En mi caso, le convenía que hiciera fiestas todo el tiempo. De hecho, la fiesta a la que fuiste fue planeada casi en su totalidad por él.
— ¿Por él?— dije—, ¿Y tú?
— Estaba drogada— dijo ella sin pena—, no tuvo que obligarme a nada, yo lo dejé.
— Sí pero porque eras un desastre— le dijo Jessica—. Pero ya no eres así. Por cierto, él sabía que eras un desastre, que tenías problemas y nunca quiso ayudarte. Sólo te usó mientras observaba cómo te hacías pedazos.
— ¿Derek sabía que tenías problemas?— le pregunté.
— Le conté todo— dijo Honey—. Sólo a él, a nadie más. No supe cómo pero... creo que en lugar de ayudarme me adentró más... no tengo idea de cómo lo hizo sin dejar de parecer bueno. Además, ya sabía como era. Lo dejé porque creí que daba igual, las cosas no mejorarían. Entonces apareciste tú y sin conocerme me ayudaste. En un sólo día. No tuve que contarte mucho para que vieras que estaba mal. Una sola tarde contigo fue más útil que tantos años junto a Derek.
— También fue mi culpa— dijo Jessica—. Yo sabía que estabas mal pero te dejé con Derek.
— Te fuiste porque te traté mal— le dijo Honey—. Estabas en tu derecho.
— Pues no me iré y menos ahora— dijo Jessica decidida.Me agradaba ver que eran amigas pero no lograba creer en lo de su Derek porque parecía una persona diferente.
— Es que quizá están malinterpretando las cosas— dije—, probablemente Derek quería ayudarte.
— Definitivamente no iba a hacerlo nunca— dijo Honey—. Porque sé que yo estaba mal y me siento mal por eso, pero yo sólo me lastimaba a mí misma. Él no, Derek usa a los demás y no le importa lo que pase con ellos. Es más, disfruta hacer eso.
— No puedo creer eso— dije.
— Lo vi usar a chicas para vengarse de los chicos que odiaba— dijo Jessica—. Lo vi acercarse a ciertas personas para obtener algo de ellos. No sabían que los usaba, pero así era.
— No creo que me éste usando— dije—, no hay nada que pudiera obtener de mí.
— ¿Estás completamente seguro?— preguntó Honey.
— Porque siempre hay algo— dijo Jessica—. Me gustaría pensar que él es sinceramente tu amigo. Pareces un buen chico y estoy segura de que te mereces algo bueno. Ojalá Derek no quisiera otra cosa más que tu amistad porque mereces tener buenos amigos. Pero si no es así... podrías estar en peligro.
— Él parece bueno— dije.
— ¿Y lo es?— preguntó Honey.
— Eso creo— dije—. Además, quizá así era antes pero pudo cambiar. La gente cambia todo el tiempo. Maduran y se vuelven sabios. Él no me ha pedido nada antes y no creo que quiera herirme.
— Definitivamente no ha cambiado— dijo Honey.
— Eso no lo sabes— dije.
— Jimi, no queremos obligarte a que dejes de ser su amigo— dijo Jessica—. Sólo queríamos prevenirte. Tú tomarás tus propias desiciones luego. Pero ojalá no se te olvide que hay una razón por la que estás castigado en este momento.
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Problemas de Pasillo
RomantikZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...