Jimi estaba castigado. Se fue de fiesta con Derek. Por supuesto, yo culpaba a Derek pero Jimi estaba aferrado en defenderlo. Dijo que bebió por su propia cuenta y que nadie lo obligó. No le creí pero me agradaba que estuviera castigado. Al menos así tenía la certeza de que no vería de nuevo a Derek. Probablemente nunca más, no creía que sus padres lo aceptaran junto a Jimi otra vez. Me aliviaba saber eso, un problema menos.
Después de llevarle un par de cosas que podrían servirle para el dolor de cabeza, fui a visitar a Will al hospital. No quería ir sola pero Jason estaba ocupado. Jimi estaría castigado sin poder salir de su casa hasta noviembre y Evan estaba con Zac. Yo había estado evitando a Zac. Realmente no quería pero... no sabía qué podría decirle, honestamente. Quería disculparme pero mi corazón estaba muy confundido. Imaginé que con un poco de tiempo sabría qué decir.
Viajé bastante hasta el hospital. Will había encontrado un departamento nuevo, cerca del hospital. Ya no vivía con sus padres (porque le quedaría lejos de su nuevo trabajo), me angustiaba que la soledad le hiciera mal. Por suerte, su departamento estaba al lado del de su amiga de la universidad, Madie. Ambos trabajaban juntos así que aunque tenían horarios diferentes, en veces coincidían y Will ya no estaba tan solo. Ella me agradaba. Parecía competente y era hasta cierto punto sarcástica. Había sido muy amable conmigo sin contar con que gracias a ella Will había recuperado su trabajo.
El hospital era enorme y lleno de gente. Me aterraban los lugares así pero después de visitarlo un par de veces empecé a acostumbrarme. Ya hasta sabía en donde podía buscar a Will o a Madie.
Me encontré con Madie en un pasillo. Me saludó. Se veía cansada pero no la recordaba de otro modo. Me llevó con Will. Él se veía bien. Se había cortado el cabello, sólo un poco. Usaba sus usuales gafas y su clásica bata de médico. Parecía un poco cansado, cosa que no me preocupó considerando que me contaba que no se daba abasto con los pacientes del lugar. Pero de alguna manera su ánimo era mejor.
Madie nos llevó a una habitación lejos de la gente. Era como una especie de bodega, nos reuníamos ahí siempre porque se suponía que ellos deberían estar trabajando. Entonces les conté sobre Jimi.
— Pobre Jimi— dijo Will—. Debe sentirse fatal. Creo que lo llamaré cuando tenga un espacio.
— No está tan mal— dijo Madie—, se acostumbrará si bebe más a menudo. Beber es como ser infiel, después de unas cuantas veces ya no se siente nada.
— No sé si eso es bueno o malo— dije.
— Es bueno, no lo dudes— dijo ella—. Pero claro, tú eres una niña. Apuesto a que no has bebido nunca.
— No, tampoco pienso hacerlo— dije—. No es bueno para la salud. Además, ¿No se supone que tú no deberías decirle eso a la gente? Eres doctora.
— Nunca dije que fuera una buena doctora— dijo ella.Se notaba, pensé.
— Y bien— agregó ella—, ¿Cómo está Zac?
Will y yo nos observamos. Él me había dicho que le contó a Madie sobre lo ocurrido con Zac una noche que salieron a beber. Probablemente a él se le salió porque de otra forma nunca lo diría. Además, él decía que Madie hubiera terminado sabiéndolo de todas formas, ella siempre se daba cuenta de cosas como esas según él. No le preocupaba eso porque ella parecía confiable. Había jurado guardar el secreto.
De hecho, a ella no le agradaba Zac por eso. Pensaba que era una equivocación que hubiera rechazado a Will. Era muy extraña la relación de esos dos porque ella lo molestaba en veces hasta el punto que parecía que lo odiaba. Pero lo apoyaba también. En el fondo era su amiga. Pensé que ella se parecía un poco a Zac en ese aspecto. Curioso que no le agradara. Supuse que debía ser porque decidió odiarlo como apoyo moral hacia Will. Además, en vista de que yo también estaba de lado de Will (porque así era, no quería seguir mintiendo), la entendía bien.
— No lo sé— dije—, físicamente se ve bien.
— ¿No lo sabes?— preguntó ella—, pensé que era tu amigo.
— Sí pero... hemos estado muy ocupados tanto que no hay tiempo para hablar— mentí. No iba a decirle a Will que ya no nos hablábamos.
— Pero— agregó Will—... ¿Él se ve bien? ¿Se ve feliz?Lo observé. No tuve que preguntarle nada para darme cuenta de que aunque ya había pasado un tiempo, él lo seguía amando de la misma forma. Se veía en sus ojos. Amaba a Zac todavía, con la misma intensidad.
Posiblemente eso mismo era lo que le hacía tanto daño.
— Está perfectamente— dije—. Él y Evan pasan mucho tiempo juntos últimamente.
— Me enteré de lo que pasó— dijo Madie—. Lucille me contó. Pobre Evan, tan feliz que parecía siempre. Supongo que hay personas que saben fingir muy bien.
— Estará mejor— dije—. Jason ha estado hablando con él. Además, Zac también quiere ayudarlo.
— Zac es el que necesita ayuda— dijo Madie—, hay algo que está mal en su cabeza. Ya sé que quizá Will parezca tonto en veces y probablemente es la persona más torpe del mundo, pero es un buen partido.
— Eh... ¿Gracias?— dijo Will dudoso.
— De nada, un placer apoyarte— dijo Madie—. Lo que en verdad me mata de curiosidad es ese tal Jason. Lo conozco físicamente pero por lo que cuenta Will, debe ser un genio.
— Es un tipo diferente de genio— dije—, de hecho es muy raro pero siempre quiere ayudarnos.
— Entonces quiero conocerlo— dijo ella.
— Quizá la próxima vez pueda venir conmigo— dije—. Sólo si logro convencerlo.
— Usa tus poderes de mujer— dijo Madie.
— ¿Qué poderes?— pregunté.
— Ya sabes, lo que hace que una mujer tenga ventajas en esta vida.
— No fingiré estar embarazada— dije.
— No hablaba de eso— dijo ella.Nos observamos.
— Jason es imposible de seducir— dije—. Honestamente no hace falta. Él vendría si Will lo necesitara.
— Entonces debe ser una especie de superhéroe— dijo Madie.
— Pues... siempre va salvarme cuando lo necesito— dije.
— Quizá le gustas— dijo ella.Will y yo nos observamos. Nos empezamos a reír.
— ¿Qué?— dijo Madie—, ¿Qué es tan gracioso?
— No soy el tipo de chica de Jason— dije—. Probablemente nunca lo seré.
— ¿Cómo sería su chica ideal entonces?— preguntó ella.
— Perfecta— dije.
— Entonces él debe ser perfecto— dijo ella.
— A su manera Jason lo es— dijo Will.
— Pero podrías ser tú— me dijo Madie—. Si él te gustara tratarías de ser perfecta, ¿No?
— No lo sé— dije—, pero Jason es mi amigo. De hecho, es mi vecino desde que éramos niños. No nos hablábamos pero lo conocía. No podría gustarme nunca, ni yo a él.
— Pero sería lindo, ¿No?— dijo Will—, que ustedes, que se conocen desde niños se enamoraran.
— Eres demasiado romántico— le dijo Madie—, ya veo porqué te va tan mal. Cosas como esas sólo pasan en las películas. En la vida real, el sujeto que te gusta no te corresponde. Es como una especie de ley.Nos miramos. De repente, todos estábamos deprimidos.
— Creo que deberíamos volver al trabajo— dijo Will.
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Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...