Estaba teniendo una de esas pesadillas que se sentían reales cuando desperté de golpe. Todo estaba oscuro. Pero me estaban abrazando. Ah, por eso soñé que una boa gigante me estaba estrangulando, pensé.
Me levanté después de retirar el brazo de Evan. Me quedé sentado en mi cama. Sacudí el brazo de Evan un par de veces para despertarlo. Pero no, él seguía durmiendo.
Busqué mi teléfono. Eran las 7:00 pm. Me sorprendió haber dormido demasiado. Salí de la cama lentamente para no despertar a Evan. Encendí las luces. Salí de mi habitación. Jill estaba en la sala, leyendo un libro. Me observó bajar las escaleras.— Hola— dijo con una sonrisa—, ¿Durmieron bien?
— Eso creo— dije—. Qué mala eres. Debiste despertarme.
— Parecías muy cómodo. Aunque la idea original era que Evan se quitaría de ahí lentamente. Supongo que le dió sueño en algún momento.
— Ya es muy tarde— dije—. Tengo tarea. Además de otras cosas.
— No deberías vivir tan estresado— dijo ella—. No es saludable.
— No puedo evitarlo— dije—. Hay tanto por hacer. Además, debo darme prisa. En unos meses las universidades pondrán sus convocatorias para los examenes de ingreso. Entonces no podré dedicarme a otra cosa más que a estudiar.
— Los jóvenes de hoy tienen una vida muy agitada— dijo ella—. Sobre todo tú.
— Lo sé, es un desastre— dije y me dejé caer en el sofá.
— ¿Quieres té?
— Sí, gracias— dije.Ella se fue. Me quedé ahí, siendo un completo inútil. Escuché cómo se abría la puerta. Era papá. Dejó sus cosas y se acercó a mí. Me observó intrigado.
— Hola— dije.
— ¿Por qué te ves miserable?— preguntó.
— Me siento miserable— dije—. Ya que estás aquí, prométeme una cosa: cuando seas alcalde apoyarás mucho a las escuelas.
— Bueno, esa es la idea— dijo—, ¿Porqué lo dices? ¿Pasó algo en tu escuela?Le conté mi charla con el director.
— Me temo que poco podrá hacer él— me dijo—, las cosas con el presupuesto estatal y federal están muy difíciles.
— Pero no es justo— dije.
— La política no es justa— dijo—, se basa en apariencias.
— ¿No puedo hacer nada?— pregunté.
— Entiendo que te importe y que quieras ayudar, pero en veces hay que aceptar lo inevitable. Es muy noble que te preocupe, pero lamentablemente es todo lo que puedes hacer por ahora.
— No me gusta— dije—, me siento como un perdedor. Y odio perder.
— Lo sé— dijo—, he jugado monopoly contigo desde que tienes cinco años.
— Tal vez exista alguna otra forma— dije.
— Quizá sí— dijo—, sólo debes descubrirla. ¿Y Jill? ¿Y Evan? La casa se siente bastante solitaria.
— Evan está durmiendo, posiblemente es por eso— dije—, él es escandoloso.Papá fue a buscar a Jill. Yo me quedé ahí pensando. Tal vez el gobierno no iba a darnos dinero... pero podríamos conseguirlo de otra forma.
Evan apareció bajando las escaleras.— ¡Eres cruel!— me acusó—, ¿Cómo pudiste dejarme dormir solo? Cuando me desperté pensé que me habían secuestrado. No reconocí el lugar.
— ¿Quién te secuestraría?— pensé.
— No lo sé, algún asesino psicópata.
— Esos sólo salen a matar en halloween— dije.Entonces la idea llegó a mi mente milagrosamente. No podía ser más perfecto.
— ¡Lo tengo!— dije feliz—, ¡Organizaremos una fiesta para recaudar fondos!
— ¡Una fiesta! ¡Me encantan las fiestas!— dijo Evan—, espera, ¿Fondos para qué?
— Los clubes de la escuela necesitan dinero— dije—. El gobierno no va a darnos nada. Pero podemos conseguirlo en halloween.
— ¿Vamos a matar gente?
— No, haremos algo más fácil y legal— dije feliz—. Una fiesta en halloween. Venderemos boletos. La gente ama las fiestas. Seguro irán todos.
— ¡Yo amo esa idea!— dijo.
— Ahora sólo debo conseguir que el director me preste la escuela para hacer la fiesta.Papá y Jill aparecieron.
— ¡Zac hará una fiesta!— dijo Evan feliz.
— ¿Qué?— dijo papá asustado.
— En la escuela— dije—, en halloween. Para recaudar fondos.
— Ah, ya me había asustado— dijo papá.
— Parece una idea genial— dijo Jill—. Una que debes debatir con el director de tu escuela.
— Será difícil pero con un plan bien organizado, podré convencerlo— dije.
— Yo te ayudaré— dijo Evan—. Amo halloween, las fiestas y la gente.
— Tú amas todo— le dije—, pero en verdad necesito ayuda. Muy pronto los del club de teatro tendrán los medios necesarios para presentar obras.
— ¿Hay un club de teatro?— preguntó Evan.
— Hay muchos clubes— dije—. No son tan famosos como los deportivos. Pero eso está por cambiar.Yo tenía muchas ideas. Si todo iba según lo planeado, resultaría.
Papá y Jill fueron a la cocina. Me quedé ahí con Evan, que seguía feliz.— Laura ama el halloween, la idea va a encantarle— dijo Evan—. Hay que decirle.
Él me observó. Yo me congelé. No era como si no quisiera decirle a Laura sólo... no había hablado con ella desde hacía mucho. Pero nadie más lo sabía.
— Podrías decirle tú— dije, le ofrecí mi teléfono.
— ¿Yo porqué?— preguntó—, tú eres el que está en el consejo estudiantil.
— Tienes razón— dije—, no sería justo avisarle sólo a ella. Mañana cuando estemos en la sala del consejo, le avisaré a todos por igual.
— ¡Qué bien!— dijo—, ¿Puedo decirle a Jimi?
— Sí, claro— dije.Suspiré aliviado. Menos mal que él no sospechaba nada. Debía hablar con Laura. Solucionar eso. No podía seguir toda mi vida así.
Resignado, me dediqué a escuchar lo que Evan le decía a Jimi. Parecía feliz y emocionado pero... le hablaba como lo haría con Laura. Cuando terminó su llamada, lo observé acusativamente.— ¿Qué?— dijo.
— Esa fue la conversación más triste que he escuchado— dije.
— Jimi parecía feliz— dijo él.
— Parecía tu amigo— dije—, y no es tu amigo. ¿Aún no han hablado de eso?
— No es tan fácil— dijo él—. Además, estamos tomando un espacio, tú dijiste eso.
— Sí, pero no estás avanzando en nada— dije—, es más, sólo perdemos el tiempo.
— Hay que ponernos serios— dijo.
— Tienes razón— dije—. Tengo una idea. Espero que Lucille y George no te extrañen porque no van a verte en un buen rato.
— ¿Qué significa eso?— preguntó confundido.
— Te quedarás aquí— dije.
— ¿Contigo? ¿Cuánto tiempo?
— El que sea necesario— dije.
— ¿Tus padres aceptarán eso?
— Les agradas— dije—, estará bien.
— ¡Entonces me agrada la idea!— dijo feliz.Era momento de enderezar mi vida. No podía dejarme vencer. Además, se sentía como si todo fuera a estar bien. Al menos eso pensaba.
ESTÁS LEYENDO
Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...