166. El extraño diario de Zac (y un abrazo)

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— Lo lamento— le dije a Jason.
— No, está bien— dijo.
— No sé qué pasó— dije—. No me siento triste.
— No me contaste nada triste— dijo él.
— Entonces debo estar empezando a enloquecer.
— En realidad yo diría que estás más cuerdo que nunca— dijo.
— No lo sé, hay una aura rara que me hace sentir extraño— dije.
— Sí, debe ser una aura de felicidad— dijo—. Entiendo que no estés familiarizado con ella.

Se levantó. Lo observé.

— ¿Entonces?— dije—, ¿Qué prosigue ahora?
— Tú dime— dijo.
— Yo no sé nada.
— Sabes más de lo que crees— dijo él—. Deberías darte más crédito.
— Realmente no lo entiendo.

Él dio una vuelta en su habitación. No entendía por qué hasta que descubrí que probablemente estaba buscando la manera de cómo proseguir, lo que significaba una cosa: quería decirme algo complicado.

— Vamos, suéltalo— dije.

Él se sentó.

— En veces se me olvida que eres listo— dijo.
— Bueno, no puedo ser malo en todo— dije.

Se quedó quieto un rato mientras pensaba. Yo por otro lado, traté de descifrar su cara. Generalmente era imposible porque él siempre parecía sereno. Menos cuando estaba con Laura porque entonces reía mucho, nada raro porque ella solía ser muy agradable con todos. Menos conmigo. Sí, debía hablar con ella.

— Bien, continuemos— dijo él—. Me acabas de contar que estar con Will te hacía sentir bien. ¿Cómo crees que él se sentía contigo?
— Pues... supongo que bien... ¿Por qué me preguntas esto a mí? Pensé que también hablabas con él— dije.
— Me interesa saber qué piensas— dijo.
— Bueno... él dijo que yo... le gustaba— dije nervioso, en verdad eran difícil decirlo.
— No deberías sentirte incómodo al decirlo— me dijo.
— Es que es vergonzoso— dije.
— ¿Los sentimientos de Will son vergonzosos?
— No, me refería a que es raro decir que le gusto a alguien porque sinceramente aún lo considero imposible.
— Pero pasó. ¿Por qué lo sientes como algo imposible?
— Porque parece surrealista— dije—. Es decir, ¿Escuchaste todo lo que dije antes? Él es demasiado bueno... y yo soy yo.
— ¿Qué significa eso?— preguntó—, ¿Crees que Will está muy por encima de ti?
— Obviamente— dije—. Es un médico con auto propio, casa y empleo estable.
— ¿Piensas que por cosas como esas él no debería quererte?
— No me quiere— dije.
— Pero te quería. Te lo dijo.
— Realmente no recuerdo qué dijo. Todo fue muy confuso ese día. Él dijo cosas y yo también.
— ¿Qué cosas?
— No lo recuerdo. Sólo sé que fui cruel. Y él no lo merecía. Me siento terrible. Ahora sí. En ese instante me sentía traicionado. Fue como si por un momento se me olvidara que Will era fabuloso en todo aspecto. Posiblemente porque recordé otras cosas de otras épocas. Pero realmente nunca me enojé con Will. Lo veo ahora. Pensaba que sí. Por eso lo alejé. Por eso no solucioné las cosas.

Él me observó.

— ¿No te ofendieron los sentimientos de Will?— preguntó.
— Antes sí porque sentía que había traicionado mi confianza. Yo había confiado en él como amigo. Estaba muy equivocado. No me ofende que pensara en mí de ese modo. Aún es raro para mí y honestamente no lo entiendo pero... últimamente me siento muy afortunado de que alguien haya sido capaz de quererme. Porque sé que puedo ser terrible. Ahora que lo pienso creo que sólo alguien tan tonto e ingenuo como Will podría considerarme de ese modo.
— ¿De qué modo? ¿Qué crees que él pensaba sobre ti?

Lo pensé.

— No lo sé. Realmente no tengo idea— dije.
— ¿Te gustaría preguntarle?
— ¡Me moriría de la pena antes de siquiera decirle algo!— dije asustado.
— Pero sí quieres hablarle.
— Traté— dije—. Ayer traté.

Él me observó sorprendido.

— ¿Y qué pasó?
— Él se fue— dije y me dolió decirlo—. Muy rápido.
— ¿Le hablaste de algo que hiciera que se fuera?
— No, sólo dije su nombre. Extrañaba hacer eso. En realidad creo que lo que esperaba era que él respondiera. Me hubiera gustado escuchar su voz.
— ¿Qué pasó después?

No iba a decirle a Jason que me puse a llorar aunque seguramente él ya lo sabía.

— Me quedé ahí— dije—. Sintiéndome mal.
— ¿Exactamente qué cosas te hacen sentir mal?
— Todo. La forma en la que resultaron las cosas. Las decisiones que tomé. Exageré. Me sentía herido y no supe cómo reaccionar. Aún no entiendo porqué. Con Laura me abrumé al principio pero luego entendí qué debía hacer. Con Will arruiné todo. Como si no me importara. Sé que él piensa eso. Pero no es así. Él me importa. Mucho. Más de lo que piensa. Traté de engañarme a mí mismo pensando que no pero no lo logré. Él aparecía en mi mente en cada momento, sin importar cuántas veces intentara olvidarlo. En el fondo no quería. Aún cuando había arrojado todo a las llamas. Aún cuando lo lastimé tanto. Pero no quería herirlo. No así. Cuando me enteré de que sufría sentí que me iba a morir. ¿Por qué si yo me había encargado de hacerlo pasar por tanto? Entonces entendí que era porque aunque lo alejé de mí, nunca quise que se fuera de verdad.

Jason me observaba atentamente.

— Nada de lo que digo tiene sentido, ¿No?— dije.
— No, de hecho lo comprendo— dijo él.
— ¿De verdad? Porque es una locura. No debía ser así. Pero yo quemé todo. No me sorprende que Will se haya alejado de mí cuando le hablé.
— ¿Cómo te sentiste en ese momento?
— Triste— dije—. Decepcionado. Creo que parte de mí estaba seguro de que él no se iría. De que aunque había sido malo e injusto con él, Will se quedaría conmigo como antes porque era amable como nadie. Pero no pasó. Ni siquiera él, que es como un ángel, pudo soportar todo lo que hice. Entonces se fue. Y ahora que lo pienso, sé exactamente como me sentí cuando se fue. Una vez Evan me dijo cómo era cuando te rompían el corazón. Así que estoy seguro de que mi corazón se rompió ahí. Porque nunca antes me sentí tan herido y eso que estaba bien físicamente. Posiblemente ese dolor no se compara a lo que sintió Will el día de la boda de Lucille.

Suspiré.

— ¿Will parecía triste cuando se alejó de ti?— preguntó él.
— Muy triste— dije—. Odie verlo así. Pero era mi culpa. Pensar en eso hizo que mis impulsos no me ganaran.
— ¿Qué impulsos?
— Quería abrazarlo— dije—. Como si con eso pudiera deshacerme de todos estos meses, como si todas esas palabras hirientes pudieran desaparecer. Como si con eso bastara. Sé que no hubiera solucionado nada pero... quería hacerlo. A la vez también quería salir corriendo. En realidad todavía estoy procesando todo.

Jason parecía pensativo.

— ¿Alguna vez has sentido ganas de abrazar a alguien más de la misma forma en la que querías abrazar a Will ayer?— preguntó.

Lo pensé.

— He abrazado a muchas personas— dije.
— Pero no sientes lo mismo cuando lo haces, ¿Cierto? Por ejemplo, piensa en Evan y Jimi. Los has abrazado mucho. ¿Qué sentías?
— Quiero mucho a Jimi— dije—. Siento que quiero evitar que le pasen cosas malas. Cuando lo abrazo siento que está a salvo. Eso me pone feliz.
— ¿Qué hay de Evan?
— Siento deseos de golpearlo en la cara— dije—. La gran mayoría del tiempo sí. La otra parte sólo pienso en lo agradable que es poder hacer cosas tontas con él. También sé que puede ser más frágil de lo que parece.
— Así que podríamos decir que cuando lo abrazas sientes algo parecido como con Jimi— dijo él.
— Eso creo— dije.
— ¿Y Will? ¿Qué hay de cuando te abrazaba?

Lo pensé.

— Me sentía a salvo— dije.

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