Posiblemente Will tenía un nudo en la garganta. Posiblemente estaba a punto de perder la compostura. Posiblemente quería preguntar qué le había pasado a Zac sin tener que controlar sus sentimientos.
Pero debía hacerlo. Debía mentir. Debía aparentar estar bien. Debía controlar sus expresiones. Aunque seguramente era difícil. Es decir, no puedes simplemente ignorar a tu corazón roto.— ¡Will!— dijo Evan cuando lo vio.
Él y Jimi se acercaron para abrazarlo.
— ¡Qué bueno que estás aquí!— le dijo Evan.
— ¿Por... porqué?— dijo Will un poco confundido.
— Zac se puso muy mal— dijo Jimi.
— Madie se fue con él— dije.Will me observó. Fueron unos cuantos segundos, pero entendí. Lo entendí todo. Casi podía sentir todo lo que él sentía.
Y me puso muy triste. Mucho.
Simplemente no era justo.Jill regresó. Parecía muy preocupada. Will le dijo que todo estaría bien. Posiblemente ni él creía eso, pero Jill pareció más tranquila al escuchar que él lo decía.
Nos quedamos ahí un rato. Will dijo que debía volver a sus labores pero yo sabía que iba a ir a averiguar dónde estaba Zac. El lugar era grande. Pero él lo conocía. No sería difícil.
El papá de Zac llegó después de un rato. Se reunió con Jill y ambos conversaron un poco en privado.
Evan y Jimi fueron a buscar algo para beber. Hacía mucho frío ahí.
Lucille estaba devastada. Jason no la había abandonado desde que llegaron. Ella se sentó y Jason a su lado. Entonces él la observó mientras tomaba su mano. Él nunca había hecho eso conmigo. Empecé a preguntarme si ella estaba muy mal como para necesitar tanto apoyo. También deseaba saber qué le había dicho a Zac.George llegó. Lucille se acercó a ella. Abandonó a Jason y abrazó a su esposo. Ahora él estaba solo. Y yo también. Me senté a su lado.
— Todos tienen pareja y nosotros estamos aquí solos como perdedores— le dije.
Él, que seguía mirándola a ella, me puso atención.
— Te ves bastante bien— me dijo—. Eres buena fingiendo estar bien. Mejor que Will.
— Él ha mejorado— dije—. Aunque no podemos ponernos exigentes hoy.Él me observó.
— Sé que no es el momento pero... dejemos que todo siga su curso de ahora en adelante, ¿De acuerdo?— me dijo.
— ¿A qué te refieres?— le dije.
— Ya es suficiente. Dejemos a Will y a Zac en paz— dijo.
— Pensé que eso hacíamos— dije.
— Yo también lo creía— dijo—. Pero no. Por eso estamos aquí.Miré a Lucille.
— ¿Qué le dijo ella a Zac?— dije.
— Le dijo que tal vez sí le gusta Will— me dijo Jason—. Ella siempre lo ha creído desde que empezó a hablar con Zac regularmente. Estaba completamente segura de que Zac sí tiene sentimientos por Will.Recordé lo que Zac dijo en el auto.
— ¿Tú que piensas?— le dije.
— Que no importa si los tiene o no— dijo Jason—. Ya no debemos entrometernos.
— Pero ya lo hicimos— dije.
— Debemos parar.
— Pero...Él me observó.
Entonces tomó mis manos. Ambas, que estaban en mi regazo. Observé sus manos sobre las mías. Sentía su calor. Uno que no sabía que necesitaba.— Sé que no parece justo dejar las cosas así— dijo—. Pero ellos necesitan un respiro.
Lo miré.
— Entiendo— dije.
Realmente no. Pero me abrumó que tratara de tranquilizarme. Lo había logrado aunque me sentía un poco perdida.
Últimamente me sentía así.
Will regresó. Todos se acercaron a él. Jason soltó mis manos. Se sintió raro. Fue como si me abandonara. Quizá yo estaba muy sensible.
— ¿Sabes algo de Zac?— le preguntó Jill.
— Sé en dónde está pero no pude pasar— dijo él—. No se preocupen, Madie está con él y ella es muy buena en su trabajo.Nuevamente, eso pareció suficiente para los padres de Zac.
Nos sentamos. Nadie dijo nada por un rato. Madie apareció por el pasillo. Nos acercamos a ella.
— Son demasiadas personas— dijo ella.
— ¿Y Zac?— preguntó Jill.
— Está bien— dijo ella—. Está dormido. Ya se estabilizó pero por precaución lo darán de alta mañana.
— ¿Podemos pasar a verlo?— preguntó su padre.
— Sí... pero sólo sus padres— dijo ella.Madie se llevó al papá de Zac y a Jill con ella. Los demás nos quedamos ahí. George y Lucille salieron. Ella necesitaba algo de espacio. Seguramente se sentía culpable. No lo era, Zac podía ser muy dramático y cobarde cuando pasaba por momentos de estrés.
Evan y Jimi aparecieron. Había todo un pasillo para ellos pero aún así venían muy juntos, codo a codo.Entonces descubrí que estaba bastante sola. Nunca antes me había sentido tan solitaria.
— ¿Qué pasó?— preguntó Evan.
— Zac está bien— dije.
— Lo sabía— dijo Evan.
— Claro que no— le dijo Jimi—, te la pasaste todo el camino mientras íbamos por café diciendo de qué manera quedaría repartida la herencia de Zac.
— Tenía que decirlo, él tiene un testamento y hasta un abogado— dijo Evan—, ¿No es raro? ¿Qué persona joven tiene su propio abogado? Además, ¿Sabían que tiene una cuenta en el banco? Es decir, ¿No le basta con los trajes de adulto que siempre usa?
— A Zac le gusta verse profesional— dije—. Cosa que es muy útil porque es presidente del consejo estudiantil.
— Es como un adulto chiquito— dijo Jason—. Uno que no sabe lidiar bien con algunas cosas.
— Uno muy cobarde— dije.
— No creo que Zac sea cobarde— dijo Jimi.
— Salió corriendo cuando te dijo sobre lo del beso— le dije—, y no regresó hasta una semana después.
— Pero no lo hizo porque fuera cobarde— dijo Evan—. Si algo he aprendido de Zac desde que vivo con él es que le gusta pensar las cosas. Más de lo que debería. No huye, sólo busca espacio para pensar mejor.
— A mí me parece que huye— dije.
— Podría dejar de hacerlo— dijo Jason—. Lo hará, lo sé. Pero ocurrirá cuando él lo decida. O mejor dicho, cuando exista algo que lo impulse a quedarse.Lo observamos todos.
— ¿Como qué?— preguntó Jimi.
— Ya saben, algo que inevitablemente te haga quedarte— dijo él—. De la misma manera por la que todos estamos ahora aquí. Hay algo que hace que nos quedemos.
— Por Zac— dijo Jimi.
— No exactamente— dijo Jason
— ¿El frío?— dijo Evan.
— No— le dijo Jason—. Aunque es mejor estar aquí que allá afuera.
— El amor— dije.Todos me observaron.
— Amamos a Zac— dije—. Por eso aunque nos parezca un poco cobarde, seguimos con él.
— ¿Significa que él no puede amar?— dijo Evan—, ¿Qué hay de todas las veces en las que lo he visto comerse uvas mientras dice “te amo, cásate conmigo”?
— ¿Le propuso matrimonio a una fruta?— dijo Jimi.
— Sí, pero al parecer le es infiel con los productos de limpieza también porque lo he escuchado decirle que los ama— dijo Evan.
— Zac no me parece alguien que pudiera ser infiel— dijo Jimi.
— Esas uvas no piensan lo mismo— le dijo Evan.
— Esperen, se están desviando del tema— dije.
— Lo siento, las infidelidades de Zac nos emocionan— dijo Evan.
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Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...