Algo había pasado con Jimi y no me gustaba. En mi corta ausencia (que realmente parecía haber sido larga porque muchas cosas pasaron), Gigi se unió al grupo. Al parecer yo era el único que creía que era una mala idea, no sólo porque la última persona que se acercó a nosotros de la misma forma fue Derek, si no porque también conocía a Gigi lo suficiente como para saber que no era precisamente la mejor de las compañías.
Pero Jimi en verdad la apreciaba y no podía decirle que se alejara de ella. Además, el hecho de que ya conociera a Gigi era una ventaja porque al menos no tendríamos que lidiar con sorpresas como con Derek. Siendo ella mi prima política, podía controlarla si algo pasaba.
A Evan tampoco le gustaba nada Gigi pero no porque desconfiara de ella si no porque creía que podría enamorarse de Jimi y causarle problemas. A mí eso no me preocupaba porque Jimi no parecería del tipo de chico con el que saldría Gigi. Era lindo, amable y tierno, y Gigi no deseaba salir con una buena persona, ella quería vivir un romance dramático y hasta cierto punto tóxico. Al menos eso pensaba yo analizando sus últimos romances.
El principal problema era que Evan y Jimi debían ser discretos sobre su relación enfrente de ella. Quizá teníamos mucho en común con Gigi porque conocíamos a las mismas personas, pero era demasiado pronto como para contarle algo tan íntimo. Queríamos aprender de nuestros errores y ser más precavidos.
Además, Gigi hacía muy feliz a Jimi y a Laura.
— Está bien, pueden quedársela— les dije—. Pero si causa problemas se van a hacer responsables de ella.
— ¡Hurra!— dijo Laura feliz.
— No soy un gato— dijo Gigi—. Además, no estaré aquí siempre.
— Seguramente irás a visitar a tus amigos mientras deambulas por ahí— dije—. Igual que un gato.
— ¡Qué no soy un gato!— dijo enojada.Luego el receso terminó y ella y Jimi se fueron.
Esa amistad además de improbable era peligrosa. Gigi estaba haciendo que Jimi se volviera salvaje.
Eso se empezó a notar más los siguientes días.
Los rumores sobre nosotros seguían en el aire, en menor cantidad pero ahí seguían. Gracias a eso Jimi y Jason no podían estar juntos sin causar que los rumores sobre ellos se alzaran hasta el cielo. La gente hiperventilaba al verlos juntos. Evan también pero de coraje.
A Jimi no parecían importarle.De repente era otro Jimi. Ignoraba los rumores, parecía más concentrado y desbordaba confianza. Gigi de alguna forma estaba influyendo en él y eso me asustaba pero me intrigaba a la vez. Una vez unos chicos hablaban sobre él y en lugar de ignorar el comentario o desmentirlo, simplemente se acercó a ellos, los observó y les dijo: “Qué aburridas deben ser sus vidas como para que estén hablando de mí”, luego se alejó de ellos lentamente y se unió a Gigi al otro lado del patio.
Evan y yo observamos la escena. Me sorprendió pero no sería la última vez que algo así pasaría. Jimi estaba enfocado en ser menos ingenuo (cosa que él pensaba que era el origen de sus problemas) y en vez de seguir siendo pacífico se estaba atreviendo a hacer cosas nuevas. Yo y los demás estábamos acostumbrados a que hablaran cosas sobre nosotros pero nunca era nada malo porque no nos gustaba llamar la atención. Sin embargo Jimi era todo menos discreto. De repente se había vuelto el representante de su clase, también participaba en todos los eventos de la escuela y hablaba con cualquier persona como si los conociera de años. En pocas palabras, era como Gigi.
A mí ese Jimi popular y lleno de confianza me confundía pero a Evan le encantaba. No podía quitarle los ojos de encima, como si fuera un pastelillo. Lo seguía a todas partes y cuando no estaba haciendo eso se la pasaba hablando de él. Entonces yo me tapaba los oídos con las manos porque no iba a escuchar qué tan sexy le parecía, es decir, Jimi era como mi hijo.
Otro día, cuando nuevamente estábamos en el jardín Jason, Laura y yo, ellos notaron por primera vez que algo había cambiado en Jimi.
— Jimi se ve diferente— dijo ella—, ¿Qué será?
— Creo que se cortó el cabello— dijo Jason.
— ¿Es broma, no?— dije.
— Sí— dijo Laura—, nos burlamos de ti porque generalmente pasas por alto cosas obvias como esta.
— Jaja, qué graciosos— dije con ironía.Evan llegó a nosotros.
— ¿Han visto a Jimi?— preguntó.
— Debe andar por ahí con Gigi y sus amigos— dije.
— Pero yo quiero que esté conmigo— dijo desanimado.
— Evan, Jimi está contigo la mayor parte del día— dijo Laura.
— Sí— dije—, llegas a casa tarde porque estás siempre con él. Calma tus impulsos, pervertido.
— No voy a calmarme, quiero a mi Jimi— dijo él.Jimi, como si acabara de invocarlo, apareció de repente. Se acercó.
— Hola— nos dijo—. Hola esposo imaginario— le dijo a Jason.
— Hola— dijo Jason como si nada.
— ¿Esposo imaginario?— dijo Evan asustado.
— Todos lo piensan— dijo Jimi—. Es divertido.
— ¡No es divertido, yo debería ser tu esposo imaginario!— dijo Evan enojado.
— Pero Evan, tú eres el esposo real— le dijo Laura.
— Pues quiero ser ambos— dijo Evan.
— Tienen razón, es divertido— dije.
— Zac es mi esposo también— dijo Jimi.
— ¿Pues con cuántas personas me engañas?— dijo Evan.
— A juzgar por los rumores— dijo Laura—, con todos, hasta conmigo.
— ¿También eres su esposa?— preguntó Evan.
— Siempre quise tener una esposa— dijo Jimi feliz.
— ¡Yo también puedo ser tu esposa!— dijo Evan.
— Sólo bromeo— dijo Jimi muy alegre.Pero no, esas bromas ya no lo parecían. Además, los rumores no hacían más que aparecer.
Jimi era cada vez más controversial. Una vez un chico le preguntó si era gay. Entonces él dijo:— ¿Por qué? ¿Te intereso?
El pobre chico salió huyendo despavorido mientras Gigi y sus amigos se reían.
Lo único bueno era que por primera vez en su vida, a nadie le importaba qué era Jimi. Él se eclipsaba a sí mismo.
A Jason no le preocupaba eso. Es más, lo consideraba fascinante. Como él no interfería, yo tampoco lo hacía. Hasta que me vi obligado por una situación.Otro día, mientras entraba en la sala del consejo estudiantil, me encontré a Evan recostado en el escritorio con Jimi encima. Evidentemente no había hecho nada (aún), pero esa posición tan sugerente casi me da un paro cardíaco.
Grité cuando los vi y ellos se quedaron inmóviles mirándome. Me cubrí los ojos con las manos.
— ¡Te juro que no ha pasado nada!— dijo Evan asustado.
— Lamentablemente— dijo Jimi.Luego ambos soltaron unas risitas de complicidad.
— Jimi, necesitamos hablar— le dije sin quitar mis manos de mis ojos.
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Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...