Halloween. El único día del año en donde podemos ponernos disfraces raros sin ser acusados de estar dementes. En donde las casas se llenan de adornos terroríficos menos si se trataba de mi casa, en donde Jill consideró que la idea de unas figuras humanoides podrían ser demasiado para los niños del vecindario y en su lugar puso unas simpáticas calabazas con caras graciosas. A Evan no le gustó que desecharan su idea de cadáveres en el jardín. De hecho él no había estado de buen humor últimamente. Aún cuando en esos días Jason se había encargado de calmar nuestras inquietudes. No lo culpaba, Jimi llevaba enfermo casi toda una semana entera.
A ese paso se perdería la fiesta se halloween, lo que sería una lástima porque ya estaba todo listo. Los clubes en verdad nos habían ayudado mucho. La escuela había entrado en crisis porque todos querían la corona de rey y reina del baile. Eso impulsó la venta de boletos. Además también teníamos donaciones voluntarias que sin duda ayudarían mucho. Eso me alegraba mucho porque sentía que todo ese arduo trabajo había valido la pena. Era una lástima que Evan estuviera tan deprimido.
— Pensé que estarían contentos pero se ven un poco decaídos— nos dijo Jill.
— Eso no es cierto— dijo Evan molesto—, las calabazas del jardín nos ponen muy felices.
— Son unas calabazas aterradoras— dijo ella.
— Eso no asusta ni a un bebé— dijo Evan.Lo miré, estaba en el sofá, completamente rendido.
— Pues ojalá estén de buen humor mañana en la fiesta— dijo Jill—. Si me disculpan, iré con mis calabazas que al parecer no dan miedo.
Jill salió. Me senté al lado de Evan.
— Iremos a ver a Jimi— dije.
— Él no quiere verme— dijo él enojado.
— Claro que sí.
— La última vez que tratamos de verlo no quiso.
— Porque estaba muy enfermo y temía contagiarnos— dije—. Pero seguro ya está mejor.
— Esa fue una mentira. No quiere verme. Me odia.
— Jimi te adora— dije—. Pero no se sentía muy bien.
— Jason dice que Laura dice que te dijo que Jimi les dijo que piensa que pasamos mucho tiempo juntos— dijo él.
— Jason también dijo que le contó a Jimi el porqué estamos tanto tiempo juntos— dije.
— Sí pero quizá Jimi podría estar enojado conmigo. Lo abandoné después de todo. Ha estado muy solito.
— No realmente— dije—. Jason y Laura han ido a verlo. Claro, antes de que él pensara que podría contagiarlos. Pero según el facebook de Jimi, ha estado hablando mucho con Derek, así que está bien. También se ha vuelto muy amigo de Gigi, mi prima. Está bien, no te preocupes, lo veremos mañana en la fiesta.Eso puso de mejor humor a Evan.
— Además, debemos ir por nuestros disfraces— dije.
Eso definitivamente lo emocionó.
— ¡Jill, deja esas calabazas felices y vamos a la tienda de disfraces!— dijo mientras salía.
Evan yo habíamos encargado nuestros disfraces desde hacía un mes. Sólo debíamos ir a recogerlos.
Jill nos llevó. Llegamos. Nos encontramos con George y la profesora.
— Luz, ¿Qué haces aquí?— le preguntó Evan.
— Venimos por nuestros disfraces— dijo ella.
— ¿George irá a la fiesta?— pregunté.
— Claro que sí— dijo él—, una de las ventajas de tener una esposa es que puede meterte de contrabando en eventos exclusivos.
— Pues no deberían decírmelo a mí, soy presidente del consejo estudiantil— dije.
— Está bien, tú no me delatarías— dijo la profesora—, sobre todo porque ya hemos hecho trampa juntos antes. Ya sabes, cuando arreglamos que ustedes estarían juntos en el mismo salón.
— ¿Zac hizo eso?— preguntó George—, ¡Qué estafador!
— Eso no cuenta, no daña a nadie— dije.
— Pues esto tampoco— dijo Lucille—. George irá disfrazado y pasará desapercibido. Además, me ayudará a controlar a los alumnos.
— ¿De qué se disfrazaran?— preguntó Evan.
— Seremos el matrimonio Frankestein— dijo George.
— Qué original— dije.
— Perdóname por no ser tan creativo como ustedes— dijo George molesto.
— ¿Ustedes qué serán?— preguntó Lucille.
— Yo seré un príncipe— dijo Evan.
— Qué original— dijo George.
— A Evan le queda ser un príncipe— le dije—. Ahora que lo pienso, a ti también te queda ser Frankestein.
— ¿Qué estás tratando de decir con eso?— dijo George enojado.
— Ven cariño, hay que irnos— le dijo Lucille.Se despidieron. Entramos al lugar. El dependiente de la tienda ya tenía nuestro encargo. Salimos.
— Algo me dice que George sigue enojado por lo de su auto— dije—. Y eso que pagué la multa que le pusieron.
— ¿Quién se supone que serás tú?— me preguntó Jill.
— Sherlock Holmes— dije.
— ¿En serio?— preguntó ella.
— ¿No es genial? Podré ser un detective por una noche.
— Es un buen disfraz— dijo Evan—. Jill, ¿Tú te disfrazarás?
— Quería hacerlo pero todos los disfraces son un poco aterradores— dijo ella—. Me pasaré regalando dulces esa noche, no quiero asustar a los niños.
— A los niños les encanta que los espanten— dije—, esa es la esencia de halloween.
— Yo creo no podría ser demasiado para ellos— dijo ella.
— No a todos los niños les gustan las cosas aterradoras— dijo Evan—, apuesto a que Jimi odia todo eso.
— Posiblemente nadie ha asustado a Jimi en su vida— dije—. Deberíamos visitarlo y preguntarle.
— Mañana— dijo Evan—. Hablaré con él por fin y todo quedará solucionado.
— Me agrada ver eso— dije.Evan estuvo lleno de energía toda la tarde. Ayudó a cocinar, hizo reír a papá con sus chistes malos y por la noche, antes de dormir, me contó todo lo que le diría a Jimi.
Se sentía como que todo entre ellos por fin quedaría claro. Sin trampas, sin secretos. Evan pondría todas las cartas sobre la mesa. Entonces podrían ser sinceros y hablar. Seguirían juntos, más fuertes que nunca.Entendí en ese momento que extrañaba verlos juntos, intercambiando miradas y haciendo todo lo posible por estar juntos aún cuando debían ser discretos.
Recordar eso me hacía feliz. Adoraba verlos a ambos felices, no me los imaginaba de otro modo.Luego estaba yo, con todos esos problemas que no sabía cómo manejar. Jason me había dicho que debía ser honesto conmigo mismo. Que eso era el principio para todo. Pero simplemente empezaba a pensar en algo e inmediatamente lo desechada porque se sentía demasiado para mí. Además, había pensado toda mi vida que al menos conmigo mismo siempre había sido muy honesto.
Respiré profundo y deseé tener la fuerza para poder lidiar con lo que ya tenía.
No contaba que algo terrible pasaría en halloween, algo que lo cambiaría todo.
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Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...