15. El extraño diario de Zac

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Jason parecía muy tranquilo. Muy sereno, aún cuando mis excusas sobre mi ausencia eran tontas y pobres. Por otro lado, Laura era demasiado expresiva. Parecía estar conteniendo sus comentarios y preguntas. Observarlos juntos era muy extraño, eran polos opuestos. No me había dado cuenta de lo diferentes que eran.

Pero ambos me escucharon sin interrumpirme hasta el final. Los observé expectante, esperando que preguntaran cosas.

— Lo importante es que estás bien— dijo Jason.
— Sí— dijo Laura—. Me alegra que estés bien ahora.

Los miré asombrado. ¿En verdad no iban a preguntar nada?

— Las vacaciones casi terminan— me dijo Laura—. Te has perdido de mucho. Pero aún puedes recuperar el tiempo si quieres.
— No tengo muchas ganas— dije.
— George está en la playa y no ha dejado de presumirnos su vida— dijo ella feliz.

Tomó su teléfono y empezó a mostrame fotos. Yo no entendía qué pasaba. Esperaba que me interrogaran pero nadie decía nada. Pensé que tal vez sospechaban que era un tema complicado y que yo no quería tocarlo pero... pensaba que si estuviera en su lugar no aceptaría las excusas que di tan fácilmente.

— George parece feliz— dijo ella—. Me alegro por él. Aunque probablemente está enojado conmigo— empezó a reírse—, hace un rato Will y yo le jugamos una broma...

Inmediatamente después de que dijo eso, dejó de hablar y me observó. Yo también lo observé asombrado.

¿Ella sabía? ¿Qué sabía?

— Sabemos que tú y Will tuvieron un malentendido— dijo Jason, lo miré.
— ¿Lo saben?— pregunté asombrado.
— Lo dedujimos— dijo él—. Puesto que ustedes se distanciaron.
— ¿Él les dijo algo?— pregunté.
— No— dijo Laura—. Nada.

Respiré aliviado. Sabía que Will no le diría nada a nadie.

— ¿No van a preguntarme qué pasó?— pregunté.
— ¿Quieres hablar de eso?— me preguntó Jason.
— No, definitivamente no— dije.
— Entonces esperaremos a que quieras hacerlo— dijo él.

Los observé. Pensé que definitivamente si yo estuviera en su lugar, esa respuesta no me hubiera gustado. Comprendí entonces que ellos dos estaban siendo mejor amigos de lo que yo lo había sido con ellos.
Me sentí tonto y muy impotente. No había forma de que yo pudiera ser como ellos. Eso no sólo me dolía, si no que me decepcionaba.

— Gracias— dije.

El teléfono de Jason empezó a sonar. Lo tomó.

— Discúlpenme— dijo mientras se acercaba a la puerta.

Lo observamos salir.

— Jason es mi héroe— dijo Laura—. Siempre sabe qué hacer.

Recordé lo que había escuchado que dijo por teléfono. Se refería a él, estaba seguro.

— Es grandioso— dije.
— Él nos ha ayudado mucho a todos— dijo ella.
— Lo sé.

La observé. Había algo que quería preguntarle pero no sabía cómo.

— ¿Puedo preguntarte algo?— preguntó.
— Yo también quiero preguntarte una cosa— dije.
— Tú primero— dijo.

Lo pensé.

— Will— dije, dudé un poco—, ¿Está bien?

Ella me observó asombrada. Sonrió pero desvío la mirada antes de contestarme.

— Lo está— dijo.
— Ah— dije.
— He estado con él todo este tiempo— dijo ella sin voltear a verme—. Estará bien pronto, lo sé.
— Me alegra escuchar eso— dije.
— ¿Puedo preguntarte algo yo?
— Claro— dije.
— ¿Lo odias?

Me miró, yo estaba muy sorprendido por la pregunta.

— ¿Qué?— pregunté—, ¿Porqué piensas que lo odio?
— Sólo preguntaba— dijo.
— ¿Él te dijo eso?
— Will no dijo nada— dijo ella.
— No lo odio— dije.

Nos quedamos en silencio unos segundos.

— ¿Volverán a ser amigos?— preguntó.

La observé. No sabía qué decir.

— No lo sé— dije.
— Entiendo— dijo ella.

Jason entró rápidamente.

— ¿Era Jimi?— le preguntó ella a Jason.
— No, era Will— dijo Jason, yo sentí muchos nervios sólo por escuchar su nombre.
— ¿Qué quería?— preguntó Laura.
— Quería saber si estabas ocupada— dijo Jason—. Pensó que si te hablaba sin duda le dirías que sí aunque no fuera cierto.
— ¿Me necesita?— preguntó ella.
— Él y Alex querían verte— dijo Jason.
— Entonces iré— dijo ella.

Me observó.

— Tengo que irme. Pero si me necesitas, háblame— dijo.

Se acercó y me abrazó. Luego se dirigió a la puerta. Jason la siguió supongo que para despedirse. Yo me quedé en donde estaba.

No podía dejar de pensar en que todo era muy extraño.
Jason regresó.

— Pensé que le dirías que se quedara— me dijo.
— ¿Yo? ¿Por qué le diría eso?— pregunté.
— Porque no la has visto en mucho tiempo. Pensé que te gustaría hablar con ella.

No, pensé, realmente no. Ella preguntaba cosas difíciles.

— Sí pero... no hoy— dije.
— Entonces... ¿Qué quieres hacer?— me preguntó—, es más, ¿Qué harás apartir de ahora?
— ¿Porqué preguntas eso?
— Porque probablemente todos los días van a ser incómodos como hoy— dijo—. Y no siempre van a necesitar a Laura en otra parte.
— No sé de qué hablas— dije—. No es incómodo.
— Lo será— me dijo él—, sobre todo cuando pregunten porqué Will ya no te habla como antes.

Lo observé sorprendido.

— ¿Tan.... tan raro será?— le pregunté, empecé a sentir la ansiedad—, porque no sé qué debo hacer. Parece que estoy haciendo mal pero... sé qué las cosas son diferentes y no puedo fingir que nada pasó. Quiero con todas mis ganas poder fingir que no pasó nada y regresar con Will a hablarle como antes. Quiero disculparme por lo del otro día y al mismo tiempo no quiero hablar de eso, como si pudiera desaparecer sólo con pensar que nunca pasó pero... no es así. Entiendo que todo va a cambiar porque no puedo hacer que Will sienta las cosas de otra forma pero no me gusta. Odio esto— dije, lo observé y casi me pongo a llorar—. Lo odio terriblemente. Me gustaba como estaba todo antes. Y pienso en que las cosas han cambiado y es por mi culpa. Yo arruiné todo. Pude fingir que no pasó nada pero recordé cosas que me pusieron mal. No quería que eso pasara...

Ya no dije más. Nada tenía sentido, probablemente Jason no había entendido nada de lo que dije.

— Las cosas cambian— me dijo—. Todo cambia porque todo está en movimiento. Aún si nada entre Will y tú hubiera cambiado, algún día algo alteraría el estado de las cosas. No puedes evitar que las cosas cambien. Tampoco son tu culpa.
— Se siente a que sí— dije.
— Depende de la perspectiva— dijo.
— Desde la de Laura debo ser muy culpable— dije.
— ¿Por qué? ¿Laura te acusó de algo?
— No. Pero sé que habla con Will. Debe odiarme. Debe saber que ya no hablamos por mi culpa.
— Ella nunca pensaría eso de ti.
— ¿Porqué no? Yo lo haría— dije—. Si mi amigo dejara de hablar con el otro y supiera que fue porque el otro decidió alejarlo de su vida, sin duda lo culparía.

Jason me observó.

— No sabía que fuéramos tan diferentes— me dijo él—. Porque ni Laura ni yo culparíamos a alguien en particular.

Nuestros ojos se encontraron. Lo entendí. Yo no era como ellos. Yo era una mala persona. Lo había sido en todo ese tiempo y no lo sabía. Pensé que era una persona diferente. Pensé que con el tiempo me había vuelto mejor pero... era como si todo siguiera igual.

— Soy una mala persona, ¿No?— pregunté.
— No— dijo él—. Eres alguien bueno al que le han pasado cosas malas.

Problemas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora