Problemas de Pasillo

65. El diario de Jimi (sin Evan)

En medio del receso, descubrí que ya no quería seguir así, lejos de Evan. Quería decirle eso pero él y Zac aún no llegaban al jardín. Miré a Laura. Parecía feliz. Jason por otro lado, se veía bastante pensativo. Quería preguntarle si algo le molestaba, pero entonces llegó Evan.

— Hola— le dije.
— Holis— dijo feliz.
— Evan, pareces contento— le dijo Laura.
— Lo estoy— dijo él.
— ¿Por?— preguntó Jason.
— Han pasado muchas cosas, todas buenas— dijo él.
— ¿Estar en el mismo equipo para un trabajo con Zac es algo bueno?— dijo Jason.
— ¡Claro que sí!— dijo Evan—, ¡Estar con Zac es genial! Por cierto, él y yo estaremos ocupados en el trabajo y otras cosas en las siguientes semanas, así que probablemente no estaremos aquí tanto.
— ¿Qué?— dije sorprendido—, ¿No vendrán?
— No tanto— dijo Evan—, buscaremos una forma de estar aquí. Él tiene mucho trabajo y voy a ayudarlo. La fiesta de halloween necesita mucha planeación. Además él me está ayudando en algunas cosas. ¿No es genial?

No, pensé, no es genial. La única oportunidad que tenía para verlo era en los recesos y ya ni siquiera tendría eso porque estaría con Zac.

— Tengo que irme— dijo—, Zac está con Emery diseñando los boletos para el baile de halloween y quiero ver eso. Nos vemos.

Se fue feliz. Lo observamos irse.

— Pasa mucho tiempo con Zac— dijo Laura—, sí que se han vuelto buenos amigos.
— Vive con Zac— dijo Jason—, yo diría que ya hasta son mejores amigos.
— ¿Eso no te molesta?— me preguntó Laura.
— ¿Qué cosa?— dije.
— Que Evan esté todo el tiempo con Zac y no contigo— dijo.
— No puedo salir así que está bien que quiera pasar tiempo con Zac— dije.
— Pues sí pero... ¿Es normal que ustedes ya casi no se hablen?— dijo ella—, porque se supone que son pareja...

La observé. No, no podía seguir mintiendo. No era lo mío.

— ¡Lo sé!— dije—, ¡Es terrible, pero las cosas no están bien entre nosotros y todo es mi culpa!— dije afligido.
— ¿Qué?— dijo Laura sorprendida—, ¿Ustedes tienen problemas? ¿No ya los habían solucionado?
— ¡Eso pensé pero creo que lo arruiné todo!— dije.
— ¿Cómo pasó?— dijo Jason.
— ¡No importa, todo es mi culpa y ahora Evan ya no quiere estar conmigo!
— ¿Terminó contigo?— preguntó Laura.
— ¿Crees que terminó conmigo?— pregunté asustado—, porque entendería que quisiera hacerlo...
— Jimi, tranquilízate— dijo Jason—, mejor cuenta qué pasó.

Traté de ser breve sobre lo que pasó al día siguiente de cuando fui a la fiesta.

— Pensé que eso no le molestaría a Evan— dijo Laura—, aunque entiendo porqué se enojó.
— ¿Qué significa eso?— dije temeroso—, ¿Va a dejarme?
— No creo que eso vaya a pasar— dijo Jason—. Entiendo que se molestó un poco pero no está en la naturaleza de Evan enojarse mucho tiempo. Necesitas hablar con él.
— Pero no sé cómo— dije—, o de qué. Lo decepcioné. Se supone que estamos saliendo pero no lo apoyé cuando me necesitaba. De hecho no sabía como ayudarlo. Debí tratar más pero en cambio... me di por vencido.
— No es tu culpa no saber cómo manejar cosas tan delicadas— dijo Jason—. Pero él no te guarda rencor por eso. Sólo debes hablar con él, decirle cómo te sientes. Te entenderá, te ama demasiado.
— No lo parece— dije triste.
— Iremos contigo— dijo Laura—. Tienes todo nuestro apoyo.

Ella sonrió. Los observé. Me sentía mejor luego de contarle todo eso a ellos.

— Gracias— dije.

Fuimos a buscar a Evan. Lo encontramos en la biblioteca con Zac. Estaban solos en una mesa, leyendo. Se reían y hablaban.
Zac parecía muy feliz.

— Parecen una pareja— dijo Laura—, como en un comercial de ropa costosa. Vamos, habla con Evan.
— No puedo hacer eso después de que acabas de decir que parecen una pareja— dije.
— Dije que parecen, no que lo son— aclaró ella.
— Pues eso me asusta— dije.
— No sé porqué dije eso— agregó Laura—. Zac no podría salir con nadie, estoy empezando a pensar que es un robot. Jason, ayúdame.

Observé a Jason. Estaba atento mirando a Evan y Zac, que estaban sentados cerca, riéndose por algo.

— Qué bien se acoplan esos dos— dijo Jason.
— ¡Eso no ayuda en lo absoluto!— le reclamó Laura.
— Perdón— dijo Jason—, me distraje un momento. Como decía, no hay nada qué temer.
— ¡No voy a hablar con Evan!— dije.
— Jimi, él aún sale contigo— dijo Laura—, claro, ahora mismo parece más el novio de Zac que el tuyo pero eso no significa nada.
— ¡Va a dejarme, estoy seguro de eso!— dije aterrado.
— Laura, mejor no digas nada— le dijo Jason, luego se dirigió a mi—. Jimi, no tienes que preocuparte.
— Sí, Evan sigue saliendo contigo— dijo Laura.

Entonces recordé algo que Evan dijo el día que fue a verme a mi casa, luego de la fiesta.

— Evan dijo que estaremos separados un tiempo— dije—, lo dijo ese día cuando peleamos. ¿Es importante?
— ¿Sabías algo como eso y apenas se te ocurre decirlo?— dijo Laura.
— ¿Qué significa?— dije—, ¿Terminó conmigo?
— No, significa que estarán separados un tiempo— dijo Laura pensativa—, es decir, no estarán juntos.
— ¿Eso no es lo mismo que terminar?— dije.

Ella me observó. Yo la miré.

— ¡Oh por dios, creo que esto es malo!— dijo ella.
— ¡No digas eso!— dije asustado.
— No exageren— dijo Jason—, antes de seguir armando conjeturas, hay que saber qué dijo Evan exactamente.

Entonces apareció la profesora. Iba por el pasillo pero al vernos se detuvo.

— Hola— dijo—, ¿Qué hacen aquí afuera? ¿Espían a alguien?
— Algo así— dije.
— Estamos en medio de una crisis colectiva— dijo Laura.
— ¿Por?— dijo la profesora mientras se asomaba hacia la biblioteca—, ¿Por qué están espiando a Zac y a Evan?
— Es que— dijo Laura nerviosa—... queremos saber sus secretos.
— Sí, yo también creo que están planeando algo— dijo la profesora—, pasaron todo el fin de semana juntos.
— ¿Todo?— dije—, ¿No es normal porque viven juntos?
— No estuvieron en la casa de Zac— dijo ella—. Se fueron el sábado por la mañana y regresaron el domingo.
— ¿Qué?— dije sorprendido.
— No sé qué están planeando pero es sospechoso— dijo ella—. Aunque no creo que sea nada malo, ambos regresaron felices.
— ¿A dónde fueron?— preguntó Jason.
— Nadie sabe, ellos no quisieron decirlo— dijo la profesora—. Se llevaron el auto de George. Pero regresaron al día siguiente, cosa que sí es rara. Pero personalmente creo que no debemos preocuparnos, Zac está cuidando muy bien de él.

Después de decir eso, se despidió y se fue.
Laura me observó.

— Eso no significa nada— dijo ella.
— ¡Se fueron por días a algún lugar desconocido!— dije.
— Pero... ya no sé qué decir— dijo ella.

La observé. Eso era malo. No estaba bien. Para nada.