— No, no quiero hacer eso— dije—, Jimi, te juro que yo no quiero arruinar nada. Sólo quiero ser honesto.
— ¿Y porqué ahora que todo va muy bien? Mi vida va demasiado bien y todas las cosas se están arreglando y tú... tenías que decir eso...
— No, sé que parece mal pero en verdad yo...Jimi se veía notablemente afectado.
— Pasé días terribles pensando que querías a Evan y al final... no era mentira— dijo.
— ¡No, estás muy equivocado!— dije—, ¡Nunca quise quitarte a Evan! Es decir, quizá sí una parte de mí porque deseaba que estuviera conmigo, no como pareja porque él no me gusta, sólo... quería que me hiciera compañía...
— ¡Pero ya vivía contigo!— dijo enojado.
— Es complicado y difícil de explicar— dije.
— ¿Entonces porqué me lo contaste? ¿Por qué ahora? ¿No pudiste simplemente esperar a que las cosas estuvieran bien?No sabía qué decir. No entendía siquiera el porqué había soltado eso.
— Lo siento— dije.
— No sé qué decir— dijo—. Te quiero. Más de lo que te imaginas seguramente pero... me siento mal. No sé qué pensar sobre ti porque te conocía bien y... creo que al final nunca lograré conocer bien a nadie porque siempre me van a ocultar cosas.
— Jimi, no digas eso— dije, sentí que mi corazón se rompía—, no es así...
— Mejor me voy o diré cosas crueles y no quiero herirte— dijo.Se alejó. Caminó hasta donde estaban los demás. Lo seguí tratando de detenerlo. Llegamos. Jason, Laura y Evan nos miraron consternados.
Toqué el hombro de Jimi.
— ¡Aléjate de mí o te diré cosas malas que no quiero decir!— dijo alterado.
Los demás nos miraron.
— ¿Qué pasa?— dijo Evan.
Jimi lo observó.
— No puedo quedarme aquí— dijo Jimi muy afligido.
Caminó rápidamente. Evan me observó. No dijo nada, corrió a alcanzarlo.
— ¿Qué pasó?— me preguntó Laura.
Yo sentía que me dolía el pecho. Mucho. Quería llorar. Sostener mis lágrimas era casi imposible.
— Yo... le conté— dije sin dejar de mirar incrédulo la parte en donde Jimi se fue.
— ¿Qué cosa?— dijo Laura.
— Le dije que traté de besar a Evan— dije resignado.
— ¿Qué?— dijo Laura completamente asombrada.
— ¿Por qué contaste eso?— me dijo Jason—, ¿Estás loco? Pensé que Evan y tú no lo contarían nunca porque no es importante.
— ¡No sé qué me pasó, sólo lo dije sin pensarlo bien!— dije al borde de entrar en pánico.
— ¿Tú lo sabías?— le dijo Laura a Jason—, ¿Sabías eso y no se te ocurrió decirme?
— Esto no debía saberlo nadie— le dijo Jason.
— ¡Pues Jimi ya lo sabe y naturalmente no está feliz!— dijo ella.
— Laura, ya hay suficientes problemas como para que los empeores— le dijo Jason.
— ¡Yo no estoy causando nada, no soy yo quién trató de besar al novio de mi amigo!— dijo ella.
— ¡Dilo más alto porque Zac seguramente no te escuchó!— le dijo Jason enojado.Empezaron a discutir porque Jason le dijo que estaba sobre reaccionando.
Me sentía terrible, estaba causando problemas sin necesidad alguna. Por mi culpa mis amigos peleaban, Evan y Jimi seguramente también estaban discutiendo. Todo estaba mal... siendo que hacía unos minutos todo estaba bien.
Salí corriendo. Me dolía el corazón. Me apretaba tan fuerte que no podía respirar.
Me dirigí a la enfermería. Entré. Lucille estaba ahí. Esperaba que el lugar estuviera vació.
— Hola— dijo ella—, ¿Estás de visita?
La observé. Y las lágrimas que pude sostener simplemente cayeron.
— No— dije sin tratar de ocultarme—, nada está bien.
Entonces lloré. Mucho y muy fuerte. Quizá como aquella vez en la boda de George, cuando papá me llevó a mi habitación. La diferencia era que en esa ocasión no estaba muy consciente de lo que ocurría. Pero en ese momento, mientras Lucille me abrazaba, entendía perfectamente todo lo que pasaba. Pero en verdad todo.
Lloré hasta que no pude más. Al final me dolía la cabeza y mis ojos estaban inflamados. Lucille no me preguntó nada. Sólo si quería que llamara a Jill para que fuera por mí. Asentí lentamente. No quería quedarme en la escuela.
Me recosté en la cama que había ahí. Miré el techo. No quería pensar en nada porque todo dolía. Pero sabía que eso había sido el origen de mis males. Simplemente ignoré mis problemas y sólo se hicieron más grandes.Después de unos minutos, Lucille se acercó a mí.
— Laura y Jason están afuera— dijo—. Tienen tus cosas. Jill vendrá pronto por ti.
La observé.
— ¿Necesitas algo?— preguntó.
Parecía comprensiva.
— Mi vida es un desastre— dije—. Por eso ahora Jimi me odia.
— Jimi no te odia, ese niño no podría odiar a nadie, es una dulzura— dijo ella.
— Entonces es peor porque debería odiarme.
— Zac, no hay ninguna razón por la que Jimi pudiera odiarte. Nada es tan malo como para que pase eso— agregó.
— Traté de besar a Evan— dije.Pareció sorprendida.
— ¿Ese Evan?— preguntó.
— Sí— dije—. Ese.
— ¿Por qué?— preguntó.Era difícil de explicar. Muy complicado. No era siquiera capaz de explicármelo a mí mismo.
— Es una larga y confusa historia— dije.
Llamaron a la puerta. Era Jason.
— ¿Estás bien?— me preguntó.
— ¿Y Laura?— pregunté.
— Necesitaba hacer algo importante y se fue— dijo.Lo miré.
— Esa es una mentira— dije.
— Bien, se fue porque está enojada contigo— dijo.
— Lo sé— dije.
— ¿Qué está pasando aquí?— preguntó Lucille.
— Larga historia— le dijo Jason.Ella no parecía convencida con eso. Yo tampoco. Ya no.
— Te contaré esa historia— le dije a ella—. Te juro que te contaré todo.
— ¿Lo harás? ¿Por qué?— preguntó.
— Porque estoy perdido— dije—, como tú una vez. Entonces tú me ayudarás aunque yo no quiera.Ella parecía muy sorprendida por eso.
— ¡Definitivamente voy a ayudarte!— dijo con determinación.
Después sentí más ganas de llorar y no me contuve. No tenía que hacerlo. Jason no iba juzgarme y Lucille tampoco.
Después de un rato, Jill llegó. Se asustó al verme. Preguntó qué pasó pero no podía decirle. No porque no quisiera decirle, si no porque me daba pena que supiera que yo era un terrible amigo.
Subí a su auto. Quería irme de ahí. Pero no para no pensar, cosa que generalmente haría. Quería ir a casa y repasar todo lo que me había pasado. Y encontrar una manera de remendar los errores. Si es que aún existía una.
Jill no dijo nada. Me dejó en mi habitación.
Entonces, en medio de la soledad y el silencio, miré el álbum de fotos de Jimi. Me sentí terrible cuando lo vi feliz en varias fotos. Luego recordaba su cara cuando se enojó conmigo. Tuve más ganas de llorar.Llegué a la sección de Will. Últimamente esa era la sección que más veía. Will se veía genuinamente contento. Y yo también, a su lado.
Las cosas estaban bien en ese entonces.
Mi papá llegó. Subió a verme. No dijo nada. Me llevó helado.
— Sólo es un mal día— dijo antes de irse—. Todos tenemos malos días. Pasan pronto.
Pensé que no era sólo un mal día. Habían sido unos meses malos. Todo era así desde que Will no estaba.
— Creo que deberías visitar al abuelo— dijo.
— Está muy lejos— dije.
— Podrías tomarte unos días. No pasa nada. Creo que te vendría bien un respiro.
ESTÁS LEYENDO
Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...