4. El diario de Jimi

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No me sentía bien. Estaba lleno de dudas. Evan no quiso hablar más sobre eso. Lo único que sabía era que él tenía padres. Nada más. No quería dejar volar mi imaginación pero era imposible. ¿Porqué vivía solo si tenía padres? ¿Quiénes eran ellos? ¿Eran malos con él? ¿Por qué nunca me había dicho eso?

Es más, ¿Por qué parecía que no sabía nada sobre él?

Me dormí esa noche con esas cosas en mi mente. Pasamos toda la fiesta en la habitación de George. Evan no quería hablar y yo no dejé de insistir. Estuvimos así hasta que él me dijo que no diría nada. Entonces empecé a enojarme, tomé mi teléfono y llamé a mis padres. Se suponía que me quedaría en casa de Zac a pasar la noche pero las cosas habían cambiado.

No me despedí de Evan. Simplemente le dije antes de irme que no era justo que él supiera todo de mí y yo nada de él. Salí de ahí rápidamente. Encontré a mis padres en la calle y me fui.
Eso sí, casi no pude dormir. Pensé muchas cosas. No quería deducir nada pero si Evan no quería hablar entonces no debía ser algo sencillo para él.

No sabía qué hacer. Al día siguiente, muy temprano, después de tomar un baño que sólo sirvió para ayudarme a pensar más y a sentirme más miserable por mi comportamiento con Evan, decidí llamar a Zac. Él siempre sabía qué hacer.

Pero no contestó mi llamada. Escribí un mensaje. Pero tampoco. Esperé un rato por si no estaba disponible. Pero no. Era muy extraño. Le escribí a Laura por si quizá sabía algo. Pero al parecer también había tratado de contactarse con él pero no lo había logrado. Me contestó diciendo que sospechaba que algo había pasado.

Inmediatamente después de leer eso, traté de llamar a Will. Pero no contestó. Era muy extraño todo eso. Llamé a Jason.

- Pensé que Evan y tú se quedarían en casa de Zac- me dijo él.
- Mis planes cambiaron- dije.
- Quizá deberíamos visitar a Will y a Zac- dijo él-. Tengo un mal presentimiento.
- Yo también- dije-. Sobre todo porque Laura creé que algo pasa.
- Tranquilo- me dijo-. Solucionaremos esto. Pasaré por Laura y luego por ti a tu casa. Dile a Evan que nos encontraremos ahí.

La llamada terminó. Yo no sabía siquiera si Evan quería hablar conmigo. Me había portado como un tonto al abandonarlo...

Pero se trataba de Zac. Debía darle prioridad a él.

Tomé mi teléfono. Me contestó el amigo de Evan que era el dueño del teléfono en donde podía contactarlo. Pensé en que Evan necesitaba urgentemente su propio teléfono.

- ¿Jimi?- contestó asombrado.
- Evan, necesito que vengas a mi casa- dije.
- ¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Por qué ayer te fuiste sin decir nada?
- Te explicaré luego- dije-, esto es más importante. Jason y Laura vendrán aquí porque iremos a ver a Zac.
- ¿A Zac?- dijo confundido.
- Creo que algo está pasando- dije.

Se quedó en silencio unos segundos.

- Estaré ahí inmediatamente- dijo antes de terminar la llamada.

Busqué mi abrigo. Le avisé a mis padres que tenía que irme. Esperé un rato, nervioso. Mamá no me preguntó nada aunque se veía que quería.
Jason llegó rápidamente. Lo invité a entrar.

- ¿Y Laura?- pregunté.
- No está- dijo él-. Me dijo su madre que salió en la mañana. Intenté llamarla pero no contestó.
- ¿Dónde crees que esté?- pregunté angustiado.
- Probablemente con Zac o con Will. O quizá estén los tres juntos. Tranquilo, todo estará bien.
- Eso espero- dije.
- ¿Y Evan?
- Aún no llega.

Decidimos esperarlo. Jason se veía tranquilo pero yo no lo estaba para nada. Era todo muy extraño. Además, iba a ver a Evan. No sabía siquiera cómo debía comportarme con él.
Golpearon a la puerta. Jason abrió. Era Evan. Lo observé. Tenía el cabello despeinado. Parecía agitado. Me observó. Luego observó a Jason.

- ¿Qué está pasando?- preguntó.
- Eso es lo que tratamos de descubrir- le dijo Jason.
- Debemos irnos- dije, traté de darle prioridad al asunto.

Salimos de ahí. Me sentía nervioso por Evan. Angustiado por no saber qué pasaba. Todo era demasiado estresante.

- ¿Y Laura?- preguntó Evan.
- No tenemos idea- dijo Jason-. No contesta llamadas o mensajes.
- ¿Por qué? ¿Qué está pasando?- preguntó él alarmado.
- No lo sabemos pero quiero pensar que no es nada grave- dijo Jason.

Decidí creerle.
Seguimos caminando. Fuimos primero a casa de Zac. Jill nos abrió la puerta.

- Hola chicos- nos dijo con una sonrisa.
- ¿Está aquí Zac?- pregunté.
- Sí- nos dijo.
- ¿Ya se siente mejor?- preguntó Jason.

Evan y yo lo observamos. ¿Había algo que sabía pero que no nos había dicho? ¿Por qué?
Entonces lo entendí. Jason no quería preocuparnos. Por eso parecía tan tranquilo.

- Aún no- dijo ella-. Pero lo estará pronto.
- ¿Podemos pasar a verlo?- pregunté.
- No creo que se pueda- dijo ella.
- ¿Por qué?- dijo Evan-, ¿Está enfermo?
- No exactamente- ella lucía verdaderamente incómoda-... pero no creo que quiera ver a nadie ahora.
- A nosotros sí- dijo Evan-. Somos sus amigos. Le contaremos chistes. Eso hace que la gente enferma se sienta mejor, ¿No?
- Sí pero...- dijo ella-... eso no sirve para lo que tiene Zac.
- ¿Qué tiene?- pregunté.
- Es difícil de explicar pero créanme si les digo que va a estar bien pronto. Lo mejor es que no vea a nadie por ahora.
- Pero eso no es tan bueno- dije-, no sé qué tiene Zac pero... no creo que vernos le haga mal.
- Por favor, en verdad me gustaría que él estuviera en condiciones de verlos pero... no es así- dijo ella.
- Entonces dígale que estuvimos aquí- dijo Jason-. Dígale que siempre estaremos disponibles, cualquiera de nosotros.
- Le diré- dijo ella.
- Entonces nos iremos- dijo Jason.

Él se giró. Evan y yo no nos movimos.

- Es que no lo entiendo- dijo Evan-. No está en condiciones para vernos pero tampoco está tan grave como para haber ido a un hospital. ¿Qué clase de enfermedad es así? Ayer estaba bien. ¿Por qué repentinamente se enfermó?
- Yo- dijo ella, parecía muy nerviosa-, no sé qué decir...
- Evan, hay que irnos- dijo Jason, que lo tomó del brazo.
- No quiero- dijo.
- Evan, por favor- dijo Jason y lo observó.

Evan suspiró resignado.

- Está bien- dijo.

Parecía enojado. Se echó a andar por la calle. Jason lo siguió. Me despedí de Jill y corrí a alcanzarlos.

Caminamos por unas cuatro calles en silencio. Hasta que Evan se detuvo.

- ¡Eso es absurdo!- dijo él enojado-, ¿No hubiera sido mejor que nos dijera que Zac no quiere vernos? Hubiera quedado mejor que esa excusa rara sobre que no puede hacerlo.
- Creo que en verdad no puede- dijo Jason.
- ¿Por qué no?- dijo Evan-, ¿Acaso no somos amigos? ¿Acaso no habíamos quedado en contarnos todo y confiar entre nosotros?
- Sabes que eso no puede ser del todo cierto- dijo Jason-. Todos tenemos cosas que no le contamos a los demás.

Inmediatamente Evan y yo nos observamos.

Problemas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora