76. El diario de Laura

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Me sentía mal por haberle gritado así a Zac. No era su culpa (no directamente), pero si no lo hubiera dicho en ese momento entonces jamás habría dicho nada.
Después de que Jason me alejó de Zac en el jardín (posiblemente para que dejara de desquitar mi enojo), hablé con él. Jason me escuchó y en verdad le pareció infame que Zac no le hubiera dicho a Evan lo que le dije pero no pensaba que fuera porque quisiera evitar que Evan se encontrara con Will.

Él pensaba que Zac quizá sí había evitado decirle eso a Evan pero por algún otro motivo. No lo sabíamos, yo no lo había dejado hablar. Así que empecé a sentirme terriblemente mal.

— Soy terrible— dije—, soy la peor persona del mundo. No puedo creer lo que dije.
— Me gustaría decirte que no es tu culpa pero creo que te excediste— dijo—. Tenías buenas razones pero perdiste el control.
— ¿Qué hago ahora?— dije desesperada—, ¡Zac me odia!
— No te odia, puedo jurar que está sintiéndose miserable con todo lo que dijiste también.
— No puedo creer que lo acusara por arruinar la relación de Evan y Jimi. No es su culpa, no sé porqué dije eso.
— Hablando de Jimi, ¿Dónde está?
— No lo sé— dije—, le enviaré un mensaje.

Eso hice. Después seguí lamentándome por ser muy impulsiva. Me llegó una respuesta de Jimi luego de unos minutos. Al parecer tenía cosas qué hacer y no saldría de su salón. Me alivió saber que al menos no había estado ahí para ver todo ese desastre.

Jason dijo que trataría de decirle a Zac que todo era un malentendido pero yo le dije que no. Quería disculparme yo misma. No ese día, pero en algún momento.
Fui a clases bastante desanimada. En medio de una clase no soporté el estrés y salí. Me encontré con Evan en un pasillo. Me preguntó sobre lo que pasó pero no supe qué decir. Le dije que Jimi había estado ocupado ese día pero que seguramente le agradaría verlo en la salida.

Él pareció muy feliz con eso. Quizá no podría disculparme con Zac inmediatamente pero sí podía ayudar a Jimi con su relación con Evan.

Cuando fue la hora de salida, Jason ya estaba esperándome en la puerta. Me encontré con él y regresamos juntos. En el camino trató de animarme pero no resultó. Me sentía terrible.

Entonces mi teléfono sonó. Era Madie. Eso me sorprendió. Le respondí.

— ¿Puedes venir?— dijo—, Will y yo tenemos la tarde libre. Se canceló una cirugía que nos llevaría horas y tenemos tiempo libre.
— ¡Es genial, estaré ahí enseguida!— dije.

Le dije a Jason que iría a ver a Will. Él decidió acompañarme. Sólo pasamos a nuestras casas para cambiarnos el uniforme. En el trayecto y gracias a él pude pensar mejor las cosas. Sabía que Zac no estaba con Evan porque quisiera. Lo ayudaba y era normal que después de tanto tiempo juntos se tuvieran mucha confianza. Lógicamente la separación de Evan y Jimi era producto de las circunstancias, no de Zac.

Me sentía terrible. ¿Cómo pude culpar a Zac?

Llegamos. Imaginé que ver a Will me animaría. Madie apareció primero. Nos saludó. Por fin conoció a Jason. Estaba observando cómo Madie y Jason tenían una conversación cuando apareció Will. Me acerqué para abrazarlo.

— Les daremos espacio— dijo Jason.
— Iremos por algo para comer— dijo Madie.

Se fueron.

— ¿Espacio?— dijo Will—, ¿Para qué? ¿Qué pasó?

Quería ser honesta. Así que no me quedó de otra.

— Zac y yo discutimos— dije—. No es la primera vez. Nos la hemos pasado discutiendo desde hace mucho, de hecho.

Él parecía muy sorprendido.

— ¿Por qué?— preguntó.
— Él sabe que Jason y yo sabemos— dije—. Traté de ser imparcial, te juro que traté pero... definitivamente estoy de tu lado. Imposible no estarlo, él se la ha pasado negando todo y... peleamos. Sé que suena mal pero también peleó con Jason así que quiero pensar que no estoy tan equivocada...

Él no dijo nada. Sólo se quedó pensado.

— No pudo creer que le haya dicho a Zac cómo me sentía— dijo muy triste—. Sabía que sólo causaría problemas, debí quedarme callado.
— No, esto no es tu culpa— dije.
— Claro que sí, ustedes pelean por mi culpa, nada de esto pasaría si yo me hubiera controlado.
— ¿Y qué pasaría si te hubieras controlado?— dije—, ¿Estarías fingiendo todavía que Zac es tu amigo aún cuando lo amas? ¿Te parece justo para alguien acaso?
— No pero es mejor que esto. Sólo estaría sufriendo yo, no todos ustedes.
— De por sí estaríamos pasándola mal, créeme— dije—. En realidad la pelea con Zac de hoy no tuvo que ver contigo. Bueno, casi no. Es sobre Evan y Jimi.

Le conté un poco de mi conversación con Zac (omitiendo la parte en donde hablamos de él).

— No creo que Zac haya querido evitar que Evan viniera conmigo— dijo—, Evan no sabe nada sobre lo que pasó así que no tendría sentido.
— Es que perdí el control y no lo dejé explicarse. Honestamente me enoja que pase mucho tiempo con Evan, no sólo por Jimi, si no porque se supone que no quiere a nadie cerca pero no se despega de él. Es decir, parece que no le fue tan difícil alejarse de ti y tú eras su amigo.
— No odies a Zac por mi culpa— dijo—, estoy seguro de que no quería hacer nada malo. No es malo, sólo incomprendido.
— Will, para ti Zac nunca sería malo, no importa qué hiciera.
— Eso no es cierto— dijo—, yo podría odiarlo... si tratara de eliminar a la humanidad tendría que odiarlo.
— Entonces tendría que ser un super villano para que lo vieras con otros ojos... diría que es imposible pero con Zac nunca se sabe. En todo caso, tengo que hablar con él— dije.
— ¿Cuándo? Porque no quiero que estén enojados. Tú y él eran buenos amigos.
— Quizá pasando la fiesta de halloween. Ya estamos a pocos días.
— Pero... no es bueno que pasen tanto tiempo así— dijo desanimado.
— Llevamos sin hablarnos bastante. Además, Zac está muy ocupado con la fiesta y no quiero agobiarlo más. Le diré que hablaremos cuando eso termine, así no se preocupará por mí y podrá estar enfocado. Además, esto podría hacer que el día de la fiesta no se acerque tanto a mí, lo que es bueno para ti porque estarás a salvo.
— Había olvidado eso— dijo—, me asusta mucho, para ser honesto.
— Yo estaré ahí— dije—, todo saldrá bien. Sé que sólo necesitas verlo y haremos eso nada más.

Madie y Jason llegaron. Ella parecía muy feliz.

— Hola— dijo ella—, traemos pizza.
— ¿Cómo conseguiste pizza por aquí?— le pregunté.
— Tengo mis métodos— dijo—, como sea, ¿De qué hablaban?

Will y yo intercambiamos miradas.

— De nada importante— dijo Will.
— Lo normal— dije.

Problemas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora