Problemas de Pasillo

12. El diario de Laura

Will parecía mejor. Al menos estaba un poco más optimista. Eso me alegraba mucho.

— Deberías ir con Evan y Jimi— le dije a Jason.
— No te preocupes, lo que necesitan hacer es hablar. Estarán bien.
— Eso espero— dije.

Entonces recordé que Zac había tratado de hablar conmigo. Immediatamente tomé mi teléfono.

— Necesito hacer una llamada— dije y salí corriendo.

Afuera, en la recepción, estaba la chica que trabajaba para Will. Me observó. Pensé que necesitaba más privacidad.
Bajé corriendo las escaleras.

Salí a la calle. Rápidamente le marqué a Zac. El teléfono sonó un rato hasta que contestaron. Sentí que se me iba la respiración por tantos nervios.

— Laura— dijo él.

Sentí que casi lloro, había extrañado mucho su voz.

— Hola— dije, traté de sonar feliz.
— Hola— dijo.
— Hace mucho que no te veo... ¿Estás bien?

Tardó un poco en contestar.

— Eso creo— dijo—. ¿Estás bien? ¿Todos están bien?
— Eh... es complicado decir eso ahora— dije—. Han pasado muchas cosas.
— ¿Cosas malas?
— No lo creo...— dije—, no lo sé, para ser honesta. Pero... ¿Podemos hablar? Es decir, en persona... entiendo si dices que no, no tienes que hacerlo y...
— Lo haré— me interrumpió—. Quiero hablar contigo.
— ¿Cuándo?— pregunté entusiasmada.
— Cuando quieras— dijo.
— ¿Puedo ir ahora?
— ¿Ahora?— preguntó.
— Puedo ir ahora— dije—. Si tú quieres.

Guardó silencio un momento.

— Está bien— dijo al fin.
— ¿Puedo llevar a Jason conmigo?
— ¿A Jason?
— Sólo será él— dije—. Nadie más. Te hará bien ver a Jason, es decir, no conozco nada que él no pueda solucionar.
— Sólo será Jason, ¿No?

Entendí que pasaba. Él temía que yo llevara a Will.

— Sólo él, lo juro— dije.

Terminó accediendo. Yo subí corriendo hasta la recepción. Entré sin tocar la puerta.

— ¡Jason, necesito que me acompañes a un lugar!— le dije.

Él y Will me observaron.

— ¿A dónde?— preguntó Jason.
— Te explicaré en el camino— le dije—, tenemos que irnos ahora.
— Está bien pero— dijo él mientras se dirigía a Will—, ¿No te importa que te dejemos?
— No, para nada— dijo Will—. Estaré bien. Además, tendré que irme en poco tiempo. Llevaré a Alex a su cita médica. Pero no pasa nada con Evan y Jimi, pueden quedarse ahí todo lo que quieran.
— Entonces te los encargo mucho— le dije a Will.
— Espero que esos dos arreglen su problema— dijo Jason.
— Hay que irnos ya— le dije a Jason, luego miré a Will—, te hablo al rato.

Salí disparada de ahí. Jason me siguió. Ya en la calle, le dije que Zac me había hablado.

— Esta es nuestra oportunidad— le dije a Jason—. Podremos hablar con Zac y solucionar esto.

Él se detuvo. Lo observé.

— ¿Qué pasa?— pregunté.
— Antes de llegar con él quiero que dejemos en claro un par de cosas— dijo.
— ¿Qué cosas?
— ¿Recuerdas lo que hablamos en el campamento?
— Lo recuerdo— dije.
— Zac rechazó a Will. Es normal que Zac quiera alejarse un poco de él ahora.
— Entiendo eso— dije—. No me gusta pero lo entiendo.
— Posiblemente no estarán en contacto como antes. Zac quizá no va a querer hablar del asunto, se supone que nosotros no sabemos de eso.
— Lo sé— dije—, ¿Por qué me estás diciendo todo esto?
— Porque no quiero que pierdas el control en caso de que Zac diga que no quiere volver a ver a Will.
— ¿Qué? Zac no va a decir eso, es tonto, él y y Will son amigos, quizá dejen pasar unos días y después vuelvan a ser los de antes...
— Pero si no pasa eso, tendrás que aceptarlo— me dijo.
— Pero no pasará— dije.

Él me observó.
Oh por dios, lo estaba haciendo, en verdad estaba perdiendo el control.

— Lo siento— dije—. Es que me cuesta aceptar que algo que deseaba tanto vaya a desaparecer tan fácilmente.
— ¿Estarás bien cuando estemos con Zac?
— Lo estaré, lo juro— dije.
— Entonces hay que ir.

Seguimos caminando. En el trayecto, pensé en muchas cosas. Pero una destacaba entre las demás, sobre todo cuando miraba a Jason: en verdad dependíamos de él demasiado. No sólo tenía que cuidar de la situación de Zac y Will, si no que también lidiaba con Jimi y Evan. Además, por si fuera poco, también cargaba conmigo.

Era muy injusto para él.

— Espera— le dije y lo detuve. Me observó—. Quiero disculparme.
— No hace falta, sólo debes comportarte con Zac y...
— No por eso— dije—, bueno, sí, pero quería disculparme por lo que dije hace un rato también.
— ¿Hace un rato?— pregunto.
— Cuando llegaste. No era una mentira porque en verdad te necesitamos, incluso más de lo que piensas, es sólo que... no parece justo. No mereces tener que cargar con todos nosotros. Seguramente tienes tus propios problemas y aún así siempre nos estás ayudando. Lamento que te necesitemos tanto. Al mismo tiempo agradezco que quieras ayudarnos, aún cuando somos muy problemáticos.
— No siento que esté haciendo tanto— dijo—. No como tú, que casi enloqueces lidiando con Will y con la relación de Evan y Jimi.
— Eso es diferente— dije—. En realidad no había hecho nada pero aún así estaba muy estresada. Aunque quisiera ayudarlos, no puedo. No soy como tú, que tienes una respuesta para todo.

Me observó.

— Te contaré una cosa— me dijo—. Siempre supe qué había pasado entre Zac y Will. No lo había confirmado pero lo sospechaba. Pude involucrarme inmediatamente con ellos y al inicio iba a hacerlo con Will pero... no contaba con que tú tratarías de animar a Will primero. En verdad no lo esperaba aunque en retrospectiva debí hacerlo porque siempre has estado ahí para él y para los demás.
Entonces entendí que si había alguien que podía apoyar a Will, esa eras tú. Y lo has hecho muy bien.
— Pero Will te contó todo a ti aún cuando no lo hizo conmigo— dije.
— Créeme, iba a hacerlo en algún momento— dijo—. Pero sin ti todos estos días hubieran sido muy tristes. Posiblemente así hayan sido los días de Zac.
— Pero él no quiere que lo ayudemos— dije.
— Entonces debe tener una razón— me dijo él—. Por eso no me gustaría que lo odies por no corresponder al amor de Will.
— No lo odio— dije—. Jamás en mi vida voy a odiar a Zac.
— Pero sí piensas que es un error que no aceptara los sentimientos de Will.
— Obviamente es un error— dije—. Ellos dos son perfectos.
— Zac no lo ve así.
— Ya lo sé pero... no parece justo. Porque Will está triste, Zac también, ya no serán amigos y todas esas cosas bonitas que pasaron entre ellos serán inútiles.
— No realmente— dijo—. Ahora todo depende de esas cosas. Esos momentos entre ellos son los que determinarán qué pasará con su relación.
— ¿Qué significa eso?— pregunté.
— Tendremos que esperar para ver— dijo.