Cuando llegamos a mi casa, encontramos a Evan en la entrada. Parecía feliz y nos saludó.
— ¿Qué hace Evan aquí?— dijo Laura—, ¿No debería estar trabajando?
— Debería— dije.Evan se acercó a mí.
— ¡Jimi!— me dijo mientras me abrazaba.
Entonces nos observó. Debía ser raro que estuviéramos todos juntos.
— ¿Iba a alguna parte?— preguntó extrañado.
— No, para nada— dijo Laura—. Sólo paseábamos.
— Genial— dijo Evan.
— ¿Y el trabajo?— preguntó la profesora.
— Pedí permiso para salir temprano— dijo—. Las vacaciones ya casi acaban y Jimi y yo no hemos tenido tiempo para pasarlo juntos. Así que decidí que deberíamos estar el mayor tiempo posible juntos.Evan estaba siendo un buen novio. Y yo en cambio había ido a sus espaldas a buscar a su familia. ¿Eso no me hacía el peor novio del mundo? ¿Qué haría después, traficar con cachorritos?
— Eso es muy lindo— dijo Laura.
— Sí— dijo la profesora—, qué considerado.Luego nos quedamos en silencio.
— Ustedes se ven como sospechosos— dijo Evan—, ¿Están escondiendo algo?
Oh no, ya no podía callarlo más. Ese era mi límite. Entonces, Laura se apresuró a llegar a mí y me cubrió la boca con las manos.
— ¿Qué pasó?— dijo Evan.
— ¡Nada, nada!— dijo ella nerviosa—, Jimi está un poco enfermo y las corrientes de aire están muy fuertes hoy...
— ¿Cuáles corrientes de aire?— dijo Evan.Sí, no había nada. Laura se quedó sin ideas.
— ¿Qué están ocultando?— dijo Evan—, ¿Es una sorpresa?
— Sí, eso es— dijo Jason—. Es una sorpresa.
— ¿Qué es?— preguntó Evan.
— ¡Helado!— dijo la profesora—, ¡Te llevaremos a comer helado!
— ¡Helado, sí!— dijo Evan.Unos momentos después, estábamos sentados en una mesita afuera de una cafetería, comiendo helado. Sí, las cosas no estaban saliendo bien.
— El mejor helado del mundo— dijo Evan.
— Sí, está rico— dijo Laura.Yo no podía decir nada. Porque entonces saldría la verdad. Y la verdad además de ser difícil de llevar, comprometía a todos los demás.
— Bien, es suficiente— dijo Jason—. Evan, tenemos que hablar.
— ¡No, aún es muy pronto!— dijo la profesora.
— Va a pasar algún día— dijo Laura—, hoy podría ser ese día.
— O podría ser mañana— dijo la profesora.
— Mientras más rápido pasen las cosas, mejor— dijo Laura.
— Creo que no estoy lista para esto— dijo la profesora.
— ¿Qué está pasando?— preguntó Evan.
— Es demasiado pronto— dijo la profesora.
— También inevitable— dijo Jason—, Jimi es muy malo guardando secretos.Ella me observó.
— Me lo llevaré— dijo la profesora—. Estará en mi casa hasta que me sienta segura. Así no dirá nada.
— Jimi no es un gatito— dijo Laura—, no puede llevárselo así nada más.
— Jimi es mío— dijo Evan—. Si alguien se lo va a llevar algún día, voy a ser yo.
— Lo siento— dijo la profesora, se levantó—. Me iré. Jimi, debes venir conmigo. Pero no se preocupen, estará bien. De pequeña tuve un cachorrito así que sé cómo cuidar criaturas de aspecto frágil.
— Zac la matará si se entera de eso— dijo Laura.
— Yo te mataré— dijo Evan—. Es mi Jimi, no un cachorrito. Y si mal no recuerdo, regalaste el cachorrito porque eras demasiado floja para cuidarlo.
— ¡Evan, eso era un secreto!— se quejó ella.
— Entonces no vuelvas a decir que me quitarás a Jimi o contaré más secretos— dijo Evan.Me abrazó. Yo seguía sin decir nada, sabía que la verdad me estaba consumiendo por dentro.
— ¡No me amenaces!— le dijo ella.
— Tú no digas que vas a llevarte a Jimi. Él y tú son lo único que me queda.
— ¡Sabes que eso no es cierto!— le gritó ella.Todos la observamos.
— Sí— dijo Laura, nerviosa—, porque además de ellos también me tienes a mí. Y a Jason. Y a Zac.
— Es cierto— dijo Evan—, es lindo escuchar eso.
— ¡No me refería a eso!— dijo la profesora alterada—, ¡Hablaba de tus padres! ¿Y sabes qué? ¡Ya no me importa ser discreta! ¡Tienes problemas y debes resolverlos!Nos quedamos en silencio. Evan aún estaba abrazándome. Miré a los demás, Laura parecía estar perpleja. Hasta Jason parecía perturbado a su modo.
— No sé de qué hablas— dijo Evan.
La profesora, completamente enojada, casi se lanza contra él. De no ser por Laura y Jason que se levantaron rápidamente para detenerla, ella habría alcanzado a Evan.
— ¡Déjenme!— se quejó ella—, ¡Evan merece ser golpeado!
— Profesora, tranquilícese— dijo Laura.Como ella parecía muy alterada, Jason y Laura se la llevaron lejos de nosotros, por donde estaba estacionado su auto.
Evan y yo nos quedamos ahí. Evan seguía abrazándome.
— Está loca— dijo él—, ya se le pasará. Mejor hay que irnos. Podemos visitar a Zac.
Me separé de él lentamente. Lo observé.
— ¿Estás bien?— le pregunté.
— Claro— dijo con una sonrisa—, ella sólo está loca. Ignórala.
— Quiere hablar contigo— dije—. Deberías hablar con ella.
— No, no es necesario.
— Parece que sí— dije.
— No, sólo... hay que irnos.Lo observé.
— Evan, no puedes huir de ciertas cosas— dije.
— No estoy huyendo, sólo...
— Evan, por favor.Lo miré a los ojos. Él me observó también.
— No quiero— dijo—, yo no quiero... estar aquí...
— ¿Qué?— dije.
— Huyamos. Jimi, hay que irnos lejos. Ven conmigo.Me ofreció su mano. La observé.
— ¿Qué?— dije—, ¡No, es una locura!
— Jimi, esta es nuestra oportunidad. Nos iremos lejos.
— ¿Cuándo volveríamos?— dije.
— No lo sé, cuando Luz ya no quiera hablarme de nada.
— Evan, eso no va a pasar.Lo miré, parecía nervioso y asustado.
— Pero tengo que irme— dijo—, debo hacerlo.
— No, no tienes que hacer eso— dije—, nadie está diciendo que...
— Si no me voy ahora siento que voy a explotar— dijo—. Tengo miedo. Quiero irme ahora.Nunca había visto a Evan tan asustado. ¿Por qué hablar le daba tanto miedo?
— Me iré— dijo.
— ¿Me dejarás?— dije.
— No, quiero que vengas conmigo. No quiero irme solo. No quiero que te quedes aquí. Sólo... ven conmigo.Parecía angustiado. Miré a la profesora, al otro lado de la calle, con Jason y Laura.
— Jimi— dijo Evan—, dame la mano.
Extendió su brazo hacia mí. Observé su mano. Luego lo miré a él. Y pensé: ¿A dónde iría?, y sobre todo: ¿Yo podría encontrarlo si se iba sin mí?
Y la última pregunta llegó a mi mente: ¿Qué estaba dispuesto a hacer por amor?
Con determinación, sujeté su mano y la apreté con fuerza.
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Problemas de Pasillo
RomansaZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...