Miré a Jimi. Se veía terrible. Evan caminaba alrededor de la habitación de Jimi sin parar, de un lado a otro. Parecía molesto.
— Entonces— le dije a Jimi—, ¿Cuánto tiempo va a durar tu castigo?
— Papá dice que no podré salir hasta Noviembre— dijo él.
— ¿Tan poquito tiempo?— pregunté.
— Es mucho tiempo— dijo él.
— ¡Es demasiado tiempo!— dijo Evan—, ¿Cómo pudiste dejar que te castigaran?
— Merezco estar castigado— dijo él—. Le mentí a mis padres. Los decepcioné y aceptaré lo que venga. — Jimi— le dije—, sólo fuiste a una fiesta. Y yo no la llamaría fiesta, volviste bastante temprano.
— Pero bebí— dijo—, no sabía que estaba bebiendo pero eso hice.
— ¿Y?— dije—, no está tan mal.
— ¡Es terrible!— dijo Evan—, ¡Te pudo pasar algo! Pudiste caerte.
— Subí al tejado de una casa y bajé perfectamente a salvo— dijo él.
— ¿Qué?— dijo Evan asustado—, ¡Te prohíbo volver a arriesgar tu vida de ese modo!
— Papá ya me lo prohibió— dijo Jimi.
— ¡Pues entonces ahora la prohibición es doble!— dijo Evan.
— Evan, relájate— dije.
— No puedo evitarlo— dijo él—. Eso es lo más imprudente que has hecho.
— Lo siento— dijo Jimi.
— Pudiste avisarme a mí— le dije—. Hubiera ido contigo y con Derek.
— Pensé que estarías ocupado— me dijo.
— De hecho lo estaba— dije—. Evan estaba conmigo. Le enseñaba principios básicos de álgebra que debió aprender en primer año pero que no hizo.
— ¡Eso me hace sentir terrible!— dijo Jimi—, Evan estaba estudiando y yo en una fiesta.
— Es raro, como si el mundo estuviera al revés— dije.
— ¿Estabas tan tarde en casa de Zac?— le preguntó Jimi a Evan.
— Sí— dijo Evan—, Luz pasó por mí ahí. Con George. En realidad fue aburrido porque Zac me puso a estudiar.
— Teníamos mucho tiempo de sobra— dije—. Ir a la fiesta hubiera sido más divertido. A la próxima que te salgan planes inesperados, invita.
— No volveré a hacer eso— dijo Jimi—. Además de no poder salir, papá me castigó con cincuenta años sin ver televisión.
— Eso es demasiado— dije—. Acepto que hay que crear disciplina pero es injusto. Creo que hablaré con tu padre.
— Buena suerte con eso— dijo Jimi—, está muy enojado.
— Déjamelo a mí.Salí de ahí. Busqué al padre de Jimi. John estaba molesto y no era para menos. Su adorado pero bastante torpe hijo lo había engañado. Se había ido a una fiesta el día anterior y había despertado con un dolor de cabeza terrible. Me sorprendía que Jimi hubiera mentido. Entendía que de no ser porque bebió nadie se enteraría de que fue a una fiesta porque hubiera llegado temprano, pero me parecía extraño que lo hubieran convencido para mentir.
Después de un rato de hablar con su padre y de que él me dijera que debía ser abogado, decidí subir a la habitación de Jimi. Caminaba por el pasillo cuando escuché que Evan y Jimi hablaban. No habían cerrado bien la puerta. Iba a interrumpirlos cuando sin querer escuché de qué hablaban.
— No pensé mucho en eso— dijo Jimi—. Sólo lo hice.
— Nunca quieres hacer nada conmigo y siempre pones de pretexto a tus padres— le dijo Evan—, pensaba que estabas siendo un buen hijo pero... no puedo creer que les mintieras sólo por algo tan tonto. Tú no eres así.
— Ya sé que fue tonto— dijo Jimi—. Ya me disculpé por eso pero... sólo quise hacerlo. Quería pensar en alguna otra cosa que no fuera... esto.
— ¿Esto?— preguntó Evan.
— Últimamente me he sentido muy abrumado. Pero no sé porqué. Entiendo que me equivoqué.
— No es por eso— dijo Evan, sonaba serio—. Es sólo que... si querías estar con alguien me hubiera gustado que pensaras en mí.
— Pero tú estás con Zac casi todo el tiempo— dijo Jimi.
— Sí pero no me divierto precisamente. Zac es genial pero... sabes que él sólo me está ayudando. Me gustaría divertirme contigo de vez en cuando. Ahora ya no podré hacerlo porque estás castigado.
— Sólo será un tiempo— dijo Jimi—, terminará pronto... entonces podremos ir a donde quieras.
— ¿Sólo nosotros?
— Siempre y cuando te sientas bien— dijo Jimi.
— Me siento bien.
— Sí pero... me refería a tus problemas.
— Estoy trabajando en eso— dijo Evan—. No es algo que pueda solucionar en un día. Tampoco es como si estuviera traumado o algo así y...
— Evan, trataste de huir— dijo Jimi—. Eso no es cualquier cosa.
— Sí pero puedo con eso.
— Honestamente creo que yo no— dijo Jimi.Se quedaron unos segundos en silencio.
— Quiero ayudarte pero no sé cómo— dijo Jimi—. Le dije a tu madre que te ayudaría pero...
— Virginia— lo interrumpió Evan—. Se llama Virginia.
— Es tu madre legalmente— dijo Jimi.
— Se llama Virginia.
— Evan, ¿Si escuchas lo que dices? Pareces enojado y ella no tiene la culpa. Tampoco yo.
— No estoy enojado es sólo que... ¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué de repente todo es tan difícil?
— Yo... no lo sé— dijo Jimi—. Entonces... ¿Qué va a pasar ahora?
— Creo que estaremos separados un tiempo— dijo Evan.Entonces no lo pensé más y atravesé la puerta. Ellos me miraron. Parecían sorprendidos. Los observé. Le exigí a mi mente pensar en algo rápido.
— Hablé con tu padre— le dije a Jimi—. No especificó bien los términos sobre tu castigo con la televisión y creo que cederá muy pronto.
El padre de Jimi entró.
— Bien, puedes ver televisón por internet— dijo él—. Tu abogado encontró vacíos legales y amenazó con demandarme.
— Para la próxima debería ser más específico— le dije.
— Lo seré— dijo él.Se fue de ahí.
— Ganamos— le dije a Jimi.
Pero él no parecía feliz. Tampoco Evan.
— Creo que debería irme— dijo Evan.
— ¿A dónde irás?— le pregunté.
— A tu casa— me dijo—. George dijo que pasará por mí en la tarde.
— Cierto— dije—, lo había olvidado. Creo que entonces yo me iré también.Evan salió de ahí sin despedirse. Me sorprendió mucho eso. Yo me despedí de Jimi rápidamente y fui a alcanzar a Evan. Quería detenerlo pero él ya estaba en la puerta. Iba a decirle algo cuando abrió la puerta y Laura apareció.
— Estaba por presionar el timbre— dijo ella—. Qué oportuno...
Entonces me observó.
No había hablado con ella desde aquel día en el jardín. Habíamos estado evitándonos. Al parecer eso seguiría así. Ella observó a Evan.
— Le traigo cosas a Jimi para que se sienta bien— le dijo ella.
— Qué bueno, él está en su habitación— dijo Evan, sonaba como el de siempre.
— Entonces iré con él— dijo Laura con una sonrisa.Ella entró. Evan salió y lo seguí luego de cerrar la puerta. Me sorprendió ver lo buenos que eran ellos dos fingiendo estar bien. No lo estaban, pero podía jurar que habían logrado engañarse mutuamente.
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Problemas de Pasillo
RomanceZac se siente traicionado. Jimi descubre que en realidad no sabe nada sobre Evan. Evan intenta impedir que su pasado no afecte su relación con Jimi. Laura se da cuenta de que no puede ignorar esos nuevos sentimientos. Will decide seguir adelante...