Capitulo 18

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Laurie

Llegué al trabajo y automáticamente luego de entrar por la puerta, Aníbal me llamó para hablar en su oficina. Tenía un mal presentimiento, tal vez me sentía un poco paranoica, pero ¿Y si se había enterado de lo que sucedió con Beau? Sabía que no debía intimar con un compañero de trabajo, pero, él era mi compañero y a pesar de que le disgustará, seguiría haciéndolo.
Caminé hacia la oficina, sintiendo un peso enorme en mi espalda, como si llevará una mochila de setenta kilos o más. Pero al llegar, intenté lucir lo más confiada posible.

-¿Sucede algo malo? -pregunté, luego de dar un paso dentro de la habitación.

No me había dado cuenta, pero sentado en la silla frente a él, se encontraba Beau, con varios papeles agrupados.
Al verme entrar, ambos voltearon hacía mi, uno con la mirada como la de un padre y el otro con la lujuria marcando cada línea de su rostro.

-Claro que no Laurie, toma asiento por favor. -aún con cierto recelo, me senté en la silla que estaba junto a Beau. -Te pedí que vinieras para pedirte un favor. Veras, mañana tendremos una celebración importante, que comenzará tres horas antes. ¿Podrías hacerte cargo? Sé que eres nueva, pero esto te ayudará a tomar más confianza.

Suspiré, sintiéndome mucho más tranquila, no estaba en problemas, al parecer.

-No tengo ningún problema al respecto, al contrario, me siento muy agradecida de que me tomará en cuenta.

-En casos como estos, donde se trata de un evento privado, acostumbro a pagar un extra. Te vendrá bien, es un treinta por ciento más en tu sueldo ¿Estas de acuerdo? -claro que lo estaba, lo único que hacía era mirar televisión, no me vendría nada mal ese extra.

-Sí, lo estoy. Ahora si me disculpan iré a prepararme para trabajar.

Una vez fuera de la oficina, me apoyé en la pared, llevando mi mano a mi pecho. Sentía como mi corazón parecía querer escapar de mi pecho. Debía controlarme un poco, no había forma de que se enteraran lo que sucedió entre Beau y yo.
Caminé dos pasos, antes de que jalaran mi mano y terminará chocando con un pecho duro y que olía tan familiar y delicioso.

-Beau suéltame, estamos en el trabajo. -a pesar de que lleve ambas palmas a su pecho, no hacía ningún esfuerzo por alejarlo.

-Ya lo sé, solo quería acercarme un poco y hacer esto. -me beso de manera tan suave, que me dejé llevar por él.

Por esto los compañeros eran peligrosos, la atracción era demasiada y uno, no podía resistirse. Cuando Beau me besaba no me importaban las consecuencias, solo me importaban la cantidad de emociones que se desataban dentro de mi.
Cuando necesité aire, me alejé solo un poco, aún dejando nuestros rostros cerca, tanto, que Beau acariciaba mi nariz con la suya.

-Mañana tendremos que empezar temprano pececito.

-¿Tú también? -creí que él podía hacer su trabajo desde el apartamento. Incluso Carmen, me había dicho que no acostumbraba venir seguido.

-No te dejaré aquí sola, ya ves lo que sucedió la otra noche.

-Con el señor ese, ¿Cómo se llamaba? ¿Tikitaka? -tampoco debía ser un exagerado.

-El señor Takawira. Y no te confíes pececito, ese hombre es peligroso. -pero yo también lo era y mucho más.

-¿Es con él la reunión? -no tenía ganas de ver a ese viejo degenerado otra vez.

-No tengo idea, no estaba enterado, me enteré junto contigo. Pero intentaré ver que puedo averiguar y te lo informaré. -miré a todos lados, asegurándome de que nadie nos estuviera viendo, al no ver a nadie, pasé mi mano por su cabello, arreglándolo un poco.

-Tengo que ir a prepararme Beau y tú debes seguir con lo que sea que estabas haciendo allí.

-¿Vienes conmigo esta noche?

-No puedo, ya he dejado una noche aquí mi auto ¿Cómo explicaría si volviera a hacerlo y mañana me trajeras tú? -no éramos nada aún, pero si quería que lo fuéramos en un futuro cercano, debía cuidar que nadie nos viera.

Siempre sucedía, cuando te veían bien, no faltaba el envidioso dispuesto a arruinarlo todo. Y no quería eso, pasos de bebé decía mi padre, pues eso haría.

-¿Acaso te importa lo que digan los demás? -dependía mucho de la persona que lo dijera.

-No es por eso, aquí eres el hijo de mi jefe, no quiero que piensen que soy una perra oportunista que te folla para conseguir algún beneficio. Además tampoco es que estemos juntos, pero a la gente le encanta hablar y si por alguna razón luego quisiera estar con alguien de aquí debería dar muchas explicaciones.

No sabía porque había dicho lo último, quizás como un intento de provocarle un poco de celos, ver si le importaba un poco. Un movimiento arriesgado, que debí haber pensado mucho más.
Pero cuando la Diosa me dio esta boca, no considero darme un filtro para no decir cosas que luego pudieran perjudicarme.

-¿Acaso estas interesada en alguien de aquí? -preguntó arrinconándome entre sus brazos y la pared.

-No, la verdad es que no. Pero quizás en un futuro. O tu, también tú podrías interesarte en alguien de aquí.

-Ahora me interesas tú. No planeé esto, pero ya te he dicho que me gustas. Eso no quiere decir que me vaya a poner a darte explicaciones, cada vez que quieras, pero ahora nosotros estamos juntos y no comparto Laurie. Cuando estoy, ya sea en una relación o en algo informal, con alguien, me concentro en esa persona y en nadie más. Es por eso que te digo, que espero lo mismo de ti. Soy celoso y un posesivo, pero no soy un idiota, sé cuando serlo y cuando no.

-¿Y desde cuando estamos juntos que no me entere? -mi espíritu luchador, no dudaba en plantarle cara, mientras la niña en mi interior, saltaba de felicidad.

-Desde anoche.

-¿Y si yo no quiero?

-¿De verdad no lo quieres? -se acercó nuevamente a mi boca, pero no terminaba de besarme. - No te besaré hasta que respondas.

-Esta bien, si quiero. Pero lo que no quiero son problemas Beau, intenta controlarte, en todos los sentidos. -sonrió de lado, besándome por fin.

Y luego decían que los lobos eran celosos y posesivos, ¿Qué hay de los humanos? Solo basto hablarle de alguien más para que decidiera que debíamos estar juntos.

Beau King ¿Cómo diablos te explicaría que soy una loba, sin que huyas de mi?
Pero sin importar lo que sucediera, hablaría de esto con él, debía saberlo y cuanto antes.




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