Faith
—¿Qué hacen aquí? —pregunté con un hilo de voz.
Aún no entendía si estaba viendo mal o en verdad estaban parados frente a mi. Tal vez me esforcé demasiado haciendo ejercicio, o quizás el sol me había afectado y ahora veía visiones.
—Tu papá llamó a los nuestros, ellos a nosotros y aquí estamos. Si tengo que suponer, ellos están arriba esperando. —respondió Cedric, con una sonrisa en su rostro. Al menos uno de los dos estaba contento.
Cuando absorbí sus palabras, voltee y clavé mi mirada en Jonás. ¿Mis tíos también estaban aquí?
—¿Había alguien con mis padres?
—No, cuando salí por ti, ellos estaban solos. —cerré los ojos y me tragué una maldición. —¿Qué anda mal?
Él no tenía idea, no solo tenía a todos mis amigos parados frente a mi, sino que la mayoría de los amigos de mis padres, las personas que me crie viendo como tíos, estaban arriban.
¿Por qué los había llamado? Si creía que esto era tan peligroso, no tenía que exponer a los demás. Mi padre estaba loco, había terminado de perder la cabeza, esa era la única explicación.Lo peor de todo, era la intensa mirada celeste en mi. Podía fingir ignorarlo, pero sabía que teníamos una conversación pendiente.
No nos veíamos desde hacía meses y ahora todo había cambiado. A pesar de que lo quise mucho, acababa de darme cuenta de que ya no era igual, ahora su presencia solo me producía una incomodidad, un miedo a que pudiera decir o hacer algo que me provocara un problema con Jonás.—Nada. Ellos son unos amigos de la manada, son como primos para mi, ya que crecimos juntos. Arriba, seguramente estén los amigos de mi padre y te advierto, son difíciles.
—Dijiste lo mismo de tu padre y mira como termino todo. —eso me hizo sonreír, su confianza era tan refrescante. Pero él aún no sabía a lo que se enfrentaba, aquí el reto no era mi padre, sino Michael.
Mi padre, al ser tan parecido a él, cayó en el embrujo de Jonás, pero Mich, él tenía sus propios trucos y dudaba que fueran tan compatibles al principio, porque en un tiempo seguro lo serían.
—¿Estas listo para comprobarlo? —pregunté un poco divertida.
—Cuando quieras cariño. —comenzó a acercarse a mi, cuando una garganta se aclaro.
—Tú sabes quienes somos, pero nosotros no. ¿Quién eres? —Preguntó Laurie, dando un paso hacía adelante.
—Soy Jonás, pareja de Faith. —todas las miradas cayeron en mi y asentí.
—Lo es. Ya se los explicaré más tarde. Ahora entremos, tengo hambre y mis piernas duelen, no solo eso, sino que apesto horrible.
—Eso no te ayudara a escapar de las explicaciones. ¿Cómo no me dices que estas en pareja?
—Laurie, estamos en medio de la calle, hablaremos de eso arriba.
—Esta bien. —dijo poniendo los ojos en blanco.
Comenzamos a ingresar a la casa, ahora comprendía porque papá eligió alquilar está y no una más pequeña. Él tenía ya pensado llamar a la caballería. Diosa, iba a volverme loca.
Seguía preguntándome como reaccionaría Jonás ante todo lo que se encontraría arriba, cuando su teléfono comenzó a sonar.—Gutiérrez —se detuvó y me detuve junto a él.
Por lo que pude oír, lo necesitaban en la comisaria y aunque lo necesitaba conmigo, como un apoyo moral, respiré aliviada al saber que tenía que irse
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Pocas pulgas
WerewolfLibertad... Laurie Adams había ansiado llegar a la ciudad desde pequeña. Las cortas escapadas que hacia junto a sus padres para visitar a sus abuelos, no eran suficientes para satisfacerla. Pero ahora con dieciocho años recién cumplidos y lista para...