Jonás
Llevaba un buen rato junto a ella, murmurándole palabras alentadoras, tratando de calmar su angustia. Era extraño verla así, no lo hacía desde el día en que la conocí y luego de eso, siempre se mostraba demasiado fuerte.
Su respiración pesada, me hizo notar que se había quedado dormida y aunque quería quedarme a su lado, debía saber si lo habían atrapado.Con cuidado de no despertarla me empecé a levantar, para luego cubrirla con las mantas. Incluso ahora, su expresión era de pura angustia.
A penas salir, vi caminar a su madre con dos tazas en sus manos.—Es manzanilla, creí que serviría para calmarla un poco. —se veía tan preocupada, casi del mismo modo en que me encontraba.
—Se ha quedado dormida, pero yo tomaré uno. Lamento esto, pero necesito saber qué sucedió. —No quería tener que interrogarla en este momento, porque aunque ella se veía entera, sospechaba que se encontraba muy asustada. Pero este era mi trabajo y a veces nos tocaba hacer las cosas que nadie quiere.
—Claro, ven. Vamos a sentarnos y te diré lo que paso. —la seguí hasta la sala y me senté en el asiento frente a ella. —Conozco bien estas cosas, no olvides que me case con un policía, lo malo es que nunca terminas de acostumbrarte.
—Mi madre solía decir lo mismo y si le pregunta a mi hermana estoy seguro de que le responderá lo mismo. Es un trabajo difícil, pero desde pequeño supe que era a lo que quería dedicarme.
—Puedo notarlo. —sonrió y bebió un poco del te. — Volviendo a lo que sucedió, puedo decirte que nos encontrábamos cenando cuando escuchamos el grito. Con todo lo que paso, Ben busco su arma y salió, por lo que vi alguien corría delante de él. Con Faith nos acercamos a ver y vimos a las dos chicas, pero también el mensaje.
—¿Qué mensaje? —Nadie lo había mencionado hasta ahora.
—¿Faith no te lo mostro? Era evidente que iba dirigido a ella.
Ella estaba demasiado fuera de si, incluso en mi mente podía entender que haya olvidado eso. Pero para mi era importante, mientras más información tuviera, más sencillo me sería protegerla.
—Creo que ese mensaje fue lo último que tenía en la cabeza. ¿Pudiste leerlo?
—Sí. No es como si olvidará esas palabras. Solo decía “Mantente lejos de esto perra, o serás la siguiente”. Cuando Faith lo vio su rostro se puso demasiado blanco y debí arrebatárselo. Al principio creí que era para alguien más, pero luego de pensarlo bien los cabos comenzaron a atarse.
La entendía, estos apartamentos están hechos para que dos personas vivan, no hay posibilidad de que fuera para una tercera inquilina y además, debíamos evaluar la distancia, habían elegido justo el apartamento al lado del suyo.
Cada vez tenía más sentido el querer alejarla de este lugar.—Ahora llamaré a un compañero y veré si consiguió información sobre nuestro sospechoso.
Tomé mi teléfono y comencé a marcar el número de Daniel, él tuvo bastante tiempo para conseguirme lo que necesitaba.
—Ya estoy llegando, me retrasé por algunos problemas.
—¿Tienes información? —la necesitaba ahora, no podía seguir esperando a que llegue.
—Del Rio esta herido, el padre de Faith esta con él, pero el sospechoso aprovechó y escapó.
—¡Esto es una mierda!
—No es lo peor, tú sospechoso esta descartado. Tenemos a Monk, se encontraba trabajando, trabajo del que no se ha movido en las últimas siete horas.
—Esto parece una mala broma. ¿Si no es él, con quién demonios estamos tratando? —Pregunté sintiéndome frustrado. Podían decirme que no se trataba de él, pero no lo creía, todo lo señalaba como culpable.
—No tengo ni idea, pero lo vamos a descubrir. ¿Cómo esta Faith?
—¿Cómo crees? Asustada y no la culpo, es evidente que eso es lo que querían lograr.
—Sé que no quieres separarte de ella, pero ahora tienes que ir con Cruz e informarle lo sucedido con Del Rio, le he estado marcando y no me responde. Ya pedí refuerzos y no creo que tarden más de diez minutos, no nos ayuda el accidente en la tres.
—Apresúrate, no quiero dejarlas solas. —Pero él tenía razón, debía ser responsable.
En cuanto la llamada terminó, miré a Summer, quien comprendió lo que sucedía.
—Me quedaré con ella no te preocupes, tienes que ir a hacer tu trabajo.
—Estaré aquí al lado. Cualquier cosa, por pequeña que sea, me llaman.
Me encaminé a la salida con demasiada reticencia. Pero mientras más información tuviera, mejores decisiones podría tomar para mantenerla protegida.
En el pasillo, a diferencia de la última vez, nadie se encontraba observando. Podría ser que el miedo se había instalado en los inquilinos, o que la falta de un gran número de personal policiaco, los hiciera perder el interés.Al entrar al lugar, las cosas se encontraban del mismo modo que en la anterior escena, tiradas en el suelo, en un verdadero caos.
Pero no encontraba a Cruz por ningún lado.—Cruz—llamé intentando que saliera de donde se escondía.
Caminé con cuidado, tratando de no pisar nada que pueda servirnos como evidencia.
Llegue a la primera habitación, encontrándome un cuerpo boca abajo. Se trataba de una chica de tez clara y cabello castaño rojizo. Por lo que podía ver, ella había sido la primer victima y la había encontrado dormida.Salí de allí y caminé hasta la siguiente, en esta no tarde en encontrar a la occisa, se encontraba a escasos pies de distancia de la puerta. Era pequeña, metro sesenta y tres, tez blanca y cabello rosa. Ella sí había sufrido, las heridas en su cuerpo lo demostraban.
Tenía cerca de siete cortes profundos. Tres en el abdomen, dos en el pecho, uno en el cuello y el último se encontraba en su mejilla. Parecía haberse desquitado con esta última, volviéndose más agresivo con cada victima que sumaba a su lista.Estaba por salir de allí, cuando algo llamo mi atención. Me acerqué a la ventana y tras la cortina vi la sangre junto al vidrio a medio cerrar.
Lo abrí y miré hacia abajo, no era difícil ver el cuerpo a esta altura.Con furia marqué el número de Daniel.
—En serio estoy por llegar, ¿Puedes darme solo cinco minutos?
—Cruz esta muerto, acabo de encontrar su cuerpo. Lo arrojaron por la ventana Daniel. Necesito a los refuerzos aquí ahora, no es un puto juego. —También necesitaba a Benjamín, teníamos que convencer a Faith de salir de aquí cuanto antes.
—Solo espera que llegué. —el normal tono alegre de Daniel fue reemplazado por uno completamente diferente.
Esto ya había dejado de ser un caso más, el desgraciado tras esto, nos estaba enviando un mensaje también a nosotros y nadie se metía con nosotros.

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Pocas pulgas
Manusia SerigalaLibertad... Laurie Adams había ansiado llegar a la ciudad desde pequeña. Las cortas escapadas que hacia junto a sus padres para visitar a sus abuelos, no eran suficientes para satisfacerla. Pero ahora con dieciocho años recién cumplidos y lista para...