Capítulo 33

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Beau


Admiraba al padre de Laurie, su preocupación hacía el bienestar y felicidad de su hija, era algo que me hubiera gustado sentir al crecer. Por ese motivo no podía comportarme como un bastardo egoísta, aunque tampoco podía mostrarme muy diferente a mi verdadero yo.
Ambos tratábamos, esa sin duda era la palabra perfecta para nuestro actuar en este momento, aunque nos costaba un poco, mantener una conversación sin gruñidos.

Tampoco era como si pudiera darle toda la responsabilidad, muchas de mis respuestas fueron gruñidos inentendibles.

—Bueno, entonces dinos tío ¿Qué te pareció el nuevo ambiente de infierno? No se a ti, pero a mi parecer, se veía como cualquier otro bar. —al notar mi ceño, levanto sus manos listo para aclararse— No lo digo de mala manera, pero por como reaccionaron al saber que Laurie trabajaba allí, me espere algo un poco más salvaje.

No veía en que demonios era necesario Cedric aquí, pero cuando el chico iba a irse junto a sus tíos, Laurie le rogo que se quedara y volviera con sus padres. No fue muy difícil convencerlo, algo en mi interior me dijo que eso era justo lo mismo que estaba esperando.
Ahora estaba frente a los padres de mi chica, su primo y la chica rebelde que cree que hacer un berrinche es divertido. Lo peor es que en todos reinaban sentimientos diferentes, en su madre la desconfianza, en su padre el enojo, en su primo la diversión y en la chica, que creo que se llamaba Faith, ya que mucho no habla, reinaba el drama.

—No lo sé, parecía bastante diferente al lugar que visitamos hace unos años, pero eso no significa que aún este muy tranquilo. —respondió, antes de presionar el puente de su nariz.

—¿Qué es lo que aún no le gusta? O una mejor pregunta sería ¿Qué le provoca tanta desconfianza? —le había prometido a Laurie no molestarme, ni presionar a su padre, pero ahora mismo, en verdad, me interesaba su respuesta.

—Tú. —no intentó endulzar la respuesta, de alguna forma, fue lo que espere.

—¿Yo? ¿Qué desconfianza le puedo  provocar?

—He visto la mirada de varias chicas que trabajan allí puestas en ti. ¿Sabes que me dice eso? Que has tenido que ver con muchas de ellas y no quiero que mi hija se vuelva una más de ellas. No se si aún no te has dado cuenta, pero para ella esta relación es real.

—También lo es para mi. No entiendo eso de compañeros y la verdad es que no quiero ponerme a pensar en ello, solo sé que la quiero y no haré nada que la lastime. —estaba siendo sincero, sentía una necesidad irrefrenable de querer protegerla y un deseo de tenerla conmigo a cada momento.

Ryan tenía razón, había estado con varias chicas del trabajo, pero eran más un polvo, un revolcón con el que ambos habíamos estado de acuerdo. Y aunque con Laurie en un primer momento creí poder hacer lo mismo, ella logro darme la vuelta y volverme loco. Aún no entendía como pudo lograrlo, pero me gustaba la relación que estábamos creando.

—Por tu bien espero que así sea. Estoy intentando que me caigas bien Beau, aún no lo haces, pero dejaré de darte mierda. Mi hija te quiere y juró que no se como demonios lo has logrado, pero debo aceptarlo.

—Laurie siempre fue tan extraña, ella siempre estuvo rodeada de chicos, pero siempre supo ponerlos en su lugar. Dime Beau ¿Cuánto duró el ardor luego de que te tirará gas pimienta? —volví a gruñir, pero esta vez hacia Cedric. Enserio que Laurie hizo mal en pedirle quedarse.

—Ya déjalo en paz Cedric, además no le tiré tanto, solo fue un poquito. —dijo Laurie, entrando con una bandeja, llena de carne asada.

Ella podría creer que había arrojado solo una pequeña cantidad de esa mierda, pero yo la sentí y no fue para nada pequeña. Ella casi me deja ciego.

—Siempre fuiste algo criminal Laurie, metiéndote en problemas. ¿Recuerdas cuando casi matan a la maestra con los fuegos artificiales? —no podía creer lo que escuchaba, ella estaba loca.

—No quieras hacerte el inocente Cedric, también participaste y tú también Faith. Además era una niña, la maestra solo se asustó, no se murió y acepte mi castigo.

—No te asustes Beau, así son ellos dos. No dejan de bromear. —asentí hacia Abril, la madre de Laurie. — ¿Tú tienes hermanos?

—No, o al menos no lo sé, con mi padre nunca se puede estar seguro. —incluso ahora seguía involucrándose con varias mujeres.

Al volver hace días con todos, no solo debí encargarme del robo que Esteban había realizado, sino también de rescatar a mi padre, quien en un ataque de borrachera estuvo a punto de casarse con una chica que apenas había cumplido dieciocho años.

—El viejo Aníbal nunca cambiará. —en eso estaba completamente de acuerdo con Ryan, mi padre ya no cambiaría.

—El perro aprende nuevos trucos, pero no olvida los viejos. Y mi padre nunca deja de sorprenderme. —y no dejaría de hacerlo en el futuro. — Cualquiera creería que soy el adulto, soy quien se encarga de solucionar cada problema en que se mete.

—Eso habla muy bien de ti, nuestros padres pueden ser difíciles, pero eso no quita que harían lo que fuera por nuestra felicidad. —en eso podría disentir con la señora Abril, mi padre es demasiado egoísta como para pensar en mi.

—Con permiso, no tengo mucha hambre y creo que lo mejor sería tomar un baño. —todos volteamos hacía Faith, quien no tardo en levantarse y huir de la mesa.

—En serio me tiene preocupada, ya no se que más puedo hacer para levantarle el animo.

—Laurie, ella debe llorar todo lo que sea necesario, una vez que lo haga, recién podrá empezar a superarlo. Es muy reciente y creo que a pesar de saber que tarde o temprano terminarían, prefirió abrazarse a la esperanza.

—Cedric tiene razón, lo mejor es dejarla soltar todo lo malo, luego ella misma comenzará a ser la de antes.

—No lo se papá, ha cambiado mucho y temo que no vuelva a ser la misma. Esta cerrada a muchas cosas de nuestro mundo, cosas de las que no podrá escapar.

—El destino no escucha de razones y no hay peros que valgan, puedes negarte, pero cuando llega, solo te queda hacerle frente. Y yo solo espero que el mío no sea tan malo. —dijo Cedric, antes de beber la copa de vino en su mano.

Y era verdad, por mi parte había intentado escapar de Laurie, peleábamos, pero no logre evitarla. Ahora solo esperaba que no se cansará de mi, me sentía bien con ella.







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