Laurie
Por alguna razón a pesar de que todo pareciera irse poniendo en su lugar, no lograba sentirme del todo feliz. Summer y Ben, pensando en el bien de Faith, tomaron la decisión de volver un tiempo y vivir aquí en la ciudad.
Era una decisión, un poco exagerada, pero comprendía que harían lo posible porque Faith se sintiera mejor. Ella ahora mismo se encontraba herida y a pesar de no llevarnos mucha diferencia en edades, sentía que le faltaba madurar mucho y aprender a aceptar tanto lo bueno, como lo malo de la vida.No era justa la situación, todos éramos conscientes de los riesgos de su relación, sobretodo ellos, pero prefirieron ignorarlo y ahora quienes se veían perjudicados eran sus padres. Conociendo a Abby y a mi padrino, esto solo los haría sentirse culpables y en cuanto a Ben y Summer, deberán dejar todo, para mudarse por algo que podría solucionarse si estos dos niños no fueran tan egoístas.
—¡Imbéciles consentidos! —me quejé, dejando la almohada que venía apretando hace casi veinte minutos y caminando hacía la sala.
Quería hacer algo para ayudarlos, pero sería en vano, nada de lo que hiciera serviría, no hasta que ambos estén listos para perdonarse. Y no en el sentido de uno al otro, sino a ellos mismos, lo que sería más difícil.
—¿No puedes dormir Laurie? —no, no podía hacerlo. Aunque también podría ser el que pasara la mayoría de los tres días, durmiendo en el auto.
—No, tengo muchas cosas en las que pensar . Pero ya que tú tampoco puedes Cedric ¿Quieres que tomemos algo? —asintió, por lo que me dirigí hacia la heladera, sacando dos cervezas y entregándole una.
—Así que tu compañero vive al lado… No lo recuerdo, pero creo que Ryan y Abril se perdieron esa parte de la información.
—No te burles, si lo supieran, no me hubieran permitido volver. Enserio están exagerando.
—Solo los tomaste por sorpresa, cuando los días pasen se irán haciendo a la idea. Además no parece tan mal hombre, aunque solo llevo unos días de conocerlo. —eso era lo bueno de hablar con él, Cedric tendía a decir lo que necesitabas escuchar, y no es que lo hiciera porque si, lo hacía porque en verdad lo sentía.
—¿Y tú que harás? ¿Volverás a la manada o ya te quedaras aquí hasta empezar con las clases?
—No lo sé, a veces tengo mucha responsabilidad sobre mi. Quisiera quedarme y empezar a familiarizarme con la ciudad, pero como futuro alfa, debería regresar. Aunque mi padre aún esta encargándose, va a necesitarme allí ahora que Ben se mudará. Estoy casi un noventa por ciento seguro de que Dylan y Nika los seguirán, no solo eso, Gael intentará venir y hablar con ella.
—Ben aún sigue molesto, no seria muy recomendable que se apareciera por aquí.
—Por eso siento que debo ir y vigilarlo unos días, al menos hasta que esto se calme. Pero de lo contrario ya estaría instalándome en el departamento. — asentí, lamentando que debiera volver, me gustaría tenerlo aquí unos días más.
Sus padres y los míos se habían puesto de acuerdo y nos alquilaron departamentos cercanos, su intención parecía buena, pero en realidad era una manera más fiable de controlarnos.
—¿Y tú cuando vuelves al trabajo? Me gustaría conocer el porqué de tanto alboroto.
—Regreso mañana, podrías venir. Solo así te vas a dar cuenta de que nuestros padres son unos exagerados. — solo era un trabajo, nada grave.
—Sí, sería bueno antes de volver a la manada. —respondió restándole importancia, mientras caminaba hacia el balcón y miraba la luna. — Mucho de lo que Faith dijo es cierto, ¿Qué si nos toca un mate, que en vez de hacernos bien, nos dañe?
—¿Temes encontrarla Cedric? —me apoyé a su lado, mirando también como la luz blanca nos llamaba.
—No lo sé. A veces temo encontrarla y no ser lo que busca, que me rechace o que ya tenga a alguien más…
—¿Eso te detendría? —pregunté conociendo la respuesta.
—No. —chasqueó su lengua antes de comenzar a reír. — Haría lo que este a mi alcance para conquistarla. Pero de igual manera, me sentiría algo mal si la veo con otro.
—No Cedric, no empieces con esa tontería machista. Tú has tenido varias parejas ¿O te las recuerdo?
—No lo digo por eso enana, sino por el tener que ponerla en posición de ser disputada. No se si esta enamorada, pero llegaré y lucharé, es imposible no suponer que llegado el momento deberá elegir y sabes tan bien como yo, que por naturaleza, se sentirá atraída por mi. —entonces noté su malvada mirada . — ¿Cómo crees que Beau no pudo resistirse a ti? Ya me enteré que lo rociaste con esa mierda que tía Abril te dio. Enserio estas demente.
—¡Oh cállate! Y ya deja de llamarme enana.
—Eres más pequeña, siempre te llamé así, el que ahora te emparejaras no cambiará mi manera de tratarte. No solo eres mi beta, eres mi mejor amiga y mi prima—se encogió de hombros, antes de devolver su mirada al cielo. —Siempre me tendrás cerca enana.
—Eres un tonto, dices algo tierno y al final lo jodes. Y sé que no solo será la atracción de mate, tu compañera te querrá por como eres. —al ver que estaba siendo un poco cursi, me vi en la obligación de poner las cosas en balance. —Un grano en la nariz, doloroso e inesperado.
—La verdad es que tengo miedo, miedo a encontrarla y joder todo. Que se sienta abrumada por todas mis responsabilidades y me termine rechazando. No es fácil emparejarte a un lobo y mucho menos si ese lobo es un alfa, debes tener paciencia, tolerancia y muchas cosas más. Ya has visto a mi madre, nos trata como a niños de escuela, pero es su manera de recordarnos que ella es una autoridad y debemos respetarla.
—No te preocupes ahora por eso Cedric, estoy segura de que tu compañera será alguien paciente y amorosa. Alguien que te apoyará en cada paso sin nunca darte la espalda.
—Quisiera tener tu optimismo.
—Y yo otra cerveza—bromeé, empujando su hombro—¿Quieres otra?
Cuando asintió, caminé hacia adentro del apartamento. Ojala que su compañera no lo lastime, puede parecer fuerte, pero Cedric es bastante suave, el más sentimental de todos, aunque trate de cubrirlo por un aire rebelde.
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Pocas pulgas
WerewolfLibertad... Laurie Adams había ansiado llegar a la ciudad desde pequeña. Las cortas escapadas que hacia junto a sus padres para visitar a sus abuelos, no eran suficientes para satisfacerla. Pero ahora con dieciocho años recién cumplidos y lista para...