Capitulo 22

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Laurie


No estaba de muy buen humor, estaba cansada y preocupada, había manejado tres días y lo único que quería hacer era golpear con fuerza a Gael. Necesitaba saber qué diablos había sucedido para que dejara a Faith, él era el único responsable de la desaparición de mi amiga y se lo cobraría.
Debió ser más cuidadoso y prepararla, pero no, siempre hacía lo que se le venía en gana.

Al llegar me dirigí directamente a mi casa, debía dejar el bolso y ver si alguno de mis padres se encontraba allí y me pudiera explicar lo que había sucedido.  Pero no se si para bien o para mal, ninguno se encontraba allí. Conociéndolos, papá estaría buscando a Faith junto a los demás y mi madre estaría con Jase, en casa de Summer.
Summer… no podía imaginar la preocupación que debía estar pasando. Recordaba cuando hace algunos años el verdadero padre de Dylan la secuestro y Summer, estuvo cerca de enloquecer, no soportaba los nervios.

Deje las cosas y comencé a caminar hacia casa de Gael, tenía que saber por qué lo hizo, aunque sospechaba que ese mismo interrogatorio estaban dándole sus padres.
A mitad del camino comencé a escuchar mi nombre, pero tarde en voltear, ya que era mayor mi ansiedad por llegar.

—¡Laurie, espera! Llevo llamándote varias calles.

—Ahora no Cedric, tengo que saber qué fue lo que paso. Tú que estuviste aquí dime ¿En que mierda pensaba el idiota de Gael? —pregunté volteando a verlo.

—Sabes que su transformación es dentro de poco, entonces prefirió terminar su relación por miedo a que ella no sea su compañera. Creo que intentaba no lastimarla, pero le salió muy mal y ahora se siente demasiado culpable.

—Y me alegro que se sienta así, porque lo es. ¿Acaso no pudo tener un poco de cuidado? ¿Prepararla? Por la Diosa, ¿Qué pasaría si Faith terminara siendo su compañera?

Solo faltaban dos meses para la transformación de Gael y Aryeh. Seis para el de Uriel y un año para el de Faith.  Pero eso no le daba el derecho a comportarse como lo hizo, pudo haber encontrado otra manera de terminar las cosas.

—No se lo perdonará. Si ella llegara a ser su compañera, no habría manera de que olvide esto. —pero eso no dejaba de quitar esa opción.

Si Faith llegará a ser la compañera de Gael, no sería nada sencillo para él volver a ganar su confianza. Bueno, eso considerando que en algún momento ella volviera a hablarle.

—¿Dónde esta ahora?

—Sus padres están regañándolo por ser un irresponsable e imprudente. Intentó ir con los demás a buscarla y Ben se lo impidió, las cosas están muy jodidas por aquí . —y sabía que se pondrían peor.

—Diosa, ¿Cómo pudo irse sin pensar en lo preocupados que estaríamos? Voy a golpear a Gael por esto.

—No busques excusas, siempre lo golpeas Laurie. ¿Cómo te trata la ciudad?

—No esta mal, aún no me guio muy bien, pero ya voy conociendo más y más. He conocido a otros tres lobos, una es mi compañera de trabajo, su compañero y su hermana, es agradable no sentirse tan solo ¿Sabes?

—Imagino eso. Ven, vamos con Aryeh y Uriel, deben estar esperándome. —asentí mirando el camino que iba a tomar, por ahora Gael se salvaba, pero ya lo tendría frente a mi.

Caminamos hasta donde no solo estaban los chicos, sino también mi padre, Logan y Nathan. Estos al verme vinieron hacía mi y se turnaron para envolverme en un abrazo, aunque mi padre fue quien me acaparo.

—¿Cuándo llegaste cariño? —me preguntó, aún sin soltarme.

—Harán unos veinte minutos, iba camino a golpear a Gael cuando encontré a Cedric ¿Hay alguna novedad?

—Nada y eso esta volviendo loco a Ben. No ha descansado, lleva estos tres días buscándola sin parar.

—No es para menos papá, tú harías exactamente lo mismo. —él y mamá no se detendrían por nada.

—Lo haría. Ven conmigo, debo ir a buscar algunas cosas para Johan a casa de Ben, allí esta tu madre y estará feliz de verte. —se despidió de los demás con un movimiento de mentón y nos dirigimos a casa de Summer.

Podía escuchar los motores trabajando en la cabeza de mi padre, quería preguntar tantas cosas y estaba segura de que trataba de buscar la manera de que no me molestara.
Ya estoy aquí, en medio de un campo de guerra, nada iba a cambiar por lanzar otra bomba.

—¿Crees que esta bien? Ella aún no se ha convertido, solo puede defenderse como humana. ¿Acaso tiene dinero encima?

—Faith es inteligente cariño, estoy seguro de que no se fue sin nada y no se pondrá en peligro.

—No hace falta que lo haga papá, el peligro esta en todas partes.

—No seas pesimista, ella sabrá como actuar al respecto. —suspiré, deseando sentir la misma confianza que mi padre sentía. — Laurie, a pesar de esta situación de mierda, enserio me alegro de que estés aquí.

—Espero que te sientas de la misma manera luego de que hable contigo y con mamá. —mordí mi labio, rehusándome a mirarlo, solo concentrándome en el camino.

—¿Qué significa eso Laurie?

—No es nada grave, pero no creo que les guste lo que tengo para decirles. Solo no me preguntes ahora, quiero hablarlo con ambos.

—No me gusta esto, prefiero que me lo digas de una vez por todas.

—Muy bien papá. El primer día que llegue a la ciudad me puse a buscar trabajo, escuché por casualidad de un puesto como camarera en un bar y fui a ver si tenia suerte. Por lo que sabes me quede con el trabajo, pero no solo eso, allí encontré, sin buscarlo, a mi compañero.

—¿Compañero? ¿Lo encontraste? —él había tardado en encontrar a mi madre, por lo que creí que estaría feliz de que no pasaría esa soledad. Pero no, el tono molesto de su voz, me dijo que no era la mejor noticia. Lo peor es que aún no sabía de quien se trataba.

—Lo encontré. Y sé que no te gustará y que intentaras impedirme que vuelva, pero desde ahora te lo estoy avisando, no podrás impedirlo.

—¿Por qué demonios crees que te lo impediría?

—Porque te conozco y sé que en cuanto te diga quien es él, enloquecerás.

—Entonces empieza a hablar, no me gustan las adivinanzas hija. —nos estábamos desafiando con la mirada, pero ya no podía echarme atrás, empecé y terminaría. Podía ser cobarde en ocasiones, pero en la mayoría no me importaba plantarle cara a nadie.

—Su nombre es Beau King. Quizás eso no te diga nada, pero el nombre de su padre seguro lo hace. Aníbal King, ¿Lo recuerdas? El dueño de infierno.

Por unos minutos se quedo estático, congelado, absorbiendo lo que le acababa de decir, pero vi el instante en que lo capto, cuando se dio cuenta de lo que quise decirle. Y no estaba reaccionando bien, no, la vena en su cuello estaba a punto de explotar de furia.

—¡¿Estas trabajando en infierno?! —asentí, esperando que todo terminara por arder.





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