24.

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Jonás



Golpee la puerta de la casa de Faith, sin saber como les explicaría que efectivamente ella estaba en la mira de las personas equivocadas. Ya no se trataba solo de un joven golpeador, que había ido más allá en una de las tantas golpizas a su novia, ahora tenía detrás a los jefes de ese chico, hombres que la harían desear estar muerta en caso de caer en sus manos.
Si conocía un poco a Benjamín, querría llevarla lejos y por la Diosa, que estaba totalmente de acuerdo en que lo hiciera. Yo podría alcanzarla en unos días, pero ahora ella tenía que alejarse de aquí.

Cuando la puerta finalmente fue abierta, no reconocí al hombre que estaba frente a mi, de seguro sería uno de los amigos de Benjamín.

—¿Estas buscando a alguien?

—A la familia Ordoñez. —respondí con el mismo tono aburrido que él estaba utilizando.

—¿Y tú quién eres?

—Jonás Gutiérrez. ¿Y tú?

—Jack Henderson, un amigo de la familia, pasa. —dijo haciéndose a un lado.

Dentro de la casa, la cantidad de personas era enorme, podía contar veinte como poco con solo un vistazo.

—¡Muchacho, por fin llegas! —dijo Benjamín, caminando hacía mi, pero algo en mi expresión lo hizo mirarme con cuidado. —¿Todo esta bien?

—No, las cosas se han complicado. ¿Dónde esta Faith?

—Salió a sacar la basura junto a Gael.

Fruncí el ceño, acababa de entrar y afuera no había visto a nadie. No podía creer que volviera a escaparse, ¿Es que no entendía el riesgo en el que estaba?

—Abajo no estaba. Volvió a escaparse, no lo puedo creer, o si, es una irresponsable. —había pensado en cada maldita eventualidad, pero volví a subestimar la terquedad de mi compañera.

—Jonás cálmate y dime que sucede.

—Hoy alguien vino a confesar ser participe del asesinato de Simona Ortega, la compañera de Faith. Entre las cosas que nos dijo, para no alargarlo y perder tiempo, nos dejo en claro que los responsables del último ataque es un grupo de narcotraficantes que venimos investigando hace meses y que su última orden es encargarse de Faith.

—¡Mierda! —gruñeron más de uno detrás de mi, pero ahora tenía la mirada clavada en Benjamín.

—Tenemos que encontrarla, ahora. Luego de eso no me importa si se enoja, me la llevaré de aquí.

—Confiaba en que dijeras eso. Sé que se va a negar, pero es lo mejor para ponerla a salvo. Yo los seguiré después, pero ahora lo importante es sacarla de aquí.

—Pero ahora lo importante es encontrarla. —Dijo un rubio, con expresión bastante seria acercándose.

Comencé a buscar entre mis bolsillos por mi teléfono, sacando todo lo que tenía allí hasta que di con él.

—Daniel necesito que envíes un par de móviles a buscar a Faith. —dije apenas respondió la llamada.

—¿Cómo? ¿No esta en su casa?

—No, se escapó. Encuéntrenla. —Corté, al oír un golpe seco en la puerta.

Caminé, casi empujando a tres chicos que me miraban como si fuera un jodido demente y seguro que me sentía de esa manera, pero tenía razones para estarlo, mi compañera se exponía gratuitamente sin importarle nada.
Cuando abrí la puerta, tuve que atrapar al chico rubio, antes de que se diera la cara contra el suelo. No sabía quien demonios era y no me importaba, lo único que me hizo mirarlo con detenimiento era la cantidad de sangre que brotaba de la herida de su hombro.

—¡Gael! —Gritó Summer, corriendo hacia nosotros.

Su grito provoco que todos los demás miraran en nuestra dirección y que más de uno viniera a ayudarnos.
Gael… acababa de escuchar su nombre y enseguida recordé a Benjamín diciendo que él había salido con Faith.  Al verlo en este estado, solo podía significar una cosa: la tenían.

—¿Qué fue lo que sucedió? —pregunté, mirando al chico.

—Volvíamos—dijo con una mueca de dolor. —Habíamos caminado unas dos manzanas y estábamos volviendo cuando dispararon…

Traté de respirar, pero el aire parecía estancarse en mis pulmones. No había llegado a tiempo, me confié en que Faith no haría una locura, pero a ella no le importaba lo que sucediera, solo quería mostrar su maldito punto.

—Le pedí que corriera y no me escucho. Cuando la golpearon traté de ayudarla, pero me atacaron por detrás y me dejaron noqueado en medio de la calle.

—¡Los dos son unos malditos imprudentes! Sabían el peligro que hay y deciden ir a caminar. ¿En qué mierda pensaban? —estallé, sintiendo tanta impotencia. No sabía que hacer o por donde comenzar a buscarla.

—Esas muertes no necesariamente tienen que estar relacionadas con ella. —no podía creer que el maldito se atreviera a enfrentarme. ¿Ahora? Que por su imprudencia mi compañera estaba en peligro.

—¡Están detrás de ella, grandísimo imbécil! Entiendo que ella no mida el peligro, que se comporte como una chica caprichosa y extremadamente terca. ¿Pero cuál es tu explicación? Vinieron para ayudarla a estar segura y lo primero que haces es sacarla.

—Lo mejor ahora es que todos nos calmemos y pensemos en que vamos a hacer. —Dijo Jack, el hombre que había abierto la puerta para mi.

—¿Qué me calme? Un maldito grupo de jodidos narcotraficantes tiene a mi compañera, porque ella y este imbécil decidieron salir a probar suerte a la calle y me pides que me calme. ¿Cómo demonios no pensé en eso antes? —estaba furioso, no podía seguir aquí.

—Entiendo que la situación es una mierda, estoy tan molesto como tú, pero ahora es momento de pensar que podemos hacer, tenemos que encontrarla.

—¡Cállate Jack! —gritó Benjamín, dejando de consolar a una inconsolable Summer. —  Jonás tiene razón, todos éramos conscientes del peligro y ellos salen como si nada les importara. ¿Qué están buscando? ¿Qué los maten? Pues creo que por fin lo están logrando.

—¡No voy a permitir que la maten! —gruñí, tomando las llaves que había arrojado en la mesa. —¡Voy a buscarla!

Encaré hacía la puerta, pero un rubio muy parecido al chico herido se paro frente a mi.

—No puedo dejarte salir en ese estado, todos queremos lo mismo y es encontrar a Faith. Así que te pido que esperes un poco y confíes en nosotros, somos muy buenos atravesando situaciones de peligro.

—No puedo seguir esperando, cada minuto cuenta.

—Tranquilízate Gadget, la vamos a encontrar y estará segura.

Miré a Benjamín y él simplemente asintió, podía darles un poco de tiempo, pero por el bien de todos esperaba que Faith se encontrara bien.

Pocas pulgas    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora