18.

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Faith


—¿Así que este era tu plan? Decirme que iríamos a cenar y traerme, directamente a la boca del lobo. —bromee al abrir la puerta del auto de Jonás.

Cuando paso por mi, solo me volvió a repetir que iríamos a un lugar seguro y que me gustaría, pero nada más.
Ahora, frente a su casa, pienso en la última vez que estuve aquí, la noche del asesinato de Simona. Pensar en ese día traía tantos malos sentimientos que no sabía como avanzaría la noche. Solo podía esperar que Jonás me ayudará a borrar eso y sustituirlo  con algo bonito.

Algo bueno de venir a su casa, sería poder ver a Elisa y a Javier, había prometido venir a verlos y no lo hice. En mi intento de evadir a Jonás, preferí mantenerme alejada también de su hermana y su sobrino.

—No necesito engañarte para tenerte a solas, solo consideré más tranquilo que estemos aquí. Y solo para que veas que eres una visita muy deseada, yo mismo cociné.

—¿En serio? —pregunté, tratando de imaginarlo cocinando algo, pero no podía hacerlo.

—No. Pero pedí comida en un lugar muy bueno. —confesó, haciéndome reír.

—Cuénteme, hombre de sorpresas, el menú para esta noche.

—Pedí algo que me gusta, pero muchas variantes para que puedas elegir. Tenemos Pad Thai, con cerdo satay y som tam. —lo dijo con tanta seguridad que solo pude asentir. No era de comer mucha comida thai, pero no me disgustaba.

—Nunca te hubiera imaginado como un hombre de este tipo de comida. Si me preguntaras, creería que elegirías pizza o alguna comida rápida.  

—No deberías subestimar a las personas Faith, pueden sorprenderte. Además has conocido a mi hermana, digamos que ella ha intervenido de forma muy buena en mi vida.

Elisa sin dudas había tenido mucho que ver, ella era bastante curiosa y no me sorprendía que experimentara en cosas nuevas y lo arrastrara a él con ella.  
Con Dylan, a pesar de llevarnos bien, éramos bastante rutinarias y nos estancábamos en lo conocido. La realidad es que nunca habíamos hecho algo muy alocado juntas, para ello debería haber buscado a Laurie.

—Tienes razón y quizás deba aprender de ti y comenzar a intentar cosas que antes no he hecho.

No dijo nada, pero no hacía falta, sabía que estaba pensando en que estaba loca y también lo creía. No entendía el porque, pero me sentía demasiado relajada.
Cuando entramos a su casa, todo estaba a oscuras y en silencio, no había rastro de su hermana, su sobrino o cualquier otra persona en el lugar.

—¿Elisa no esta en casa? —pregunté, rompiendo el silencio que se había generado.

—Fue a visitar a la familia de Orlando, estará una semana fuera. —asentí, caminando hacía el sofá. —¿Por qué? ¿Acaso tienes miedo de estar a solas conmigo?

—No es miedo, sino todo lo contrario. Pero ahora estoy preguntándome que quiero primero, si la cena o a ti.

—Cariño…

—¿Qué? No finjas que no quieres lo mismo, hemos estado dando vueltas por semanas y ahora por fin estamos dejando de jugar. Ambos queremos lo mismo.

—Faith, ayer pasaste por una situación de mierda y no soy una basura como para aprovecharme. Quiero estar contigo más que nada en este mundo, pero quiero que lo hagamos bien.

—Podemos hacerlo bien. —dije y me gané una mirada.

—Será mucho más que bien.

No estaba aceptando esperar, no cuando él no me rechazaba porque no me deseaba, sino porque seguía preocupado por mi. Tenía que lograr hacerlo ver que no soy alguien que se rompería con facilidad.
Me levanté y comencé a caminar, sacando por mi cabeza el pequeño vestido negro que tenía puesto. Veríamos si seguía resistiéndose…

—Faith…

—Jonás. —Devolví, sentándome sobre sus rodillas. —Ahora te necesito a ti, no necesito tiempo.

—No es para esto que te traje esta noche. —dijo, pero muy a pesar de tratar de resistirse, su cabeza termino cayendo en mi cuello, haciéndome echar la cabeza hacia atrás.

—Lo sé y no me importa. —De verdad no me importaba. Si mis padres no se hubieran encontrado en la casa, esta mañana hubiera intentado lo mismo. —Solo pienso en esto desde el día que te pedí que te alejaras. No imaginas cuanto me he arrepentido de hacerlo.

—No voy a ser tierno la primera vez cariño, te deseo demasiado. —Comenzó a trabajar mi clítoris con sus dedos, provocando que soltara un gemido. —¡Mierda Faith! No imaginas como desearía tener el suficiente autocontrol para probar cada parte de tu cuerpo, pero esta vez será rápido y duro. ¿Estas de acuerdo con ello cariño?

Me apartó un poco y rebusco en el bolsillo de su pantalón, sacando su cartera y tomando un condón de allí. Lo observe mientras lo deslizo por su gran miembro.
Luego me volvió a tomar por las piernas y me acercó a él.

—¿Estas lista cariño? No creo que pueda echarme atrás, pero si cambiaste de opinión dilo de una vez.

—Estoy lista. —dije y fue lo suficiente para que empujará dentro de mi, con tal fuerza, que todo el aire en mis pulmones de esfumo.

Las manos de Jonás se apoderaron de mi trasero y sus dedos presionaron con fuerza, era doloroso, pero sumado a la fricción que nuestros cuerpos producían, se tornaba completamente delicioso.
Se deslizaba dentro y fuera de mi, sus respiraciones eran irregulares, iguales a las mías, mientras me presionaba contra él en cada embestida.
No seré la mejor jinete, pero me encontraba montando al caballo que más deseaba. A uno salvaje, rebelde e  indomable como yo.

—Mia. — dijo mientras seguía enterrándose tan profundo en mi interior y no había dudas, yo era completamente suya.

—No pares. —le pedí, aferrándome a sus hombros con fuerza.

Estaba siendo lo que prometió, no habia dulzura, pero era lo que necesitaba ahora. Me llenaba de tantas maneras que no creí que fuera posible que seamos compatibles a este punto.
Siento que en cualquier momento puedo venirme y él lo sabe también, porque comienza a ralentizar su ritmo.

—¡No! —me quejo, tratando de moverme más rápido, pero sus manos están en mis caderas, controlándolo todo.

—Paciencia cariño. —Su boca se acerca a la mía y me besa con necesidad, mientras vuelve a retomar su ritmo frenético y despiadado. —Eres mía Faith y haré todo para cuidarte.

Sus palabras gruñidas en mi oído, me hicieron sentir el peso de todo. Él no iba a irse, no  me dejaría, por mucho que lo intentara alejar. Pero lo más importante, no lo dejaría alejarse, estaba lista para aferrarme a él y entregarme completamente.
Con ese pensamiento terminé de venirme contra él.

 



Holis♡♡

Vi que pidieron maratón, pero hoy ando un poquito de aquí para allá, por lo que se me complica, pero mañana sí puedo hacerlo. ♡

Pocas pulgas    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora