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Aryeh



Cinco minutos, solo cinco malditos minutos me tomó darme cuenta de que no podía dejarla irse de esta manera. Yo no quería separarme de ella, por un demonio, la sola idea me volvía loco, pero sabía que Logan estaba en lo cierto. El error de ir a esa fiesta pudo costarme mucho más caro, debía agradecer que solo era un precio a pagar por un poco tiempo.
Pero en el momento en que Samara salió por la puerta, dando un  fuerte portazo, en señal de molestia y descontento, tras ella, me arrepentí de apoyar a su padre.

¿Qué debía hacer? ¿Seguir a mi maldita conciencia o a mi corazón?
Porque uno me pedía correr tras ella, tomarla en mis brazos y no dejarla. Pero la otra, me decía que debía darle espacio y dármelo también para superar la culpa que no me deja tranquilo.

—Debo ir con ella, tengo que explicarle. —dije, tratando de seguirla, pero siendo detenido por la mano de Logan en mi pecho.

—No, ahora déjala. Conocemos a Samara, ahora esta molesta, pero cuando piense en todo nos entenderá. —No lo creía, no iba a entenderlo — Ustedes me tildan de tratarla como una niña, pero es lo único que puedo hacer para que este bien. Si no pongo un alto ahora ella seguirá actuando de manera impulsiva sin pararse a pensar ni un momento.

—Ella vive pensando en todo, quiere que estén orgullosos de ella, pero tú lo dijiste Logan, ya no es una niña. —dije, mirando la puerta, deseando que volviera a entrar.

—Pero ahora actúa así. Esta enamorada y se  deja llevar por eso. Nunca nos mintió y ahora comienza a hacerlo, solo para estar contigo.

—No les mintió, solo esperábamos que llegaran para poder hablarlo. Pero debimos imaginar que mi padre, Robert o Jack, llamarían para informárselos. —miré a mi padre y negué. ¿Por qué no pudo dejarnos hacer las cosas a nuestro ritmo?.

—Sé que te importa, por eso mismo te pido que te alejes por un tiempo, déjala pensar en todo.

—Lo siento Logan, no puedo hacerlo y sabes la razón. La sola idea esta volviéndome loco, me estas pidiendo un sacrificio enorme. —comenzaba a sentirme desesperado, quería ir a buscarla y explicarle todo.

—Piensa que es lo mejor para ella.

—No trates de manipularme, puedo ser joven, pero no idiota. He pensado muchas veces en lo que es mejor para ella y eso me llevo a cometer el error de llevarla a la fiesta. —Lo miré y luego a Sophie. — Yo me equivoque y aprendí de mi error, es por eso que ahora sé que ustedes se están equivocando.

—Cuando estuve lejos de Logan en verdad sufrí y no quiero que mi hija pase por ello. —Sophie se acerco y tomó la mano de Logan. — ¿Estas listo para verla ser miserable?

—Solo quiero que este a salvo.

—No se porque, pero siento que me estoy perdiendo algo. ¿Quieren decirme que rayos están escondiendo? —todos miramos a mi padre, quien nos fruncía el ceño, con los brazos cruzados.

¿Él estaba molesto? Yo debería estarlo, por la simple razón que no pudo mantener la boca cerrada.
Él amaba el chisme, no había otra razón, pero ahora lo jodío todo.

—Samara es mi compañera y ahora Logan me pide que me aleje. ¿Entiendes lo que eso causará? Ella me va a odiar.

—Samara es incapaz de odiarte—mi madre se acerco y me abrazó, pero yo sabía que si me odiaría.

—¿Todos ustedes lo sabían? ¿Por qué no sabía que bichito era tu compañera? Me están excluyendo, que malas personas son. Tú también Bambi, no te hagas, lo ocultaste totalmente. —mi padre negó y nos miró uno por uno— Que vergüenza.

—No es algo que yo debía decir, galletita no te enojes. —puse los ojos en  blanco cuando mi padre le dio la espalda. Incluso en estos momentos lograba ser el protagonista.

—Sí te lo decía enloquecerías y empezarías a decírselo a todos.

—¿Y por qué eso es tan malo?

—Porque aún no se lo he dicho a Samara. Quise enamorarla, que me quisiera por quien soy, quise hacer las cosas bien y mira como terminamos. —volví a mirar a Logan y negué— No puedo dejarla irse creyendo que no me importa, por la Diosa, estoy enamorado de ella.

—Logan, no puedes hacerles esto. Me enojaré contigo si lastimas a mi cachorro.

—No es algo en su contra Mich, al contrario, él me agrada, pero estoy preocupado por mi hija. Solo quiero un tiempo, luego los dejaré estar juntos. Y Aryeh, no te preocupes, hablaré con ella. Sé que crees que lo hago para separarlos pero no es así, ahora solo quiero pensar en su seguridad.

—No voy a prometerte que me alejaré, ahora mismo estoy queriendo ir tras ella.

—Piensa que es por su bien, solo será un tiempo.

Lo vi salir, pero Sophie se quedó y me abrazo. Quizás ella no estaba de acuerdo con la decisión de Logan, pero lo apoyaría, confiando en que le harían un bien a su hija.

—Solo deja que ambos se calmen. Él esta muy asustado, no puede dejar de ver que nuestra hija esta enamorada y no esta actuando de manera prudente, sino que lo hace guiándose por sus sentimientos. Yo estoy a favor de ello, porque si Dios los puso en su corazón fue por algo, pero el padre celoso y sobreprotector, no puede evitar su naturaleza. Hablaré con los dos, tranquilo. —luego de decir eso, Sophie saludo a mis padres y siguió a Logan.

Miré a mis padres y negué, estaba molesto. No, no era molesto. Estaba furioso, pero debía tratar de calmarme.

—Lo siento, yo no sabía. Debieron habérmelo dicho, no se si hubiera hecho algo diferente, porque Logan debía saberlo, pero los hubiera ayudado.

—Papá, no debiste decírselo, esto es algo de lo que debimos encargarnos con Samara.

—Se estaban tardando y era mejor decírselos para que su enojo disminuyera.

—Acabas de ver que Logan estaba furioso y que me pidió alejarme de su hija. ¿Crees que su enojo disminuyo?

—Al menos no te hizo daño. Si alguien encierra a uno de mis cachorros es hombre muerto y tú, casi haces que dejen a Samara tras las rejas. Te salve de una muerte segura.

—Dices tantas mierdas fortachón y este no es el momento.

—Tú no empieces fosforito, no imaginas lo decepcionado que estoy de ti. ¿Por qué no confiaste en tu muy amado y adorado esposo? Debiste decirme que Samara y Aryeh eran pareja.

No iba a escucharlos, dejándolos seguir discutiendo el tema, caminé hacía mi habitación.
No podía dejar de pensar en la expresión de Samara, ella estaba destrozada y era mi culpa. Logan tenía razón, le estaba haciendo daño, trataría de mantener mi distancia por más difícil que fuera. Pero antes debía decirle algo.

Tomé mi teléfono y escribí un rápido mensaje.  

*Aryeh: Lo siento, Logan tiene razón y no quiero lastimarte. Te amo Samy.

Deje el teléfono en la mesa de noche y me acosté. No sabía como iba a resistir sin buscarla.

Pocas pulgas    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora