Pocas pulgas

25..

Gael

No lo podía creer, ¿Para qué demonios le había pedido que no dijera nada? ¿Para qué me gaste en preocuparme? Debí imaginarme que con lo malditamente necia que era, ella iba a hacer lo que quisiera.
Estaba loca, no podía adjudicarle una palabra que la definiera mejor. Ella estaba completamente e irremediablemente loca.

Ella no sabía si mis amigos no eran personas a las que temerles, no, ella solo va y les confiesa haber investigado a nuestra especie con el fin de exponernos al mundo entero.
¿Acaso alguna vez pensaría en las consecuencias de sus actos?

-¿Estabas investigando a los hombres lobos? ¿A que te dedicas Rubí? -tenia que explicarle esto a Cedric de una vez o de lo contrario él podría mal interpretar absolutamente todo.

-Cedric, yo te explicaré. -Comencé a decir, solo para ser detenido por Rubí.

-No, yo lo explicaré. Fui yo quien casi comete la burrada de su vida, así que debo enfrentar mis errores y esta vez no te involucraras.

-Rubí, soy tu compañero.

-Acabo de descubrirlo y no por eso vas a empezar a hablar por mi. Soy una persona demasiado independiente Gael, no trates de cortarme las alas o te prometo que te haré picadillo. -me señaló y volteó a mirar a los demás.

-Muy bien, ¿Alguien me explicará o qué? -Preguntó Cedric, no lo veía demasiado preocupado, seguramente intuía que esa investigación había sido cancelada.

-Sí, yo. -negué y esperé escuchar a Rubí. -Cuando descubrí a los hombres lobo, lo vi como la oportunidad de encontrar la cura a millones de enfermedades, solo podía pensar en su capacidad de regeneración. Es decir, pasan de humanos a lobos y de regreso a humanos, sin ningún tipo de complicación.

-Sí, lo hacemos, pero eso no significa que poseamos algún tipo de gen milagroso capaz de curar enfermedades.

-Eso no lo sabía, es por lo que comencé la búsqueda. Pero a pesar de pasar horas tratando de conseguir información sobre los hombres lobo, todo parecía absurdo, era más como una historia para niños que una noticia de impacto.

-¿No es loco que investigaras hombres lobo y tuvieras a Gael cerca de ti? -no pude evitar que mis labios se torcieran junto a las palabras de Samara.

No solo había sucedido eso, sino que a pesar de pasar tiempo con Rubí, desconocía lo que estaba haciendo. No fue sino hasta hace dos días que lo descubrí.
¿Quién dudaría que éramos el uno para el otro?. Los dos éramos dos jodidos despistados.

-La verdad no había pensado en ello, pero me hace sentirme una verdadera tonta.

-A mi me parece súper divertido e irónico. -Samy volvió a reírse-Aunque en tu lugar tampoco lo hubiera sospechado. Al ser tu compañero habrá sido difícil de resistir la atracción, no podías pensar en otra cosa.

-Rubí, ¿Fue por Gael que dejaste la investigación o aún piensas publicarla?

-Fue por él, pero no por los motivos que ustedes piensan. En el momento en el que se enteró lo que estaba haciendo, me habló de ustedes y me hizo comprender algo que en mi emoción, había decidido pasar por alto. Yo no soy una asesina y nunca me perdonaría si por publicar una noticia sobre ustedes, provocó que los cacen y experimenten con ustedes. -la escuché suspirar, y luego mirar hacía atrás, encontrando un lugar donde sentarse. -Esos lobos que vi, buscan matarme para mantener el secreto en la oscuridad, pero comprobé que no todos son así, ya que desde que llegué solo me han tratado con amabilidad y preocupación.

-Como te dije, aquí todos somos una familia. -Le recordó Aysel.

-Ahora lo veo y me siento bien al comprobar que me equivoque al juzgarlos a todos. Al principio tenía tanto miedo de que me asesinaran, pero ahora solo siento vergüenza y culpa por casi arruinar sus vidas. En serio, ¿Podrían disculparme?

-No hay nada que disculpar, supongo que es normal sentir curiosidad al ver algo nuevo. Pero gracias a la Diosa has decidido no exponernos y te agradezco por ello. -Cedric me miró, antes de regresar su mirada a Rubí. - Dijiste que varios lobos quieren matarte. ¿Qué han pensado para solucionarlo?

-Luego de que nos atacaran a balazos frente al club de Beau, consideré que traerla aquí era lo mejor. Podemos esperar a que el tiempo pase y con suerte se olvidaran de ella.

-Tu plan es una mierda. -Sabía que no tenía mucho, pero tampoco tenía que decirlo de ese modo. -Sabes que no se olvidaran, van a esperar a que vuelva y terminaran el trabajo.

-Eso es verdad hermano. -Aryeh lo apoyó y en su lugar también lo haría, hasta yo creía que era solo un manotazo de ahogado para ganar tiempo, al menos hasta pensar algo mejor.

-Lo sé, solo esperaba llegar aquí y pensar con tranquilidad. Allí no lograba hacerlo, todos los días sucedía algo nuevo.

-¡Vaya guardaespaldas! -se quejó mi compañera.

-Terremotito, hace días te protegí de los disparos.

-Sí, pero ahora me traes aquí y creí que tendrías un plan, pero no.

-Yo tengo una idea. -Cedric miraba a Rubí, por lo que sentí que a ella no le gustaría para nada -Como dijiste ellos te buscan para acabarte y resguardar el secreto. Pero no te buscarían una vez que estuvieras emparejada a un lobo, eso te haría una de nosotros.

-¿Una de ustedes? ¿A qué te refieres? Porque yo no quiero convertirme y andar oliendo a las personas. Perdón por decírselos, pero eso es muy raro.

-Rubí, nosotros no olemos a las personas. -aclaró mi hermano, luchando con una sonrisa.

-No lo creo, sino pregúntale a tu hermano, según él huelo a una jodida pera. ¿Cómo lo sintió si no me olió? -su pregunta provocó la risa de todos, había muchas cosas que debía explicarle aún.

-Eso es porque eres mi compañera, no es que fui y te olí, simplemente tu olor vino a mi.

-Lo que digas, pero aún no me dicen a que se refieren con ser una de ustedes.

-Se refiere a ser mi pareja.

-Pero eso ya lo soy, creí que ahora estábamos juntos. -iba a golpear a Cedric por esto.

-Y lo estamos, pero eso es de una manera diferente, una más permanente. -ella asintió, pero sabía que seguía sin entender. -No lo haré Cedric, ella no esta preparada para eso.

Y por su reacción, supuse que pasaría bastante tiempo hasta que estuviera lista para dar ese paso.