Capítulo 24

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Laurie

-Sí, estoy trabajando allí. -respondí con la verdad.

-¿Es por eso que no querías decírnoslo? Sabías que enloqueceríamos y no te importó. ¿Es que no había otro lugar?

Lo veía molesto y sabía que esto era solo el comienzo, pero ya no iba a mentirles, siempre hice lo que quise y ellos estuvieron enterados. ¡Por la Diosa! Ellos me habían educado con la idea de que no me importara la opinión de las personas, ni siquiera la suya y ahora se quejaban.
Seguíamos mirándonos, pero ya no era un desafío, ahora mi padre parecía implorarme con la mirada que le dijera que esto era una broma. Pero no podía decirle eso, tarde o temprano descubriría que mentí y el resultado sería el mismo.

-Si se los hubiera dicho, no hubieran tardado ni diez minutos en salir a buscarme para traerme nuevamente y encerrarme. Niégame eso papá, o inténtalo, porque los conozco bien.

-Claro que hubiéramos ido por ti. Ese no es un buen lugar para que trabajes, entiende Laurie, hace poco saliste al mundo, hay cosas que desconoces.

-No soy una tonta y aunque no lo creas, en ese lugar me tratan muy bien. Además allí esta mi compañero, no hay nada que vaya a alejarme de él y menos ahora que Beau esta comenzando a interesarse por mi.

-¿Te estas escuchando? Solo estas allí para conquistarlo, no te importa tu bienestar.

-¡Eso no es verdad! Incluso a él lo golpeé, no me importaría que sea mi compañero, si me lastimara, sabría como defenderme. Pero él no lo hace, al contrario, él se preocupa por mi.

-¿Cómo demonios quieres que confié en ti? Desde que llegaste a la ciudad, nos has estado mintiendo.

-No les mentí, sabían que estaba trabajando en un bar.

-Pero nunca nos dijiste en cual.

-De nada sirve que te explique, solo estas escuchando lo que quieres escuchar. No hice nada malo, incluso ahora estoy dándote la cara y diciéndote todo.

-¿Michael lo sabía? No me creo que no lo haga. Él y Aníbal son amigos desde hace años.

-Él me vio, cuando llego al bar con los demás hace unos días, estaba trabajando y casi muero de miedo que los llamaran y se los dijeran. -esta vez no iba a poner la soga en el cuello de mi padrino, de mi boca no saldría la verdad, no les diría que él me consiguió el trabajo.

-No puedo confiar en ti y eso me duele, has cambiado y siento que no eres la misma chica que se fue hace unas semanas de aquí. -quería contradecirlo, decirle que las cosas eran iguales, pero como había dicho, él esta cerrado en sus ideas. -Vamos, debo conseguir esas cosas para Johan y luego tu madre, tú y yo, hablaremos de esto.

Debí seguirlo, puesto que en su ataque de cólera, caminaba mucho más rápido de lo que yo lo hacía. Si veía esto desde el punto de un dibujo animado, mi padre ahora mismo estaría echando humo por sus orejas, como si fuera un gran tren de carga.
Aunque la imagen que se formaba en mi cabeza era divertida, no iba a reírme por nada del mundo, eso solo empeoraría nuestra situación actual.

Pensaba en mi padrino y en cuantos problemas se había metido solo por ser bueno. Primero me ayudaba a conseguir un trabajo, aún sabiendo que mis padres lo matarían, pero eso no le importo a la hora de tenderme una mano. Y luego tenía a su hijo, quien en un acto algo cobarde y egoísta, le rompió el corazón a la hija de uno de sus mejores amigos, provocando que está huyera y su padre se volviera un loco buscando cobrársela.
Esperaba que su humor habitual lo ayudara a sobrellevar este mal trago, porque de otro modo terminaría en un lugar, en el que según mi madre debería estar hace años, internado en un jodido manicomio.

Cuando llegamos, mi padre golpeó la puerta y no alcanzó a dar un tercer golpe, cuando esta fue abierta por Megan.

-¿Ryan hay alguna noticia? -preguntó centrándose en mi padre, antes de notarme tras él. - Laurie, que bueno que estés aquí, no podemos calmar a Summer, ya no sabemos que más hacer.

-Es comprensible, su hija desapareció y no logran dar con ella. -respondí, sintiendo la mirada aún molesta de mi padre en mi.

-Es algo horrible, no imagino que haría si eso pasara con Cedric o con Lyra.

-Megan, necesito algunas cosas de Faith para Johan, te las pido a ti porque Summer no esta en condiciones.

-Claro, iré por ellas, ustedes pasen. -me adelante, llegando a la sala donde la mayoría estaba consolando a una Summer de aspecto perturbado.

Sus ojos parecían los de un fantasma sin vida, los cuales se destacaban por las marcadas ojeras bajo sus ojos. Apretaba sus manos en un gesto desesperado de conseguir que alguna de las tantas oraciones que de seguro Sophie propuso, funcione.
Mi madre al verme, se levantó y corrió hacía mi envolviéndome en un abrazo.

-Cariño que bueno que estés aquí, estamos tan preocupados ¿Faith no se ha comunicado contigo?

-No, le he marcado innumerables veces y simplemente la llamada se pierde.

-No debe tenerlo encendido, debe saber que si lo hiciera podría rastrearla. Durante años le he inculcado muchos conocimientos de los cuales ahora me arrepiento. -se lamentó Summer, secándose las lágrimas que no dejaban de caer por su rostro.

-Van a encontrarla, además ella sabe lo preocupados que deben estar, no los hará sufrir. -respondí y escuché tras de mi el bufido de mi padre, no dijo nada, pero era cuestión de tiempo para que lo hiciera.

-Solo quiero saber que esta bien, no puedo más, todo esto me matará.

-¡Basta mamá, no digas eso! -la regañó Dylan, quien no se despegaba de su lado.

Nos habíamos quedado en un silencio incomodo, o al menos así lo sentía yo. Quería decir algo, pero nada se me ocurría, por suerte Megan llegó, cargando varias prendas de Faith.

-Estas son las que encontré, espero que puedan servirle a Johan.

-Sí, lo harán

Fuera de la casa comenzaron a escucharse varios gritos y todos en esta habitación corrimos para comprobar que sucedía.
Al llegar, vimos a Ben gritando junto a Gael. Michael se mantenía al margen, sabía que su hijo había cometido un error, pero estaba segura de que si Ben trataba de atacarlo, se involucraría.

-Te dije que te alejaras, no me importa que ahora estés preocupado, esto es todo tu maldita culpa.

-Todo lo hice por el bien de Faith.

-¿Por su bien? Entonces dime ¿Por qué demonios huyó en medio de la noche, luego de verse contigo? -Ben estaba fuera de control y no me sorprendería que su lobo se hiciera presente.

-¡Nunca imagine que esto pasaría! También me estoy volviendo loco. -aunque mi mirada estaba entre ambos, no pude evitar notar a Beau parado a una distancia corta de nosotros.

No sabía si lo imaginaba o si de verdad estaba aquí, desearía solo estar imaginándolo. Pero cuando levantó su mano en forma de saludo, sentí como si mis piernas comenzaran a fallar. ¿Qué demonios hacia él aquí? ¿Cómo diablos llegó?
Caminé hacía él, pero antes de llegar, tal y como lo predije, Ben perdió el control y ahora en su lugar había un lobo gruñendo agresivamente.

Beau a pesar de estar asustado, no tardo en tomar mi brazo y posicionarme detrás de él.
¿Ahora cómo le explicaría todo esto? ¿Y cómo demonios iba a evitar que mi padre lo matara?





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